Escribirle al amor

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Me prometí a mí misma dejar de escribirle al amor, al menos por un tiempo, pero acá estoy de nuevo, dedicándole mis palabras y todos mis sentimientos. Digo ''todos'' porque ya ni sé cómo reaccionar a lo que me pasa: felicidad, bronca, tristeza, ansiedad, libertad, y siempre, impotencia por no poder deshacerme de ellos. Un torbellino de emociones que son algunas hasta opuestas, pero al mismo tiempo se complotan entre sí para que todo concluya en intentar matarme cada vez que los tengo conmigo.

Intento ordenar mis ideas, pero la presión que eso me genera hace que sufra mucho más, ya que lo único que hago es sobre exigirme, como si tener que soportar todo lo que me pasa fuera poco. Es tan difícil entender lo que siento, pero más lo es pensar con la cabeza en vez de hacerlo con el corazón.



Enamorarse es muy complejo y complicado pero más lo es soltar a esa persona que tanto ha ocupado tu mente. No importa si fueron días o años; tampoco si pasó algo entre ustedes o no; tampoco es importante cuándo, cómo ni dónde conociste a esa persona; menos interesa quién es. Pero lo que sí es primordial es que sacarla de tus pensamientos es verdaderamente duro, pero no tan imposible como parece. Cuando te planteás olvidarte de ella, sentís que una parte tuya se irá para siempre, y eso que pensaste que iba a durar toda la vida, se esfumó en un abrir y cerrar de ojos. Lo que creíste que era perfecto ahora ya no lo es, y debés sacarlo de tu vida a la fuerza. Entonces, buscás explicaciones hasta a veces estúpidas para al menos convencerte de que esa persona no era (ni es) para vos; o a veces hasta llegás a plantearte, cegado por el amor, que no te merecías a esa persona. Son dos del millón de alternativas que existen cuando uno está en esta situación de mierda que no se la deseo a nadie. No sé cuál es la mejor, lo único que sí sé es que en la búsqueda del mínimo sufrimiento, en todos mis casos, he probado distintas maneras, pero en todas sentí dolor y frustración, impotencia, y tal vez, un poco de calma porque todo ya había pasado. Después pasa el tiempo, y se alivian las penas (sé que puede parecer cursi, pero es la verdad), así como pasa con todo en esta vida en la que luchamos día a día.

Pasan los días y jurás y recontra jurás no volver a enamorarte, hasta llegás a ''creer'' que el amor es lo peor que existe y que nunca vas a volver a sentirlo. Pero como todos sabemos, de los errores y las heridas se aprende; y la curiosidad, si se alimenta, nos devora; y la simple necesidad humana de dar y querer recibir cariño vuelve a aparecer. Simplemente por precisar de otros y por convivir con otras personas, volvemos a encontrar a quien mirar, enseñándonos de otra vez de otro nuevo (o no tan nuevo) error que es el de enamorarnos como si fuera la primera vez. Así es como sin querer (y queriendo un poquito) volvemos a escribirle al amor.

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