Maratón 3/4

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*Narra Claudia*

James, que decir sobre él, pues la verdad que nada más y nada menos que es mi mundo, es la única persona que me saca esa sonrisilla tonta cuando estoy junto a él, la única persona con la que me siento tan feliz y sobre todo la persona que tiene mi corazón en su mano, todo para mi depende de un simple movimiento suyo, desde aquella vez que por primera vez nos besamos, nunca he podido volverlo a mirar como antes, ahora lo hago con más cariño y dulzura en mi mirada porque es él. 

Ya era por la mañana y hoy no iba al instituto ya que iba a renovar mi carnet de indentidad con mi madre. Cuando llegábamos mientras estábamos en la cola sonó mi móvil, descolgué:

-Hola cariño, dijo James

-Jameees, dije yo contenta.

-Tengo que hablar contigo, es una cosa muy importante.

-James, ¿Qué ocurre? estás serio.

-Prefiero decírtelo en persona, no es cualquier cosa.

-Por cierto, ¿Por qué hoy no has ido a clase?

-Estoy resfriado.

-Pobrecito, mejórate anda.

-Muchas gracias amor!

-De nada Jam.

-Nos vemos a las cuatro en mi casa ¿Vale?

-Si. perfecto, adiós.

-Chao!

*Acaba la llamada*

-¿Quién era Claudia? dijo mi madre.

-Era Arge que me preguntaba por qué no había ido hoy a clase, dije yo mintiendo.

-Vale, dijo mi madre convencida.

Cuando Lily, la chica que trabajaba ahí me renovó el carnet de identidad, me dirigí hacia la casa de James, toqué el timbre y esperé, cuando abrí pude apreciar el rostro de un chico muy preocupado, enseguida corrí a abrazarle y soltó una lagrimilla.

-Heeey ¿Qué ocurre? dije yo preocupada.

-Lo siento, no quería ponerme así delante tuya.

-No tienes de que disculparte pero ahora me lo vas a contar todo, dije yo.

-Si claro, pasa.

Despues de contármelo todo:

-¿Qué? ¿Cómo que te vas? Grité yo furiosa. Esto no puede estar ocurriendo James, te quiero, no podré estar lejos de ti, enseguida rompí a llorar yo también.

-Se supone que me tendría que alegrar por esto, nunca pensé que lloraría al recibir esta noticia, siempre he querido que llegara este momento hasta ahora, y es que el amor puede con todo, se supone que yo tendría que ser ahora la persona más feliz del mundo Claudia, pero sin embargo aquí estoy, llorando.

-James, de verdad me alegro mucho de que estés cumpliendo tu sueño pero no podremos seguir a distancia.

-Oye ¿Quieres ayudarme a preparar las maletas? Mi vuelo sale mañana muy temprano.

-¿Os váis todos?

-Sí, tendrías que ver a Tristan, está fatal, lleva con Arge ya cuatro meses saliendo y no puede creer que se vaya a tener que ir ahora cuando más feliz estaba.

-El pobre, venga va, vamos a preparar tu maleta.

Fuimos a su cuarto y en lo que estuvimos preparando la maleta se me colaron varias lagrimillas que intentaba contener pero no podía, el siempre se daba cuenta y en cuanto veía alguna lágrima cayendo por mi mejilla me abrazaba.

The VampsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora