✨Verdades verdaderas ✨

Mejor la vida sin miedos

Tantas cosas hemos dejado de hacer por miedo o por el qué dirán; por querer ser aceptados o no ser rechazados; por temor a darlo todo y que concluya en una desventura. Por miedo, que nos frena. Por miedo que nos hace huir. Por desconfianza en uno mismo, falta de fé. Falta de apoyo, falta de experiencia. O quizás exceso de posibilidades que nos hacen sentir perdidos. Miedo por querer encajar; miedo de que hablen mal de nosotros; miedo a no gustarles. Ese miedo cegador que nos nos deja ver que eso no importa, que lo que realmente cuenta es vivir como uno quiere y aprovechar cada segundo de vida como uno desea, siempre y cuando no dañe al que tiene al lado. Hay que intentar desprenderse de ese lado cobarde que nos conforma y aferrarse a la valentía para ser quienes realmente somos, sin importar las caídas, los tropezones, los golpes, los altibajos, los insultos, las quejas, las dificultades; así como también las victorias y momentos de luz, que siempre debemos enfrentar con los pies en la tierra para no volarnos y volver a perdernos. Debemos tomar cada pasito de nuestra vida como una enseñanza que nos da la posibilidad de crecer y formarnos como personas.
Porque al fin y al cabo, en la vida es mejor llorar que no sentir; reírse fuerte que tener vergüenza de hacerlo; amar sin ser correspondido que no amar;  darte contra la pared que no intentarlo; ser positivo que perder la esperanza; unir para ser más, que separar para reinar. Es mejor intentarlo un millón de veces, que vencerse en la primera... Porque al fin y al cabo todo depende de aprender, de vivir para aprender, más que nada de las desgracias , de las que muchas veces nos quejamos. Porque al fin y al cabo, ¿para qué sirve vivir sino es para aprender de los errores? Porque aprender de las desgracias es hacer que lo que no te mata te fortalezca más y más.