"That behind this soft exterior lies a warrior."

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Mañana de frío, lluvia, pijama y café, la combinación perfecta para escribir un poco.

últimamente la inspiración me llega de manera muy irregular, casi siempre cuando estoy en clases y es difícil centrar mi ideas en ese tipo de espacios, he intentado retomar mis historias de ficción, volver a escribir acerca de esas ideas locas que produce mi imaginación pero no es sencillo hacerlo cuando tengo su rostro presente en mi mente la mayoría del tiempo.

No me quejo de pensar en él, en realidad me encanta pensar en él, imaginar las mil y una formas en las que podríamos amarnos y brindarnos todo aquello que nos ha faltado... pero imaginar todas aquellas situaciones en las que juntos hacemos de todo un poco resulta, en parte, algo doloroso.

Resumiendo el mes que ha transcurrido desde la última vez que actualicé sólo puedo decir que han ocurrido muchísimos cambios, desde haberme cambiado de ciudad y mi primer semestre de universidad, hasta la desaparición de ella en su vida, y sí, cuando eso último ocurrió me sentí la puta ama del planta ya que sabía de una u otra manera que ella terminaría arruinándolo todo y lo peor sería que lo lastimaría.

No me equivoqué. 

Pensé que tal vez existía la oportunidad de que la situación entre ambos se arreglara, que todo pudiera ser justo como yo quería pero no fue así, no desde ese momento, porque después de la cortina de humo que dejó ella en su vida las cosas se volvieron peores. 

Me despedí de él, hubieron besos, abrazos, tímidos "te quiero", pero algo faltaba, lo podía sentir en mi interior y siguió siendo así hasta hace poco menos de 25 días. Él se alejó, cuando más lo necesité no estuvo para mi, todas esas noches de llanto en los que sólo extrañaba a mi familia, mi casa, mi ciudad, todos esos momentos de angustia y desesperación por la dura adaptación fueron mucho más complicados porque no lo tenía a él, no tenía su sonrisa, sus besos, ni sus palabras de ánimo, me faltaba todo de él. Y una noche... una noche después de haber soportado su notable desinterés, los días en los que no me hablaba, los mensajes leídos, él regresó... regresó como una bomba que impactó justo frente a mi, aturdiendome con sus palabras de arrepentimiento, con sus disculpas y su petición de concederle una nueva oportunidad, una oportunidad para reparar todos los daños y ganarse de nuevo mi corazón.

Pero él nunca perdió mi corazón... y tal vez nunca lo perderá. 

-Mila



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