Protect Me (Anko x Kurenai)

Capítulo 11

           

Kurenai sintió cómo parte de su mundo se derrumbaba con las palabras de Anko. ¿De verdad le estaba diciendo que se alejara de ella? ¿Por qué le pedía semejante atrocidad? Observó a la Tokubetsu Jōnin, quien fruncía los labios y parecía estar enojada con todo el mundo.

― ¿Por qué me dices eso? ―la pregunta apenas salió de la garganta de Kurenai.

Anko la miró severamente, sorprendiendo a la Yūhi.

―Tengo mis razones―contestó. Quería seguir conservando para ella sola lo que Orochimaru le había dicho, incluso le diría a su mejor amigo que se alejara de ella.

―Dímelas, me niego a entender, a asimilar lo que me pides si no me explicas las causas. No me alejaré de ti a menos de que me digas el por qué.

Anko suspiró irritada a la vez que sentía cómo una lágrima se deslizaba por su mejilla. Kurenai se acercó a limpiar la gota de agua salada, pero la mujer de cabello morado estiró su brazo hacia ella y con la mano en alto para evitar que se acercara.

―Sólo te preguntaré algo―dijo Anko desviando su mirada de los ojos rojos de la Yūhi―. ¿Te gustaría morir siendo joven y tan hermosa?

Esa pregunta hizo que un escalofrío recorriera la columna de Kurenai.

―No, porque quiero pasar más tiempo contigo, conocer tus demonios y ayudarte a calmarlos.

Anko negó con la cabeza e ignorando la presencia de Kurenai en el cuarto de hospital, se quitó la venda de su brazo izquierdo. Abrió mucho los ojos al ver que tenía el mismo tatuaje que su sensei. ¿Qué significaba todo eso?

― ¿Qué es eso? ―le preguntó Kurenai.

―Sé que es, sin embargo no tengo idea de porque está en mi brazo, pero algo que sé con certeza es que tienes que alejarte de mí―contestó con la misma mirada severa de hace unos segundos.

― ¿Pero por qué, Anko? Sólo me dices que me aleje pero no me das una buena razón para hacerte caso.

― ¿Te digo la verdad o lo que a ti te gustaría escuchar?

Kurenai estaba muy sorprendida por la forma en que Anko hablaba, negándose a externar lo que había en su cabeza, cuando normalmente cedía rápidamente para contarle lo que sentía y pensaba.

La Yūhi, con miedo a la forma en que podría reaccionar Anko, puso una mano sobre su hombro a lo cual, la Mitarashi respondió gruñendo.

―No te irás a menos de que te diga la verdad, pero sólo lo haré porque me interesa tu seguridad―dijo Anko con voz sombría, alertando a Kurenai―. Orochimaru me dijo que mataré...

Anko no pudo terminar la frase porque un dolor inmenso se extendió desde su sello maldito hasta la mitad de su rostro, su brazo izquierdo y ahora también la pierna de esa mitad del cuerpo. Anko contempló su brazo. Tenía plasmadas las mismas marcas que había visto cuando estaba en el bosque.

Kurenai observaba desde el otro lado de la habitación cómo Anko se retorcía de dolor en la cama a la vez que miraba horrorizada las marcas que recorrían la mitad izquierda de la Tokubetsu Jōnin. Recordó lo que Ao y Chōjūrō habían dicho sobre el ojo de Anko y se fijó en él. Tenía la esclerótica negra y el iris amarillo igual que ellos lo habían descrito. Asustada, a pesar de ser Jōnin, se escondió en el baño de la habitación, para no ver sufrir a Anko.

―No lo haré―escuchó que gritaba Anko repetidas veces entre alaridos.

Después de estar escuchando lo mismo por algunos minutos, se hizo el silencio. Salió del baño y encontró a todas las personas que antes habían salido de la habitación. Gai sujetaba a Anko, quien ahora tenía la mirada perdida, respiraba con dificultad y un gran hilo de saliva recorría su barbilla.

Todos la miraron intrigados y preocupados en busca de respuestas y la Yūhi, sin ocultar ningún detalle, les contó todo lo que había pasado a los de Konoha y Kirigakure.

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Hola, espero que les haya gustado el capítulo de hoy. Creo que ha de haber sido impactante para Kurenai ver la transformación de Anko.

En el siguiente capítulo: Anko no recuerda nada y Kakashi se encarga de revivir la experiencia y aclararle unas cosas a Kurenai.

Nos vemos en el siguiente capítulo, los quiero :D