Capítulo 6

1.8K 126 5
                                    

           

Anko alistaba sus cosas para irse a la misión con cierta preocupación. Ella es la líder, la que responderá por las personas bajo su mando pero, ¿qué pasaría si se encontraran con Orochimaru y él decidiera usar su Sello Maldito del Cielo? ¿Caería de rodillas igual que en el Bosque de la Muerte cuando se volvieron a ver después de trece años? No podía permitir eso, por ella y por su equipo. Tenía miedo de lo que podría pasarle a sus compañeros así cómo lo qué pensarían de ella.

Se escuchó cómo llamaban a la puerta. Anko no tenía idea de quién podría ser debido a que no esperaba a nadie así que, fue a abrir la puerta, encontrándose con la Jōnin de ojos rojos.

―Ku... Kurenai―dijo la pelimorada ligeramente sorprendida por la inesperada presencia de su compañera de equipo.

― ¿Ya estás lista? ―preguntó la Yūhi.

―Creo que sí, ¿y tú? ―contestó nerviosa Anko. Su mente seguía pensando en lo que podría pasar en la misión.

La pelinegra notó que Anko no estaba tan hiperactiva como de costumbre, que estaba semi ausente. Algo le pasaba y quería saber que era para ayudarla.

― ¿Estás bien? ―Kurenai puso una mano sobre el hombro de Anko, sorprendiendo a ésta.

Anko suspiró y agachó la mirada. La mano de la Jōnin de ojos rojos pasó del hombro de la pelimorada a su barbilla y levantó su cara para obligarla a verla directamente a los ojos. La Mitarashi se encontró con esos penetrantes ojos rojos que exigen respuestas. ¿Debía decirle que temía por la vida de ella, de Kakashi y de Gai?

―No lo entenderías―terminó diciendo Anko.

―Te prometo que lo entenderé―la mano libre de Kurenai se posó en el otro hombro de Anko.

―Kurenai, no quiero aburrirte con mis pensamientos, mis absurdos pensamientos.

―Me interesa saber de ti y cómo estás. Para mí, tus pensamientos no son absurdos.

Anko levantó su mano izquierda para ver su reloj. Tenían unos minutos para conversar y después irse a encontrar con sus demás compañeros para irse a la misión.

―Bien, te contaré. Pasa―Anko se libró de los agarres de Kurenai y se hizo a un lado para dejarla pasar.

La Yūhi entró al departamento y fue a sentarse a la sala. Palmeó el sitio a su lado para que Anko se sentara. La pelimorada lo hizo gustosa.

―Ahora sí, dime que es lo que te sucede―dijo Kurenai con la mirada fija en la Tokubetsu Jōnin.

―Tengo miedo de lo que pueda pasar durante la misión.

― ¿Miedo? ¿Anko Mitarashi siente miedo? ―a Kurenai casi le deba risa.

―Sí, de que Orochimaru, si llegamos a topárnoslo, me deje inhabilidata para luchar y que ustedes sufran por mi culpa―la pelimorada apretó los puños.

Kurenai negó con la cabeza, se le hacía absurdo lo que pensaba Anko.

―Yo no creo que pueda ser así―dijo Kurenai con un tono de voz reprobatorio, alertando un poco a la Mitarashi―. Eres una mujer muy fuerte, eso no pasará.

La Jōnin de ojos rojos puso una mano sobre el hombro de Anko, paralizando por completo a ésta, quien estaba totalmente asombrada de que eso pasara por tercera vez en el día. La Mitarashi vio la mano de Kurenai y cómo ésta iba moviéndose hasta su mejilla. Cuando se puso en ese lugar, su respiración comenzó a acelerarse. Anko quería besar a la Jōnin que estaba en su departamento, lo ansiaba desde hace tres días. ¿Era ese momento el adecuado para hacerlo?

―Kurenai, debemos ir a reunirnos con Gai y Kakashi―dijo para salir de ese bello trance.

La Yūhi torció la boca, ligeramente disgustada. De verdad estaba disfruanto sentir la piel de la mejilla de la pelimorada bajo su mano.

―Cierto, debemos irnos―ella retiró la mano del rostro de Anko.

―Vete adelantando, yo llegaré en unos minutos―la Mitarashi se levantó del sillón y caminó hacia su habitación.

― ¿Segura?

―Sí, tengo algo que hacer―Anko sonrió y sin esperar a que Kurenai se fuera, entró a su habitación.

Cerró la puerta y se tiró al suelo bocabajo para buscar algo importante que se suponía que estaba debajo de su cama. Buscaba con desespero y maldecía que único lugar desordenado que había en su departamento fuera debajo de su cama. Cuando sintió que tocó algo cuadrado y delgado, se aferró a él y lo sacó de su escondite.

Anko se sentó en el suelo con la espalda recargada en su cama para ver lo que había sacado obtenido de ese lugar tan desordenado. Era una fotografía de ella y Orochimaru, en la época que fue su estudiante. Ella se veía feliz y su sensei tenía una sonrisa malévola, como siempre.

Dejó la fotografía a su lado y miró el techo, como esperando una respuesta a sus suposiciones (las cuales Kurenai consideraba absurdas) de lo que podría pasar en la misión. Después de un minuto, una de sus manos se convirtió en un puño y lo levantó por encima de su cabeza.

―Los voy a proteger, Kakashi, Gai, Kurenai, se los prometo―se dijo a sí misma.

Motivada y con menos miedo que antes, se levantó del suelo, tomó su mochila y salió de su departamento por la ventana de su habitación. No había tiempo que perder.

---------------------------------

Hola, disculpen la tardanza en actualizar, tuve algunas ocupaciones pero por fin estoy aquí, dicen más vale tarde que nunca ¿no?

¿Qué les parece la nueva portada? La hizo Masaru-kun :D

Un pequeño adelanto para el siguiente capítulo: Kurenai hace que Anko olvide todos sus miedos respecto a la misión con... (hasta aquí si no estaría contando lo más importante xD)

Nos vemos este miércoles, si es que mis exámenes me lo permiten.

Protect Me (Anko x Kurenai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora