~Blind Love (Xoda y Tu)

-Capitulo 3

Carolina siguio contándome sobre su enamoramiento con Mark. Al parecer ella no tenía muchas amigas aquí ya que Natali había puesto a la gran mayoría en su contra. Me alegraba saber que por lo menos ella y yo teníamos bastantes cosas en común.

- Ahora en el recreo te presentaré a mi otra amiga- ofreció-. Se llama Cata, no te preocupes si al principio parece distante es bastante tímida.

... Asentí y acompañe a Carolina hasta su casilla, tenía que dejar mis cosas en la mía pero no podía dejar a Caro sola ya que no sabía si la volvería a encontrar por los pasillos. Odiaba no conocer nada de esta escuela, si daba un paso estaba segura de que me perdería.

- ¿Tienes que ir a tu casillero?- pregunto mientras sacaba algunas cosas del suyo-. Si quieres ve, tengo que esperar a Catalina aquí y creo que va a tardar un poco.

- Sí... creo que iré, se me hará tarde si no. ¿Qué clase tienes luego?- Caro saco su horario y busco entre las materias.

- Matemática, ¿tu?

- ¡También! Entonces nos encontramos en el aula 6, si? Espero no perderme por el camino- agregue riendo.

- Sigue derecho hasta que veas un pasillo que sale a la izquierda, allí doblas y reconocerás el camino porque por ahí esta tu casillero.

- Oh, gracias, bueno nos vemos en algunos minutos.

- Claro.

Aferré los libros al pecho y empecé a caminar entre los montones de estudiantes que se abalanzaban en el pasillo. Me habrán pisado mínimo cinco veces pero por suerte tenía zapatillas. Cuando encontré el pasillo que daba a la izquierda gire, ahora si sabía por donde estaba. 

Puse la clave en mi casillero y no abrió. Intente una, dos... tres veces y no había caso. Ya me estaba desesperando el recreo estaba por terminar y tenía que guardar mis cosas.

- ¿Qué haces intentando abrir mi casillero?- se oyó una voz a mis espaldas. Me giré rápidamente para ver que era Cristian quien esta de tras mio. Del susto que me pegué golpee mi espalda contra los casilleros.

- Eh, eh... yo, este es mi casillero- Cristian rió frío y me miro.

- Este es el casillero 182, por si no te das cuenta.

Quité mi mirada de Cristian y me giré nuevamente a los casilleros, claro, con razón no abría este no era el mio. ¿Ahora que le decía? quedaría como una estúpida.

- Oh...- dije corriéndome para dejarle el lugar a Cristian-. Disculpa, pensé que... pensé que era el mio- traté de abrir la casilla rápidamente para poder taparme la cara de tras de la puerta. Saque rápidamente mis libros de matemáticas y los coloqué bajo el hombro.

- ¿Matemáticas?- pregunto el detenidamente-. Yo también.

- ¿Sabes donde queda el salón?

- Sí- contestó y sin decirme más nada comenzó a caminar hacía el. Pensé que no sería oportuno ir con el así que decidí seguirlo lentamente por de tras.

Estuve toda la clase con Carolina. La profesora no nos había dado tarea porque todavía tenía que organizar algunas cosas sobre las otras clases. Después de esto teníamos el almuerzo en la cafetería. Según Caro y Cata, que estaba sentada delante nuestro, la comida era horrenda.

- ¿Enserio, entonces me recomiendan que no toque nada de lo que me den?- pregunte riendo.

- Nada, hasta lo que parece normal contiene algo raro.

- ¿Nunca le han dicho al director? Tal vez es la señora que cocina...

- ¡Se lo hemos dicho millones de veces!- se quejo Cata-, pero el se niega a despedirla, debe ser amiga de su familia.