La melodia de tu sonrisa

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Este será mi último año en la Secundaria.
¡Al fin! Pasaría al bachillerato y lo mejor, iré a un instituto distinto al de los que son ahora mis compañeros. No tengo nada contra ellos, pero tampoco les echaré de menos.
Excepto con Lorena, mi mejor amiga, que tras suplicar durante un largo tiempo a nuestras madres, iríamos al mismo instituto.
Al único que echaré de menos será  a Hugo. El chico más deseado por todas (o casi todas). Está en mi curso, aunque tiene un año más que yo; ya que repitió, si no me equivoco fue hace tres años y porque se tuvo que ir tres meses a América y no pudo reanudar sus estudios hasta que volvió.
<< Es alto, de 1'76 más o menos, delgado y de hombros anchos, tez pálida dejando ver unas pecas por encima de sus pómulos, unos grandes ojos azules, con un largo y sedoso pelo negro que le llega por encima de los hombros, siempre con una sonrisa en sus finos labios, con una cicatriz al comienzo de su ceja derecha que para mi gusto no le queda nada mal.
Pero no es solo 'deseado´ por su físico, también por su personalidad, alegre, tímido, amable, curioso, divertido, bastante inteligente...>>

Nos conocemos desde el año que repitió y creo que desde entonces me ha gustado. Terminamos siendo grandes amigos ya que siempre estamos con el mismo grupo de amigos y también tenemos una afición en común -La Música- Por lo que, de vez en cuando quedamos en su casa para componer o escuchar música. II En su casa tiene un pequeño estudio de música, con un teclado eléctrico, una guitarra y varios cuadernos de partituras. II
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Era un día como otro cualquiera, iba de camino al colegio pensando en varias cosas a la vez, los exámenes se acercaban, y no tenía otra cosa en la cabeza que no fueran las fórmulas de física y química, ya que es lo que peor se me da.
De repente vi a Hugo, nada más verle se me dibujó una sonrisa en la cara  y cuando me acerqué para saludarle pude ver que estaba con una chica. ¿Será esa chica de la que me había estado hablando últimamente de la que no se podía quitar de la cabeza? El largo cabello rubio de ella que caía como una cascada sobre su espalda y frente, recortándose a la perfección centímetros justos por encima de sus ojos verdes, que brillan intensamente bajo el Sol como sus refulgentes dientes.
Por supuesto, todo ello realzado por un cuerpo de modelo que solo provoca babas. Estaba segura, era ella...
 Me puse a “espiarles” desde una esquina de la calle y BUM, se besaron. Como si de una bomba se tratara, noté un peso sobre mi cuerpo, como algo en mí se destruía. Sabía que a Hugo le gustaba una chica,  que esa no era yo, pero supongo que nunca lo quise reconocer.
Me giré de espaldas a ellos, noté como se me rallaban los ojos. Quería llorar, gritar, hacer un mundo de aquello que acababa de ver, pero no, cuando noté como unas lágrimas caían por mis mejillas, me las sequé rápidamente miré el cielo y me dispuse a ir al colegio con una sonrisa como si nada hubiese pasado.

Llegué al colegio, y ahora mi cabeza no tenía tiempo para recordar las fórmulas de física y química, ahora no me podía quitar la imagen de Hugo y esa rubia despampanante besándose. Se me formó un nudo en la garganta.

-Deja de pensar en eso, olvídalo. –Me dije a mi misma.

Y para colmo en ese momento noté como alguien me abrazaba por la espalda. Hugo, él era el único que lo hacía… Sentir sus brazos alrededor de mi cintura, su pecho contra mi espalda, su cabeza sobre mi hombro, su olor… Sus abrazos provocaban que me saliese una sonrisa tonta que nadie quitaba de mi cara y que mi corazón se acelerara, pero esta vez no… Mi cara se quedó seria, como si para mi sus abrazos no significaran nada.

-¡Buenos días!- Tan feliz como siempre, no me extraña que este feliz después de… Ya sabéis… Eso que no quiero recordar.

-Buenos días.- Procuré que no se me notara diferente, pero con él es complicado, es como si fuera un libro abierto para él.

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