Ya no sólo depende de mi, no es como querer dejar de sentir esto y con un gran esfuerzo lograrlo, es mucho más que eso... siento un remolino de sensaciones que me aturden pero que al mismo tiempo me hacen sentir viva.
Más viva que nunca.
Y es bastante impresionante el experimentar esto a mi corta edad, se podría decir que no sé nada de la vida, pero en realidad sólo estoy empezando a descubrir lo que significa adorar, anhelar y amar de verdad; me encanta, me asusta y me intriga.
Me siento en una nube y debo admitir que tengo mucho miedo...
Tal vez demasiado.
Esa perfecta nube puede esfumarse por pequeñas razones de mucho peso que aún no he visualizado, tal vez no llegue a hacerlo pronto, sin embargo están allí... esas pequeñas razones inexistentes que hacen que mi inseguridad crezca sin control.
Me aterra pensar que en algún momento despertaré y encontraré un mensaje de él, arrepentido y disculpándose por la ilusión que ha generado en mí interior, diciéndome que ha encontrado algo mejor o que simplemente ella ha vuelto a cavar hondo en su corazón y no puede seguir más con lo nuestro.
Y si, digo nuestro, no me importa lo que las demás personas piensen o lo estúpida que me vea porque aunque no seamos oficialmente algo, él y yo tenemos un vínculo especial, y dentro de ese vínculo se mueven muchos detalles, deseos, planes y palabras que tal vez no decimos en voz alta por miedo a dar conocer la entrega que existe por parte de ambos.
Puedo asegurar que la más involucrada soy yo, la más apegada soy yo y absolutamente soy yo quien esta arriesgando su corazón, y actualmente siento miedo de todo... pero no de eso, no tengo miedo de arriesgarme.
Él merece un corazón que acompañe al suyo en todas sus locuras, logros, momentos difíciles y apasionados, y yo... yo quiero ser la dueña de ese corazón.
También quiero ser la dueña de su corazón, y lo lograré aunque deba sacrificar el mío en el intento, porque la vida no sólo se trata de crear una coraza a tu alrededor para protegerte después del daño que ha causado un corazón roto o una desilusión, la vida es un corto viaje en el cual podemos llegar a cometer muchos errores, generar tristezas, decepciones a medida que avanzamos pero sin embargo, en nuestro camino nos encontramos con personas que no generarán algo bueno, que sólo llegan para herir, y es una experiencia que todos debemos vivir porque ya se ha convertido en una especie de ley de vida.
Lo más importante es saber que las personas que se cruzan en nuestro camino con un buen motivo, deseos de generar un impacto positivo y ganas de ser inolvidables, son aquellas que debemos valorar y permitir que nos amen, alegren y llenen de dicha, porque al final del viaje podrás mirar por encima de tu hombro y pensar: "Ha sido buena, ha sido completa mi vida".
Creo y confío en que la vida tiene preparado un buen final para mi y para él, sólo espero que no sea tan diferente del que sueño cada noche, con mi almohada de confidente, mis sábanas de cotillas y de espectador... el amor que siento por su alma.
-Mila
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Este No Es Un Diario
RandomBuscando un lugar para plasmar con palabras lo que mi mente y mi corazón no quieren dar a conocer en voz alta.