-Capitulo 10 (Maratón 3/5)

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No tenía tarea, eso era algo bueno. Me puse a pensar en todo lo que había sucedido hoy, había sacado la conclusión de que ya podía decir que tenía una enemiga. Va... yo era su enemiga ella para mi no significaba nada. 

Me preocupaba el hecho de que sean ya casi las nueve de la noche y mamá no haya llegado todavía. ¿Tanto tardaba en limpiar una oficina? No me quiero enterar de que en realidad su trabajo empezaba hoy o peor... enterarme de que ella adelanto la fecha y quiso empezar ahora.

- Llegué- grito una voz desde abajo- ¡Traje comida!

Que suerte, no tendría que esperar a que mamá cocine, moría de hambre y ella tardaba un montón en preparar la comida. Me puse el pijama y bajé al comedor. 

- Compré de las que te gustan- mamá me paso una hamburguesa y se sentó- ¿Qué tal te ha ido hoy?

- Em...- ¿le decía lo de Natali o no?- bien.

- Sabes...- la notaba un poco nerviosa-. Mañana vendrá el señor Moreno a cenar con su familia. Necesito que seas amable con el.

Claro, ahora entendía porque la comida rápida. Solo quería pedirme un favor. ¿Ser amable con ese tipo? ¿Enserio? Me parece que eso será imposible.

- Vendrá con su esposa y su hijo.

- Que interesante, me parece que mañana a la noche iré a lo de Carolina.

- No puedes.

- Claro que sí, ni loca dejaré ver como ese tipo entra a casa.

- Ese tipo es mi jefe. No entiendo porque le tienes tanto rencor, el no te ha hecho nada.

- Claro que sí, el destrozo la familia- dije en un susurro inaudible.

- Mañana te pondrás el vestido blanco que te regalo tu abuela y bajarás a cenar, si o si.

Me levante de un salto. Si para esto me había llamado podía irse bien a la... no, no lo diré pero tampoco aceptaré que ese tipo entre a casa y encima con su familia. Pobre el hijo y la esposa que tienen que convivir con el. Subí a mi habitación y me acosté.

Se me hizo un poco complicado dormir, estaba planeando algún tipo de tragedia que pudiera hacer para que ese tipo deseara no volver a pisar esta casa. No se me ocurría nada lo suficientemente bueno, estúpida imaginación.

Me costó levantarme, no tenía ganas ni de apoyar un pie en el piso, solo quería volver a dormir... cerrar los ojos y desaparecer. Sabía que mi mamá estaba enojada y no subiría a despertarme así que esta sería la oportunidad perfecta para decir que el despertador no sonó y me quede dormida. Pero no, no podía, con suerte mi madre no me había castigado ayer si hago esto tendré un mes sin salidas ni nada asegurado.

Me vestí y bajé a la cocina. Tomé un vaso de leche y disimuladamente me fijé si mi mamá estaba en el comedor, pero no. Si no estaba allí estaría durmiendo pero sería bastante vergonzoso que me descubriera espiandola. 

¡Ahora que recuerdo Caro me había dicho que posiblemente me pasaría a buscar con el auto! Dios quiera que por favor haya podido, las ganas de caminar esas veinte cuadras hasta la escuela había desaparecido completamente desde el primer día. Con la esperanza de encontrarme al auto de Carolina estacionado frente a casa salí a la calle.

- ¡_____!- grito alguien. ¿dónde estaba?- A tras tuyo estúpida.

Me giré, Caro había estacionado su auto en el pequeño garage de mi casa. ¿Me estaría esperando hace mucho? Subí rápidamente al asiento de copiloto y me abroche el cinturón.

- Hasta que sales, ¿no te había avisado que vendría?- pregunto Carolina mientras ponía en marcha el auto-. ¿Por qué tienes esa cara, es que no has dormido?

- Me la pasé planeando un plan malvado- contesté riendo-. Y no te miento.

- ¿Un plan malvado? ¿Para que?

- Mi madre ha invitado a cenar a su jefe... ya te he dicho lo que pienso sobre el. Vendrá con su esposa y su hijo.

- Y no quieres venir a mi casa para evitar ese momento de mal gusto?

- Créeme que ya le dije a mi mamá que iría y casi más me mata. Estoy prácticamente obligada a ir.

- Bueno mírale el lado bueno...

- Esto no tiene lado bueno, Caro.

- ¡Claro que sí! Puedes decirle a tu mamá que tu aceptas ir a la cena si ella te deja ir el sábado por la noche a una fiesta en la playa.

- ¿Habrá una fiesta en la playa?

- Sí, de siete hasta que la policía nos eche- contestó riendo-. He ido a varias fiestas allí y son geniales.

- No me gustan mucho las fiestas...

- Vamos anímate, será tu primera fiesta aquí en Londres.

- Lo sé... pero no creo que mi mamá me deje.

- Te dejará tu solo dile lo que yo te dije.

- Lo intentaré.

Llegamos a la escuela lo suficientemente tarde como para tener que correr hasta nuestros casilleros. Lamentaba que a Carolina le haya tocado uno tan lejos del mio. Nos tocaba ir a la clase de lengua... otra vez tenía que sentarme con Cristian. Por suerte cuando llegué al aula el todavía no había llegado, apoyé mis libros y colgué la cartera en el respaldo de la silla, al parecer hoy me sentaría sola.

Bueno no, me equivoque. Me senté sola por cinco cortos minutos llenos de felicidad.

- ¿Te sientes mejor?- me pregunto Cristian. ¿desde cuando le interesaba saber como me sentía?-. Escuche sobre lo de tu casillero.

- Ya es historia pasada.

- ¿Por qué no querías que te vieran llorar?

- No quería eso.

- No lo aparentabas cuando te lo pregunte ayer, te fuiste corriendo mientras te tapabas la cara.

- Es problema mio no tuyo.

- Esta bien solo preguntaba, no es bueno ver a una chica llorar.

- ¿Desde cuando tienes sentimientos?

- No son sentimientos.

- Entonces dime que es- Cristian se quedo pensativo y comenzó a reír. Nunca lo había visto reír y se podía afirmar que tenía una sonrisa muy bonita al igual que sus ojos marrones.

- Te lo contestaría si supiera la respuesta- se quedó un segundo en silencio observando mi cara- ¿Irás a la fiesta del sábado?

- No.

- Entonces estate lista a las siete en punto.

- Te dije que no iré.

- Pasaré por ti.

- No iré, no insistas.

- Como quieras- sonrió-. Si te aburres luego no tendré la culpa.

Por suerte antes de seguir con esta charla ''tan interesante'' llego el profesor. La clase anterior había faltado así que no teníamos nada de tarea para hacer. Tenía tanto sueño que no pude prestar atención ni a un segundo de la clase. Si seguía así me irá bastante mal en las pruebas, no es la primera vez que me duermo durante una clase. No sé porque Cristian no se mostraba tan distante conmigo, seguía teniendo ese tono frío y desinteresado cuando hablaba pero por lo menos me decía algo.

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~Blind Love (Xoda y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora