Una nueva vida AkaFuri

Ouji

Siento hacerlos esperar tanto. 

Espero les guste 

Faltaban pocas semanas para que su pequeño príncipe naciera; era 20 de diciembre y hacia algo de frío.

Ese día se dirigía junto con Kazehaya-san a Kagami Corp, su padre había olvidado unos documentos muy importantes, y a pesar de la advertencia de Yokozawa, salió de la casa para ir a dejarles los papeles. Además, aprovechaba y se entretendría un rato. Desde que cumplió los ocho meses, su padre le había prohibido salir...

—Buen día, Ryuuji-sama. ¿Ya falta poco, verdad?— preguntó la recepcionista al verlos entrar.

—Si, Akane-san ya falta poco— dijo antes de subir al elevador.

—¿Takumi-san esta Papá?— preguntó fuera de la oficina.

—Oh si... Está con él nuevo presidente de AC, llego de improvisto a las instalaciones— dijo Takumi sonriendo.

—¿AC?— preguntó confundido.

—Si, Akashi Seijūrō de Akashi Corp— dijo sonriendo.

Kōki sintió que sus piernas le fallaban, y se sintió mal.

—¿Se siente mal? Le habló a su padre— preguntó Takumi al ver lo pálido que se había puesto el castaño.

—No... Lle-Lléveme l a la sala de espera— dijo nervioso. Él no tenía que estar allí en ese momento. Takumi y Kazehaya lo ayudaron.

————————Una hora antes———————

—Takumi olvide algo, voy a casa antes de que Ryuuji lo vea y se le ocurra salir— dijo ya casi abordando el elevador.

Las puertas se abrieron mostrando a un visitante... no deseado —Kagami-san.

—Vaya.. Es un honor tenerte aquí, Akashi-kun— dijo con una sonrisa de negocios.

—Gracias...y disculpe por venir así, pero, hasta ahora no hemos tenido la oportunidad de restablecer la sociedad que tenía con mi padre— dijo Seijūrō.

—No se preocupe. Takumi trae los acuerdos con AC al despacho, y dile a Ryuuji que no se mueva de la casa— ordenó. Rezaba porque Kōki no viera los documentos.

—Si, señor.

—Adelante, Akashi-kun— se hizo a un lado y dejó pasar al menor.

Estuvieron hablando de negocios hasta que Seijūrō se entretuvo con una fotografía tamaño tabloide, que mostraba a un hombre castaño; éste estaba de perfil, su fleco cubría la mitad de su rostro (frente y ojos), sus manos acariciaban su vientre de forma amorosa (soló vestía un pantalón) y una sonrisa acompañaba sus labios —¿Es de verdad?

Esa sonrisa le recordaba a Kōki.

—Si...es mi hijo Ryuuji. Está a unos días de dar a luz— dijo orgulloso. Había batallado con Kōki para que se dejara tomarla.

—Felicidades.... Sabe me hubiese gustado que mi Kōki apareciera y formáramos una familia. Llevó meses buscando y aún no lo encuentro— dijo tristemente mientras miraba la fotografía —Oh lo siento.... Es que su hijo, así como esta, me recuerda a él.

—No te preocupes.... ¿Y ese tal Kōki te dejó?— preguntó curioso.

—No, todo lo contrario. Mi padre me amenazó con matarlo si seguía una relación con él y si no me casaba. Cuando Kōki se enteró que me iba a casar, huyó y no he sabido de él. Por supuesto, que él cree que jugué con sus sentimientos, cosa que no es así.