17 - Aria

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Las nubes se arremolinaban en torno al rascacielos.
Fuertes sonidos guturales llenaban el ambiente mientras el aire se tornaba opresivo y difícil de respirar. Un tono carmesí inundaba el cielo, antes completamente oscuro.
Ya no había luna, había desaparecido en aquel torbellino de tonos rojizos que giraba alrededor de ellos, acechante. Sorprendentemente las ráfagas de viento habían amainado, como si se encontrarán en el centro del huracán.
Sintiendo un dolor lacerante en la pierna Aria intentó incorporarse, un terrible dolor atenazaba su cuerpo mientras intentaba controlar sus temblores.
Apenas pudo arrastrarse, y el roce del suelo sobre su dañada extremidad hizo de cada movimiento un suplicio. Tendría que haberme movido más rápido, piensa para sus adentros mientras intenta ignorar el dolor. No sabía si la bala logró traspasar su pierna, pero esperando lo peor, decidió moverla lo menos posible mientras intentaba llegar hasta el inconsciente Noah, luego habría tiempo para buscar la bala.
Sin embargo, la experiencia le dice que las cosas nunca salen como se espera, y aquellos rugidos que aparentan venir de todas partes sólo le confirmaron sus premoniciones. Sin haberse dado cuenta siquiera, se encontraba a sólo unos metros de Noah.
Al llegar junto a él intentó zarandearlo de lado a lado, sin causar el mínimo efecto. Tiene en la frente un feo corte del que corre un hilillo de sangre, pero decidió que no es del todo urgente y puede vendarselo luego.
LoneWolf continua inmóvil, sin embargo, los pequeños LEDs encendidos en la parte frontal le indicaron que aún estaba encendido. La distancia es mucho mayor que la que le separa de Noah y duda poder lograrlo, pero se lo debe por haberle salvado la vida.
Comienza a arrastrarse sobre el duro suelo de hormigón mientras cada célula de su cuerpo se esfuerza por respirar y bombear oxígeno a su cuerpo, a mitad de camino sabe que no podrá lograrlo, que el camino de vuelta será demasiado duro y teme desmayarse. No sabe si es el clima,el color del cielo, su pierna o los sonidos que inundan el ambiente, pero siente la necesidad de desvanecerse también. Tal vez así desaparecerá el dolor, piensa, ya no tendré que aguantar está horrible situación.
Apenas cierra los ojos visiones perturbadoras asaltan su mente. Sólo logra distinguir figuras horrorificas teñidas de negro y rojo mientras se fuerza a mantenerse despierta y volver a la realidad.
Siente de fondo fuertes pisadas que se acercan hacia ella, aterrorizada, sólo puede quedarse tirada en el suelo, intentando pasar desapercibida.
Sin embargo, los pasos se detienen y Aria siente aquellas luces apuntando directamente hacia ella. Con un chirrido, LoneWolf extiende una de sus extremidades, haciendo de apoyo para que se levante. Agarrándose al gran brazo metálico del robot, comienzan a avanzar hacia Noah,juntos.
Intenta no gritar de dolor cada vez que apoya la pierna herida en el suelo, aún así, la distancia se acorta mucho más rápido de lo que esperaba. Cuando están junto al cuerpo inerte de su capitán, la colosal figura de LoneWolf se retrae, abriendo la compuerta del conductor, para su sorpresa, Aria descubre que estaba vacía.
No tiene tiempo de preguntarse aquella repentina autonomía del mecha, pero decide comentárselo a Noah cuando despierte.
Mientras está con estos pensamientos en mente, la mano de LoneWolf se extiende repentinamente, estrechándola del brazo, con una ligera fuerza. En ese momento, parece haber un entendimiento entre ambos, Aria imagina los circuitos debajo de aquella carcasa, todos unidos en una perfecta armonía que de a poco, parece aprender de sus pilotos.
Luego de unos segundos, decide que Noah no tiene por qué saberlo.
-Descuida.. Tu secreto está a salvo conmigo.. - le dice, aunque no sabe a ciencia cierta si LoneWolf puede entenderla.
Al parecer si, ya que el brazo se retrae, dejándola libre otra vez. Sin tiempo que perder, se sube a la cabina del VS, agarrando el cable neurálgico que permite la conexión entre el Vital Suit y su piloto.
Estira el cable lo más que puede, aún así no llega a donde Noah está.
Con ambas manos, lo toma por los hombros y comienza a acercarlo hacia el pequeño USB.
Revuelve la mata de pelo de su compañero hasta encontrar el pequeño puerto en su nuca. Con manos temblorosas, conecta el pequeño cable en su cabeza y espera, con la esperanza de que esto funcione.
Una pequeña chispa de electricidad es lo único que ocurre, pero es suficiente para despertar a Noah, el cual abre los ojos repentinamente y se incorpora, tosiendo.
Todas sus extremidades tiemblan, y Aria hace lo posible para calmarlo. Sin embargo, puede ver sus ojos, los cuales no se están quietos en un punto por mucho tiempo. Recuerda lo que vio al cerrar los ojos, y es suficiente para que un escalofrío recorra su columna. Se apiada de Noah, pensando el sufrimiento que debe haber aguantado mientras se encontraba inconsciente.
Una simple mirada de ella basta para que recuerde donde se encuentra, tranquilizándole rápidamente.
- Algo muy feo está ocurriendo - le dice Aria, preocupada.
- No hace falta que lo digas, creo que tiene algo que ver con el Unoctanio. - le explica - Sentí algo extraño cuando cayó al suelo, no sabría decirte el qué.
- Lo que sea que hayas echo causó todo esto, no paro de escuchar estos gritos, me están poniendo los pelos de punta.
- Muchas gracias por el voto de confianza -dice, resentido - no sólo no pude salvar a Elijah, sino que Spen a desaparecido tal vez para siempre.
- No todo fue tu culpa, pero tenemos que salir de acá y asegurar el Unoctanio.
- Concuerdo en eso, pero seguro el ascensor no volverá a subir y perdimos los Vital Suits.
- Entonces como se te ocurre que vamos a bajar? - pregunta ella.
Noah se mantiene en silencio unos instantes, evaluando la situación mientras junta las piezas del rompecabezas.
- Recoge el rifle de alguno de los soldados mientras veo la manera de asegurarte a LoneWolf - le dijo repentinamente.
Unos minutos después, Aria se sostenía con una pierna en uno de los aparejos de LoneWolf, con el rifle colgado al hombro mientras Noah chequeaba el improvisado vendaje en su pierna.
Por suerte, la bala había atravesado limpiamente el músculo, y el fémur seguía intacto. Un poco de antiséptico y una gasa esterilizada encontrada en una de las mochilas de los hombres caídos había bastado para que se sintiera mejor. Por las dudas, Noah la había obligado a tomarse unos analgésicos para remitir el dolor. Aún la tenía bastante rígida, y apenas podía trotar sin que un escalofrío recorriera su pantorrilla, pero aguantaría por un tiempo antes de que requiriera cambiar el vendaje.
- Así que.. Se te ha ocurrido como bajar? - le preguntó, mientras veía como se subía al VS, cerrando la cabina sin antes dedicarle una sonrisa un tanto demente.
- Agarrate fuerte, vamos a hacerlo a la manera express - fue lo único que Aria escucho, mientras las pesadas piernas del robot tomaban carrerilla y saltaban por la cornisa..

Infierno de EspadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora