Cita

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La hora acordada había llegado, el sol brillante se mantenía en el celeste cielo que nos daba una cálida sensación de bienestar, en el parque donde pocas veces la tranquilidad permanecía se encontraba un joven recostado en la sombra de un árbol, las manos las mantenía detrás de su nuca, sus carmines ojos ocultos tras sus parpados y esa cabellera de castaño color estaba distribuida entre las pequeñas ojos del césped, la tarde era demasiado perfecta para tomar una buena siesta, a pesar de parecer tranquilo su mente se encontraba más que inquieta con tantas preguntas como - ¿Qué pasa si no viene?...¿Que habrá pensado después de lo que paso ayer?...¿Ya estará completamente recuperada?...se supone que es miembro de uno de los clanes más fuertes del universo, es demasiado extraño que se pusiera de esa forma...- la hora acordado ya había pasado y unos pasos se escucharon acercándose, el castaño escondió esa sonrisa victoriosa que trataba de salir pero aun no podía darse el lujo de mostrarla.

-Llegas tarde china – dijo el chico mientras seguía recostado

-Nunca te dije que si vendría – respondió la pelirroja-

-Y aun así aquí estas-

-Solo vine a ver si eres tan imbécil como para que te meta ese estúpido collar por ya sabes dónde –

-Tranquila china eso lo dejaremos para después, se que estas impaciente por que te domine pero te are sufrir un poco más- en ese instante gracias a sus hábiles reflejos el chico logro esquivar un par de disparos provenientes de un morado paraguas muy familiar-

-Si no tienes nada inteligente que decir deberías quedarte callado estúpido sádico –

-Eso debería decirlo yo china gorila-

-suspiro- No tengo humor de pelear con tigo hoy, si es todo lo que tienes que decir mejor me voy a casa-

-¿Me acompañarías a un lugar china?-

No es que la pelirroja tuviera muchas ganas de hacer lo que el sádico decía pero el ser tan amable con una persona y más con ella no era algo normal en ese chico.

-¿A dónde? – pregunto la chica mientras levantaba una ceja con curiosidad –

-Lo veras cuando lleguemos....llevare comida...-La chica podía haber crecido físicamente y podía ser más madura que antes pero seguía siendo la misma Kagura de siempre así que al escuchar la palabra "comida" su atención fue captada-

-Está bien, pero más te vale que sea buena comida –

De este modo la chica subió a la patrulla que manejaba el castaño pues la había tomado "prestada" del cuartel, el chico siguió conduciendo durante un largo rato mientras la chica se limito en ver el paisaje por la ventana, el silencio se encontraba haciendo acto de presencia y a ninguno parecía importarle. El automóvil se detuvo en un lugar un poco desolado, el castaño bajo y la chica lo siguió.

-Ya casi llegamos, está del otro lado de esa colina –

Al subir por esa pequeña colina los ojos de la chica se postraron ante un paisaje bastante colorido, un enorme lago, verdes colinas, flores con diversos colores, aves volando por el cielo, pequeños animales corriendo de un lado a otro e incluso pequeños peces saltaban entre el inmenso lago como dándole la bienvenida a sus visitantes.

-Waaaw es increíble – dijo la ojiazul mientras corría para acercarse más – ¿Como sabias de este lugar?

-Por qué soy el gran Rey Sougo – valla que este chico sabia como arruinar el momento, pero al darse cuenta de que la chica lo vio con algo de enojo decidió cambiar su respuesta – está bien...la verdad es que mi hermana me traía aquí cuando era niño, a ella le gustaba mucho este lugar –

Kagura y Sougo - No Te AmareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora