La verdad es contada: el plan inica

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Después de aquel cumpleaños y que Tetsuya supiera la verdad, ya habían pasado tres años más. Kagami Ryuuji se había graduado como el mejor de su generación en el área de Literatura, y seguía con su trabajo en la editorial Kagami.

Había cambiado físicamente, se había vuelto más hermoso, o al menos eso solía decirle su amigo George. Su voz había cambiado a una más seductora sin que él se lo propusiera. Su cabello era un poco largo casi siempre lo traiga suelto, pero para algo especial siempre lo peinaba hacia atrás llegando a su nuca. Mostrando a un hombre sensual y había crecido unos centímetros más llegando al 1.80 cm.

El pequeño Kōtaishi estaba en el pre—escolar, seguía siendo autoritario pero amable y cariñoso con quienes lo trataban bien. Kōki lo había obligado a dejar las tijeras pero ahora arrojaba lo que tuviera en la mano o cerca de él. Era inteligente para su edad y amaba el básquet, siempre traía un pequeño león de peluche al que llamaba 'Sei' (algo que no le gustaba a su mami).

Actualmente faltaban dos meses para que cumpliera 5 años de haber dejado aquella vida atrás. Las pesadillas y recuerdos de Akashi Seijūrō no lo dejaban. A pesar de todo lo seguía amando, no podía olvidarlo, ya que el ver crecer a Kōtaishi le recordaba cada día más a Akashi. Pero no solos eran las pesadillas sobre Akashi, también tenía pesadillas sobre un auto dando vueltas y gritos, no entendía de donde sacaba aquel sueño.

El teléfono de su oficina timbro sacándolo de recuerdos.

—Diga...En 20 minutos estoy allí—Tomó sus teléfono, los lentes oscuros y su gabardina. Al salir informo a su secretaria —Yamamoto-san regresó en más tarde. Tengo una reunión en KC.

—Entendido, Kagami-sama— dijo la chica sonrojada.

Abandono las instalaciones de la editorial y Kazehaya ya lo esperaba — ¿Cómo esta tú esposa?— preguntó mientras se dirigían a KC

—Bien.... Vamos a ser padres— dijo con una sonrisa.

—Felicidades.

—Gracias, Ryuuji-sama— dijo feliz.

Llegaron a KC y Kōki entró al edificio, se dirigió al último pisó. —Ryuu, su padre lo espera.

—Gracias, Takumi— toco la puerta antes de entrar a la oficina.

—Siéntate, Ryuuji— ordeno Ryunosuke mientras dejaba a un lado unos papeles.

—¿Qué pasa?— preguntó extrañado.

—Taiga se va a quedar a cargo de la sucursal de KC en Japón.

—Oh eso es genial— dijo sonriendo. Sabía que después de que se comprometió con Kuroko no iba a alejarse de él.

—Si....Bueno te mande a llamar para informante que vas a estar a cargo de la editorial en Japón— dijo esperado una respuesta negativa.

Kōki abrió los ojos —No— dijo sin remordimiento alguno. No regresaría a Japón y ver a Akashi Seijūrō felizmente casado.

—Se por qué dices que no. Pero ya es hora de que afrontes tú pasado y que le demuestres a ese bastardo de lo que ahora eres capaz y de lo quejó ir— dijo sabiendo que eso sería un nuevo objetivo para Kōki y caería en su trampa.

—yo.....— Su padre tenía razón, tenía la posibilidad de demostrarle que ya no era aquel chico con que jugó. Ahora era un hombre decidido y que no le importaba otra cosa más que su hijo. —Tienes razón, papá. Pero Kōtaishi...

—Tendrás que decirle que tiene otro padre. Si se llega a enterar de la nada sería un shock para él— dijo sabiendo que ya había ganado.

—¿Cuándo me iré?

Una nueva vida     AkaFuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora