Hacia días que había vuelto a encontrar ese bendito sobre mientras limpiaba el altillo del departamento. Una vieja caja de madera cubierta de polvo llamó mi atención. Ya ni recordaba que había allí adentro y la maldita curiosidad hizo que me pusiese a investigar... Allí estaban todos recuerdos del pasado, momentos felices retratados en papel, fotos viejas del paso por Operación triunfo, El y yo sonriendo en la gala final, recortes de revista de nuestro viaje a Maldivas y entre todo eso el sobre de papel madera ¿cuantos años habían pasado ya? puff ya había perdido la cuenta pensé sosteniéndolo con mis manos. Era ya historia pasada, pero esta se empeñaba en volver. Pasé mucho tiempo tratando de recordar donde lo había dejado, pero como no logre dar con el , creí que en algún momento de ira lo había tirado. Dude mucho en abrirlo, pero después de tantos años, era tiempo de que supiese que tenia dentro. Lo abrí delicadamente, cortando el costado, como si estuviese desmantelando una bomba. Dentro había unas hojas y eso me confundió. Saque los papeles y comencé a leer. Era una carta fechada dos días después de que nos vimos aquel día en su casa.
Laura:
Dejarte ir fue el peor error de mi vida. He escrito esta canción y es para ti, habla de nosotros y de lo mucho que ansio que podamos solucionar nuestras diferencias y volver a intentar estar juntos.
Te amo, Tu David
Junto con la carta me enviaba la letra. Empece a leerla y no pude evitar llorar de rabia y tristeza por no haber abierto esa carta cuando la recibí. Así como estaba, la guarde nuevamente en la caja. Eran las 7 de la tarde y yo seguía allí sentada preguntándome si debería llamarlo y agradecerle.
-No seas tonta Laura, después de tantos años, déjalo ya, no tiene sentido- me repetía una y otra vez. Pero no escuché a mi propia voz y en un impulso llame al número que tenia agendado. Del otro lado del auricular, sonaba, sonaba y nadie respondía. Comencé a sentir miedo y corte.. Deje el móvil sobre la mesa -No es su número después de todo- dije en voz alta y me puse a ordenar el caos que tenía en la casa. Ufff Casi una hora me ha llevado poner en orden este lugar, me dije y me metí en el baño. Mientras me duchaba oí el móvil que sonaba a lo lejos, por la hora , debía ser mi madre y estaba segura que si no le contestaba, era capaz de mandar a la policía para ver si estaba bien. Salí de la ducha, toda enjabonada, pisando con cuidado para no resbalarme y caer. Cogí el móvil y conteste: Hola mama! estoy duchándome te llamo mas tarde ¿si? y corté. Volví al baño dando pequeños saltitos para mojar lo menos posible el piso , pero el móvil comenzó a sonar nuevamente y tuve que volver a buscarlo. Pero que coños!! dije cabreada y retrocedí casi en cámara lenta y cogí nuevamente el aparato. Alo, ¿quien jode, digo quien habla? pregunté medio mosqueada. -Laura, ¿eres tu? pregunto confundido, -Soy David ¿tu me has llamado? agregó. Me quede en blanco al oír su voz , ¿Laura? volvió a repetir. Escuchaba mi propia voz que me decía: Di algo, di algo, niña tonta Respire profundo y le respondí: Si, te he llamado. No estaba segura si aun era tu número, al parecer si lo era... este mira, encontré el sobre que me enviaste hace unos años y recién lo he abierto hoy- le solté de golpe y un silencio se hizo del otro lado del auricular. -Ya veo- dijo. Oye, no quiero incomodarte ni nada, es que lo he leído y me ha parecido correcto agradecerte. Perdona si te he generado algún malestar- No decía nada y yo ya me empezaba a congelar, estaba desnuda cubierta de espuma parada en el medio del pasillo que daba al baño. Rompió el silencio- Mira si quieres paso por tu casa en media hora y conversamos, ¿vale? Se me escapo una risilla histérica al recordar mi estado actual, ¿media hora dijo? repase mentalmente y me entro el pánico. - Media hora me parece bien le dije y me interrumpió diciendo, -Sigues viviendo en el departamento de la calle Mayor ¿no?. Respondí que si y así sin mas, colgó. Como pude, corrí al baño, me quite el resto de jabón que me quedaba, me calce una camiseta y unos pantalones de mezclilla, me acomode el pelo con los dedos. Di un repaso visual a la casa, suspire aliviada y orgullosa de tener la casa en orden. Shirley comenzó a ladrar y supe que ya había llegado. Que rápido había pasado el tiempo. Toco timbre. Abrí la puerta, ahí estaba después de tanto tiempo, con su pelo mas corto aunque aun conservaba sus rizos, una camiseta color azul marino y unos vaqueros que acentuaban sus piernas. Sonreía tímidamente cuando me saludo. Nos abrazamos por unos segundos. Pasa le dije, Shirley corrió a olfatear sus zapatos pero luego volvió a su almohadón ignorándolo.
-¿Quieres café, una cerveza, agua? - le ofrecí. -Un poco de agua esta bien- contestó y se sentó en uno de los taburetes del bar que dividía la cocina del comedor. Los nervios me volvían torpe y comencé a volcar las cosas que estaban sobre la mesada. Oí una risilla y gire molesta, ¿De que te ries? Nada mujer, no te enfades es que me encanta descubrir que sigues siendo la misma chiquilla alborotada de siempre. dijo al pasar. Le di el vaso de agua y me senté frente a el.
Nos miramos unos minutos mientras bebíamos. Ninguno se atrevía a hablar, hasta que tomo coraje y lo hizo. -Me doliò mucho no saber nada de ti durante estos años, fue un golpe muy duro que no hayas respondido a esa carta, No tienes ni idea de lo difícil que fue no poder hablar contigo, Me destrozaba saber que estábamos cerca, en el mismo lugar y tener que hacer malabares para no cruzarnos porque no querías saber nada de mi. ¿Porque ahora? ¿Porque después de tantos años? pregunto dolido.
No sabia que decirle, tenia razón, actué egoístamente pero ya estaba hecho y ahora tenia que enfrentar esta realidad. -En verdad lo siento, David. Para mi fue doloroso, y cuando recibí tu sobre, no estaba preparada para abrirlo, simplemente lo guarde y con el pasar de los días fui olvidándome de el y así se fueron los años. No creas que para mi fue sencillo ¡eh? Irme ese día de la que era nuestra casa fue devastador. Pero enterarme que me habías engañado era algo que no podía soportar ni perdonar. Caer en cuenta que todo lo que estábamos construyendo se esfumaba, así sin mas, fue muy doloroso para mi también. Por suerte el tiempo, mis amigos, la vida me ayudo a sanar esa herida y logre perdonarte y perdonarme. Te he llamado hoy por un impulso, porque creí que te gustaría saber, aunque sea tarde, que me ha encantado la canción- confesé.
¡Nunca te he engañado, eso fue solo una confusión, que no pude explicarte a tiempo, y tu no quisiste escuchar cuando tuve la oportunidad pero ya esta, el pasado mas vale enterrarlo y dejarlo donde esta- Dijo
Lo mire confundida, ¿No me había engañado?, nos habíamos separado por nada, y con esa confesión el peso de ese dolor se hizo mas grande.. Me sentía una tonta. Tome sus manos sin dejar de mirarlo y le dije -¿Podrás perdonarme algún día el no haber confiado en ti?
-Nunca tuve nada que perdonarte. Solo hay algo que me queda por saber-preguntó; - Y ahora que hacemos con todo esto? y llevó mis manos hacia su pecho. -Después de todos estos años, te sigo amando, ese el el motivo por el cual vine hasta aquí. Cuando recibí tu llamado mi corazón comenzó a latir fuerte . Comprendí mi amor por ti permaneció en silencio por mucho tiempo, pero ya no mas. Se levanto del taburete sin soltar mis manos, se puso frente a mi y se quedo mirándome por unos segundos. Soltó una de mis manos para acomodar un mechón de pelo que me cai sobre la sien, se inclino sobre mi y me beso. Y lo que comenzó como un beso tierno termino liberando la angustia, la frustración, el amor y la pasión que ambos reprimimos durante años. Hicimos el amor con la misma entrega que al principio, y pudimos sentir que nuestro amor estaba intacto.
Horas mas tarde permanecíamos en silencio, uno en los brazos del otro. Podía escuchar su respiración. Me sentía la mujer mas plena del mundo. Siempre había sido el, y siempre lo seria. Quería preguntarle que haríamos luego, como seguiríamos con esta historia, pero solo me limite a disfrutar de ese momento único. Su voz me saco de mis pensamientos -Estas muy callada ¿En que piensas? pregunto acariciando mi brazo con sus dedos. Me incline para mirarlo a la cara -Si podremos superar todo aquello que alguna vez nos separo- conteste sinceramente. Acaricio mi mejilla y dijo: estoy seguro que lo haremos, siempre y cuando solo seamos solo tu y yo. Ahora venga ya, a dormir que mañana nos espera un trajetin, que madre mía.- Dijo. Tiro de mi, y me recostó sobre su pecho, nos tapo con la manta y así con la calma de la noche y el sonido de nuestros corazones, lentamente nos quedamos dormidos...
