Ya entraban los primeros rayos de sol del día por la ventana, sonó el despertador ¡¡las ocho!! esto no puede estar ocurriendo el primer día de clase, me tendré que dar prisa si no quiero llegar tarde al instituto. Me vestí con unos vaqueros largos ajustados, una camiseta azul y una sudadera ya que hacía frío y estaba resfriada, me puse mis converse blancas y salí pitando de mi casa....
Ya estaba en el instituto y en mi clase, había llegado un chico nuevo, era alto, rubio y muy gracioso y para que voy a mentir, también era bastante guapo con esos ojazos azules que tenía, creo recordar que se llamaba Tristan, al llegar a mi casa me di cuenta de que tenía nuevos vecinos y se lo comenté a mi madre que me contestó riendose y diciendo ya, llegaron anoche, ¿no te habías dado cuenta? claro, ahora que pienso esta mañana salí tan rápido que no me dio tiempo de fijarme.Mi madre me dijo que fuera a llevarle un pastel de bienvenida y yo le obedecí.
Estaba en la puerta esperando a que abriera, tenía hambre y para colmo el pastel desprendía un dulce aroma.
Yo estaba nerviosa por pensar que tipo de vecinos tenía. La puerta se empezó a abrir lentamente y cuando al fin pude ver el rostro de aquella persona me llevé una sorpresa al ver que era Tristan, el chico nuevo de mi clase.
Yo bastante avergonzada le dije:
-Hola soy Argelia! tu nueva vecina y compañera de clase.
A lo que me contestó:
-Holaa, me alegro de ser tu vecino!
Estuvimos hablando mucho tiempo y cuando ya se hizo de noche e iba a regresar a mi casa me dijo:
-¿Me das tu número de teléfono? Por si tengo alguna duda en los deberes
-Claro, apunta 6288.....
-Vale, hasta luego
-Adiós!
Llegué a mi casa y mi madre me dijo, has tardado mas de lo que pensaba y le dije sí, es que los nuevos vecinos son muy simpáticos.
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The Vamps
Teen FictionNovela de adolescentes donde hay amor, discusiones y mil historias