La verdadera tortura.

335 37 22
                                    

Había despertado en medio de la noche, miró a su alrededor algo confuso, su celular vibraba sobre la mesita de noche, con un bostezo saliendo de sus labios tallo sus ojos a la vez que con su mano contraria cogia el celular, miro con pereza la hora antes de contestar, eran exactamente las una de la madrugada, maldijo por lo bajo y descolgó con molestia.

-¿Hola...? -No pudo evitar sonar algo desganado, no estaba al cien por ciento en ese momento, escucho unos jadeos provenientes del otro lado de la linea, decidió ignorarlos-

-Iza-chan~~ Te necesito aquí ahora mismo~~

-¿Sabes?...No dejo que nunca nadie...Nadie...Interrumpa mi sueño

-Mn...nh...L-lo siento pero de verdad necesito ayuda~

-...Ya voy -En eso escucho un sonido inconfundible, Yuu había dejado de hablar, otro gemido...Un gemido de una voz que conocía a la perfección-

"Shizu-chan"

Los gemidos se volvían cada vez más altos e intensos, no sabía si por la atención que les prestaba o si era por el dolor que le provocaba.

Colgó con una extraña sensación en su pecho, se levantó con pesadez para dirigirse al baño, al estar con el agua cayendo poco a poco sobre su piel se dio cuenta...Celos...Molestia...FURIA.
Golpeó la pared con fuerza, su ceño estaba fruncido y sus ojos no podían demostrar más odio.

-Yuu...Juro que te matare...Juro...Que te alejare de Shizu-chan...

Al estar listo colocó en orden a sus navajas, escondió las más filosas cerca de sus manos solo si se enfadaba de mas y decidía acabar con todo antes, no era su estilo pero estaba molesto, definitivamente muy molesto, caminó por las vacías calles de Ikebukuro con molestia, en sus ojos reflejaba dolor y odio, claro que no lo demostraría frente a Yuu...Apenas estuvo lo suficientemente cerca de la puerta abrió sin siquiera molestarse en tocar, avanzó por el pasillo, dirigiéndose a la oficina de su tan amado tío -Notese el sarcasmo-

Se detuvo en seco al escuchar algunos sonidos obscenos venir de aquel lugar, la inseguridad recorrió su cuerpo, sus piernas se movieron por sí  solas, acercándose cada vez más y entreabrió la puerta, viendo algo que nunca esperó ver, Shizuo sobre el escritorio, desnudo, boca amordazada, manos atadas, sangre en su único ojo visible...Retorciéndose de dolor mientras Yuu le penetraba sin cuidado y con fuerza, le dolio, dolio como nunca.

Y ese dolor pasó con rapidez a ser rabia al ver como el Orihara mayor comenzaba a ahorcar a su rubio, quien intentaba soltarse...No lo entendía...¿Donde estaba su fuerza?...¿Porque no la había ocupado? ¡¿PORQUE NO ESCAPABA?!                                                                                            Decidido a intervenir, importando poco que le descubrieran intento abrir la puerta, pero de un momento a otro alguien cubrió su boca, pataleaba intentando soltarse pero se detuvo paulatinamente al oír una voz bastante familiar

-Calmate, yo lo sacare de ahi y no te descubrirá -Dijo ese hombre en un susurro, lentamente Izaya dejó de moverse y se apartó- No es momento para explicar ahora

Rápidamente Hajimetawa abrió la puerta y apartó a Yuu de Shizuo con un solo golpe, dejando a Yuu inconsciente en el suelo, vio a Shizuo encogerse sobre el escritorio adolorido, el mayor se acercó rápidamente, quitando la mordaza de su boca y desatando sus manos con rapidez, el rubio tosió con fuerza al sentir su cuello libre.

-¿Estas bien Shizuo? -Shizuo temblaba, Hajimetawa acunó su rostro entre sus manos y limpió la sangre de su ojo descubierto, notando que este parecía borroso, toco su frente notando que tenia temperatura- ¿Te drogó?...Mierda...Izaya-kun, Yuu-san está ebrio, ayúdame a llevar a Shi-chan a la habitación.

Lo que el destino quisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora