10 - Elijah

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No creía posible estar más asustado que en aquel momento.
Lo único que lograba hacer era aferrarse a los controles de su Vital Suit, tanto que sus nudillos se pusieron blancos. Veía el suelo lenta pero inexorablemente acercarse, mientras delante de él sus compañeros activaban los paracaídas y trataban de planear lentamente hacia unos edificios, los cuales supuso que eran departamentos.
Activó el suyo propio y trato de seguirlos, pero aún así, los fuertes vientos que comenzaban a soplar con el amanecer arrastraron su vehículo hacia un parque cubierto de altas palmeras.
El paracaídas se enganchó con una de ellas, y tanto piloto como máquina quedaron colgando del aire, a unos 3 metros de altura. Las cosas no podían ir mejor, pensó, mientras cortaba las cuerdas que lo sujetaban al paracaídas y procedía a hacer lo mismo con su mecha.
Se preparó para la inevitable caída, sintiendo el impacto en sus huesos al tocar tierra y hacer un estruendo que hubiera alertado a cualquier persona cerca.
Miro en redondo, tratando de encontrar algo que se hubiera movido, una persona o simplemente un animal cualquiera. Logro divisar los edificios en los que supuso habían aterrizado sus compañeros. No había sido tan malo después de todo. El intercomunicador comenzó a pitar en su casco, avisándole de que su jefe de escuadrón le estaba llamando.
- Hola? - preguntó.
- No hay tiempo para esto Marsan. Te desviaste 500 metros de donde deberías haber aterrizado.
-Mi paracaídas se atoró y el viento me arrastro. Mi Vital Suit no es tan pesado como los de los demás. - justificó él.
- Lo pasado es pasado, le comunique a Noah de que se reúnan a 200 metros de el Ayuntamiento, necesito que mapees aquella zona y sus alrededores, localizando posibles amenazas o trampas. Tenemos fotografías aéreas de varios Drakarrim en la zona. Además, nuestros drones fallan cuando nos aproximamos a la base enemiga, así que tengan cuidado. Puede que Desperado tenga un as en la manga.
- De acuerdo, gastaré un par de minas rastreadoras en la avenida principal y buscaré manualmente por callejones y escondrijos. - obedeció, sabiendo lo importante que era está misión.
- Muy bien, Noah y los demás estarán en la azotea del Whiskey Hotel en aproximadamente 32 minutos, tendrás que terminar la exploración antes para poder comunicar tu información en persona, con lujo de detalles, así que ponte en marcha. - Lo apremio Batallador.
Sin perder ni un segundo, se montó en su VS y lo ajustó a modo deslizador, apretando el acelerador se propulsó hacia las calles repletas de autos vacíos, de repente, Dubai era una ciudad fantasma.
No parecía haber rastro de cualquier cosa que se denominará viva, sólo autos varados en el asfalto y edificios espectaculares, completamente a oscuras. Sin poder ver gran cosa, activo sus lentes de visión nocturna.
Comenzó a avanzar, esquivando los obstáculos que había por el camino, y cuando estuvo a una distancia considerable del parque y bastante cerca de donde se encontraba el Ayuntamiento, lanzó unas granadas especiales que le habían dado.
Recordaba que el capitán de los exploradores al cual iba a remplazar le había mencionado sobre estas granadas, el modelo XM-11. La particularidad que tenían es que eran capaces de desplazarse a mediana altura utilizando el mismo sistema de propulsión que utilizaba su VS, y de esta manera mapear la zona tanto en vídeo como a través del GPS integrado al traje, y en los modelos más nuevos, al propio Vital Suit.
Las programó para que avanzaran en línea recta un total de 200 metros, luego de esto deberían ir hacia el edifico donde su equipo se reagrupara. Mientras tanto, el giro en el primer recodo que encontró, una calle paralela del tamaño justo para que su VS pasará, pasó al lado de varias tiendas a media velocidad, sin poder leer bien que era lo que vendían. Las luces de la calle eran más tenues allí, tal vez debido a que no era un lugar muy transitado.
Avanzó unos 100 metros antes de empezar a sentirse claustrofóbico, sentía como si las paredes se fueran cerrando cada vez más a su paso. Para colmo, tenía esa extraña sensación de estar siendo observado, mirando por encima de su hombro cada tanto, pero sin encontrar más que oscuridad.
Finalmente, sus temores fueron confirmados, el sonido de papel siendo arrastrado lo sobresaltó, dándose cuenta tal vez demasiado tarde, se dio vuelta preparado para enfrentarse a lo que se sea que lo estuviera siguiendo.
Pero el individuo no vino por detrás, como imaginaba, sino que se vio sobresaltado por el abrir de la puerta de una de las tiendas.
Una mujer de estatura mediana se encontraba detrás de ella, sus rasgos quedaban ocultos a través del velo correspondiente a su religión, pero a la escasa luz, Elijah pudo notar que estaba muy asustada.
-Marchate! - le dijo en un susurro, en casi perfecto inglés con una pizca de acento.
- Mierda, me has asustado mujer, está todo bien, soy un soldado. - trató de calmarla él.
- Los soldados no podrán hacer nada contra lo que se avecina, sal de la ciudad,rápido. - continuo la enigmática mujer sin hacerle caso.
- No entiendo lo que estás diciendo, pero no deberías salir de tu hogar, pronto comenzarán las escaramuzas.
- No están preparados, ahí está otra vez...
Tanto la mujer como el pudieron sentir el viento cambiar de dirección.
En ese momento, un fuerte dolor de cabeza asaltó su cerebro, se llevó ambas manos a la cabeza. A través del inesperado dolor, pudo escuchar a la mujer hablarle antes de cerrar la puerta.
- Más te vale correr.
Pudo concebir una idea bastante clara de la situación, tal vez fue por terror, tal vez por sugestión o tal vez verdaderamente había algo allí, que lo observaba.
Lo seguro fue que no se iba a quedar un segundo más en aquel callejón, por lo que puso su Giak en marcha otra vez, y apretó a fondo el acelerador.
No miro atrás ni una vez durante el trayecto al punto de encuentro.

Infierno de EspadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora