Una Vida Junto a Ti

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Otro día más en su vida, otro día más en el que por más que lo intento no pudo matar a Hijikata, ¿es que se tipo tiene más vida que un gato? Es más difícil de matar que majinbu, definitivamente necesitaba aprender la conocida técnica de Goku para terminar con el fanático de la mayonesa.

Mientras caminaba rumbo al hogar que compartía con la pelirroja yato y su pelirrojo hijo escucho esa familiar y aguda voz a lo lejos.

-¡¡¡Rápido abuelo alcánzame!!! – gritaba el pequeño Soji para aquel hombre con cara de vago-

-Te he dicho mil veces que no me llames así maldición...dime "Abuelo que es demasiado joven para serlo" – espetaba el samurái de plateadas cabelleras –

-Pero es muy lago – se quejaba el menor con cara de fastidio –

-Quéjate con la irresponsable de tu madre...todos los mocosos son una bola de precoces, por eso yo no le quitare los ojos de encima a mi delicada flor y matare a cualquier bastardo que se atreva a mirarla – la pequeña niña de cabellera igual a la suya tendría que lidiar con en extremadamente sobreprotector y celoso padre-

-Solo lograras que te odie con eso Danna- dijo el castaño que ya estaba frente a ese par –

-¡Papá! – grito el niño lanzándose a los brazos de su padre –

-¿Te divertiste con tu "abuelo"? –pregunto el ojicarmin para su retoño mientras arrastraba cada letra con suma burla –

-Si, la tía Tsuky nos preparo una comida deliciosa –contesto con alegría el menor -

-¿Y porque a ella le dices tía y a mi abuelo? Maldito mocoso –la vena en la frente de Gintoki estaba a punto de reventar pero, tenía la forma perfecta de vengarse de ese maldito sádico – en lugar de estar perdiendo el tiempo debería atender mejor a tu mujer no valla ser que llegue un "amigo del pasado" y te la quite – comento con cara de burla y de estar escondiendo algo –

-¿Amigo del pasado?...- pregunto el castaño mientras dejaba a su hijo en el suelo - ¿de qué estás hablando Danna?

-¿Te refieres al hombre que esta con mamá en casa? –los ojos inocentes del niño daban a entender que no sabía a qué se refería la plática de los mayores –

-Puede ser – alguien había cabreado al samurái equivocado y ahora lo estaba pagando –

-¿De quién hablas Soji?...¿Con quién está la china? – no le gustaba para nada la mirada burlona que estaba recibiendo del padre adoptivo de su esposa –

-Cuando llegamos a casa estaba un hombre con mamá en la sala, ella nos pidió que fueramos a pasear mientras hablaban – el pobre niño no se daba cuenta del significado de sus palabras – Nunca lo había visto, era muy alto y le sonreía a mamá muy alegre –

-Vámonos mocoso, te comprare un rico pastel de chocolate con fresa, tu estúpido padre tiene que ir a otro lugar – Gintoki ya te encontraba caminando con el menor a su lado mientras se alejaban del lugar-

Sougo camino rumbo a su hogar mientras se preguntaba de quien era la persona de la que hablaban esos dos y una extraña sensación comenzó a invadir todo su cuerpo, al abrir la puerta se apresuro a caminar a la sala donde se escuchaba la voz de la ojiazul.

-Oooo...sádico llegaste – dijo la chica mientas permanecía sentada en el sofá – mira quien vino a visitarnos-

Sus ojos carmín no creían lo que estaba viendo, ese hombre que estaba frente a su esposa con una sonrisa no era mucho de su agrado, recordó el momento en que le conoció, cuando supo que él era el hombre que probo los labios de la chica por primera vez y le mostro tantos gestos de amor, esas pupilas violeta le molestaban y a la vez le intrigaba el hecho de que estuviera tan relajado.

Kagura y Sougo - No Te AmareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora