Este No Es Un Diario

De camino a casa

Justo ahora estoy sentada en el asiento trasero del auto de mi tío, escuchando una de mis canciones tristes favoritas porque mi nivel de masoquismo supera lo insuperable cuando entonces, sintiéndome enojada, frustrada y decepcionada decidí que sería bueno escribir un poco. Deseaba que alguna idea llegara a mi mente... tal vez una historia romántica con un final inesperado, un poco de suspenso o algo de misterio, pero sin poder evitarlo mis dedos empezaron a escribir en la aplicación de notas de mi celular dirigidos por mi alma que trataba de liberarse de los sentimientos tan torturadores que padece justo ahora, que la hacen gritar y llorar en busca de consuelo.

"Si alguien en el mundo sabe demasiado sobre el peso de las consecuencias, esa soy yo. Es duro admitir un error pero la satisfacción llega cuando descubres que has aprendido de estos, lastima que aún no experimento esa dicha.

Nuestra vida tiene ciertas dosis de pequeñas sensaciones, algunas suelen ser más dulces que otras pero al final todas son necesarias. El amor es una de las dosis mas complejas; su sabor cambia a medida que cambian tus gustos y decisiones. En mi caso puedo afirmar que he probado el sabor mas agridulce del amor, he sentido la amargura de un corazón roto y la felicidad de un abrazo, un "te quiero", una caricia y un beso, pero haciendo un recuento, la amargura de un corazón roto ha tenido más presencia en mi corta vida."

Supongo que alguien apático a mi situación me diría que los amores van y vienen, que no debemos estancarnos gracias a las decepciones, pero no es tan sencillo. Mi vida se ve resumida en estudios, calificaciones, felicitaciones por excelentes promedios, decepciones, miedo, ilusión y él. 

Hablaba de las consecuencias de nuestras decisiones porque para bien o para mal nuestras decisiones nos afectan, se debe ser muy inteligente y calculador para medir su impacto en nuestro día a día, y esas son dichas habilidades que yo carezco. He perdido hace ya varios meses a alguien que sin lugar a dudas llegó a mi vida para darle un toque de locura, ternura y felicidad, pero lastimosamente fui lo suficientemente estúpida para dejarlo ir.

Lo más deprimente de mi situación es que tiré todo a la basura pensando en que mis sentimientos eran sólo un capricho, y además de eso incorrectos, debido a que en el momento en que él llegó a mi vida yo estaba en una relación que patéticamente no funcionó porque fui victima de una imponente infidelidad.

Nunca dejé de sentir cosas maravillosas por él, sólo no tuve el valor de volver a hablarme después de rechazarlo, y mucho menos después de haber sido decepcionada. ¿Con que cara iba a llegar y pedirle una oportunidad? ¿cómo le iba a decir que lo sentía?

Ahora después de algunos meses él ha regresado, yo me he ilusionado, pero ¿qué crees? ya no soy necesaria. Él ya tiene a alguien "especial" en su vida.

Consejo: Siempre confía en lo que tu yo interior te diga sin importar que tan descabellado parezca, se lo agradecerás toda la vida. Besos.

-Mila