*Este capítulo contiene violencia.
Mitsuki se removió un poco en la cama y abrió sus ojos con lentitud, se sentó adormilada tallando uno de sus ojos y miro el cuarto curiosa.
Al recordar lo que pasó hace unas horas tembló.
Por qué siempre el destino se empecinaba en bañarla de sangre casa vez que podía.
《Flashblack》.
-pequeña -una voz divertida la hizo exaltar y levantó su mirada viendo a 2 hombres que estaban frente a ella, los dos tenían un saco marrón largo, eran adultos de unos 40 años y....sus ojos brillaban color rojo.
-estás perdida? -pregunto el otro lamiendo sus colmillos, haciendo que ella trague saliva y se levante sola.
-tu olor es muy dulce -susurro el primero oliendo el aroma de miyuki, sus manos estaban lastimadas por haber caído al suelo.
Retrocedió y frunció el ceño al no tener nada con que defenderse, su fuerza no era nada a comparación de ellos dos.
-niña...danos tu sangre!.
-NO!.
La pequeña fue arrastrada a un callejón oscuro, uno de los hombros la tiro al suelo y agarró sus brazos para que no se moviera.
-ayu..
*plaf*
-niña cállate! -le grito el primero dándole una bofetada, ella quedó en shock ante eso.
Su ropa siendo rasgada, esas manos frías y grandes tocar su pequeño cuerpo.
Esos labios que susurraban cosas horrendas besar su cuello, sus piernas.
-ah! -grito con dolor al sentir dos mordidas en su cuello, ella tembló con dolor y miedo al sentir su sangre ser absorbida con fuerza.
Esas risas llenas de perversión, lujuria y maldad.
Esas miradas llenas de lujuria ni una pizca de culpabilidad.
-"todo igual a esa vez.....otra vez" -su mirada paro en el cielo, las gotas de agua caían en su rostro mientras su cuerpo era tocado por esas manos perversas.
Esas manos que tocaban lugares que ella nunca toco ni imaginó tocar.
-no...ayuda -sus susurros eran ahogados por los truenos de la tormenta nocturna.
Sus ojos no dejaron de mirar el cielo, de pronto escuchó algo abrirse y miro con temor como los dos hombres le sonreían con lujuria, sus manos estaban bajando los cierres de sus pantalones.
-antes de morir, qué tal una enseñanza de estos dos sabios? -pregunto con inocencia fingida mientras el otro reía.
-n-no....por favor -rogó como hace años.
Sus lágrimas caían y veía sus cuerpos y miembros se acercaban a su cavidad.

ESTÁS LEYENDO
Muñeca Sin Vida.
Hayran KurguSu piel tan suave y blanca como la nieve, su cabello rubio como si fueran rayos de sol, sus ojos rosas pálidos como los pétalos de una rosa, su voz suave y delicada. Sin embargo, ella esta muerta por dentro. A pesar de portar tanta belleza sus ojos...