Lo que el destino quiso

Recordar es complicado

-Así que...¿Me contarás lo que pasó? Digo, es algo extraño si te soy sincero, nunca pensé que podrían pasar del odio a esto tan rápidamente...-Tom me miraba algo extrañado, me hubiera reído de no ser porque realmente estaba preocupado, apenas había llegado Tom me había dejado entrar, sentándome en el sillón justo frente a él, si, necesitaban charlar un poco sobre todo lo sucedido después de todo.

-Bueno, depende mucho de lo que quieras saber realmente, no puedo decir todo si no sé a lo que te refieres exactamente con "Todo" -Me burlé haciendo comillas con mis manos, riendo para mis adentros al verlo algo enfadado, aunque no podía culparlo, supuse que Shizuo debía estar en extremo confundido, seguramente se había desvelado contándole todo a Tom...

-Primero que nada...¿Qué se supone que son? ¿Pareja o algo por el estilo? -No dudé en asentir varias veces, aunque rápidamente hice una mueca, negando y pensando mejor al respecto

-Supongo que lo somos, aunque no es que se lo haya preguntado, solo lo asumo porque realmente, ¿Cómo preguntarle eso si se convierte en "ese" tipo de vez en vez? -Dije, recordando la vez que admití frente a Hajimetawa que era mi novio, si, no le había caído muy bien al ojiverde aquella confesión, aún si era 50% mentira.

-¿Y asumes que Shizuo lo aceptará? -Asentí completamente seguro de aquello, no es como si Shizuo fuera ajeno a mis sentimientos, él mismo había dicho que lo amaba después de todo...Y eso hacía que mi corazón latiera fuertemente en mi pecho- Vale...¿Por qué se fue a Italia?

-Muchas cosas realmente...Mi tío, un puto gilipollas que aprovechó la oportunidad, no quería a Shizuo cerca de mi, lo quebró al punto de que aceptó irse para protegerme...El muy tonto se sometió a torturas, entrenamientos, le lavaron el cerebro...-Dije recordando lo que Hajimetawa habría dicho. Ese rubio tonto siempre tan preocupado.

-Entonces, Shizuo...¿Se fue bajo su propia voluntad? -Preguntó, algo que me hizo rodar los ojos, aunque lo entendía, demasiada información para un cerebro tan simple como el del castaño, intentaba tener paciencia a pesar de todo, me había dejado entrar a su hogar después de todo.

-Mira, Tom -Siseé de mala gana, intentando buscar las formas para explicar mejor la situación- Después del accidente...Me encontré a Shizuo en un callejón, digamos que sentí algo en ese momento, aunque realmente no supe qué hacer cuando estaba llorando, lo llevé a mi departamento, nos acercamos, nos hicimos algo malditamente parecido a amigos y luego realmente me enamoré de ese estúpido rubio...Pero pasaron cosas. Yo quería molestarlo, quería quebrarlo, maldita sea, admito que quería matarlo. -Acepté completamente sincero, ya  no me servía de nada ir con mentiras o juegos, si quería a Shizuo debía empezar a ser sincero, puesto que hasta ahora, no me había servido de nada ir con mentiras- No pude...No pude hacerlo, en cuanto me di cuenta de que lo amaba entendí que ya no había vuelta atrás.

Tom me miró varios segundos intentando ver la mentira en mis palabras, aunque tal como él temía, no había ninguna. Miré entonces alrededor mientras él hacía lo posible por entender lo sucedido, fue cuando vi la foto de su familia y cuando me di cuenta de que no estaban allí. ¿Cuándo había descuidado tanto mi vida? Toda la información de todas las personas a mi alrededor estaba difusa, tenía que empezar a ponerme al día.

-Tu esposa y tu hija...¿Dónde están? -Pregunté con cautela, no había estado al pendiente de cualquiera de esas cosas, apenas y había parado un momento para investigar un poco para completar algunos trabajos, era increíble la forma en que mi vida se había vuelto un vacío.

-Mi esposa y yo nos divorciamos...Esta semana mi hija se queda con ella y la próxima semana se queda conmigo -Mencionó, haciéndome suspirar y asentir, realmente no podía creer que en verdad me había descuidado tanto al respecto, aunque era por una buena causa, nada importaba más que Shizuo en este momento. - Él realmente estaba confuso cuando lo encontré...