Prólogo

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  2019, el mundo entero estalló. La tercera guerra mundial cayó sobre el cielo y lo derrumbó sobre aquellos que no pudieron hacer más que cubrir sus cabezas con sus desnudos brazos. Resistieron armas, químicos, calor, fuego, frío, viento, muerte y destrucción. Sin embargo, como ha sucedido en cada instante de la historia, no todos sufrieron, no todos tuvieron sus brazos desnudos. Un pequeño grupo se refugió en refugios subterráneos construidos con enormes paredes de concreto, planchas de acero y recubiertos de kevlar.

El terror y resentimiento por aquel sistema tan humano como cruel que había desencadenado en siglos de lucha, sufrimiento y muerte llevó a la nueva sociedad de refugiados a apartarse del pasado y crear un nuevo régimen estatal basado en las escrituras de un hombre que fue conocido luego como El ultimo soñador. El hombre creó en su mente un mundo donde la ambición no fuese más que un fantasma del pasado; no hablaba de conformismo ni rechazaba el progreso, hablaba de aceptación. La sociedad quedó entonces dividida en cuatro sectores que llevaban el nombre de un elemento:

"Cuando el mundo fue sano y aún los hombres levitaban sobre él en el pensamiento del Dios creador, cuatro elementos le bastaron para dar vida y reinar. La tierra fue el lienzo sobre la cual el agua trazó la vida y el fuego castigó entre sus llamas a los traidores e injustos mientras el aire, omnipresente y sabio, unió y llevó el mensaje a cada rincón del vasto mundo. El equilibrio entre la vida y la muerte, el progreso y la cautela inundó el planeta entero. Pues el agua jamás ha pretendido quemar, el fuego sanar, el aire mojar y o la tierra volar. Ni las plantas han nacido del fuego regadas con tierra, ni el agua nunca ha entregado el secreto de la vida al aire, porque ninguno de ellos ha necesitado ser quien no es, porque cada uno se necesita, porque sin el otro su existencia no tiene fin" (El ultimo soñador; 2021) 

Así fue que Tierra se encargó del trabajo más duro y pesado. Tenían como objetivo construir los cimientos de aquel pequeño y reducido imperio. Eran obreros, mecánicos y constructores; mientras Agua fue destinado a la creación y el cuidado de la vida. Eran en su mayoría médicos, científicos, veterinarios y encargados de la producción del oxígeno en los enormes invernaderos. Ellos conocían el secreto de la vida, sabían cómo crearla y cuidarla. Fuego, al contrario de agua, se encargó, en cierto punto, de acabar con ella. Militares armados y dispuestos a luchar por el bienestar común y el orden del nuevo régimen, fueron el arma del refugio y también su escudo. Y por último, Aire tuvo la tarea de gobernar, era el enlace entre los otros tres elementos. Aire era sabio y por sobre todo justo, hablaba de derechos, política y educación. Sabía que era lo correcto e incorrecto y sus decisiones eran indiscutidas. 

Los sueños del Ultimo soñador quedaron plasmados en aquel mundo donde la gente aceptó su papel y se despojó de cualquier tipo de ambición que los llevara al conflicto, la lucha, la guerra y consecuentemente la destrucción. Su filosofía y cada sueño se volvió sagrado cuando éste tomó fuerza y se hizo realidad, entonces dejó de ser un plan y sus palabras fueron vistas como profecías. Y así el régimen creció y tomó fuerza cuando las asignaciones de elementos, que en un primer momento habían sido colocadas casi de forma azarosa, se convirtieron en hereditarias. Si el niño nacía en los primeros seis meses del año se lo marcaba bajo el signo de su padre y se lo criaba y educada como tal bajo una estricta formación que implicaba por lo largo de su vida el uso del neuro formador; y si el niño nacía entre los seis últimos meses del año se le asignaba y se lo criaba bajo el signo de su madre. 

La paz pareció así reinar después de la catástrofe, sin embargo aquella promesa de futuro tembló cuando el profeta con su último aliento susurró su último presagio:

"Cuando el último sueño haya sido revelado, agua y tierra nacerán, y de ellos la nueva vida y el nuevo orden surgirá" (2051)

El presagio se interpretó por el líder de turno como una advertencia. El orden actual sería destruido por dos niños nacidos en el año del último presagio que fue de hecho aquel mismo, uno nacido como elemento agua y el otro como elemento tierra. La decisión de evitar los embarazos era inútil, muchos de ellos ya habían dado a luz y en los demás casos interrumpirlo significaba poner en riesgo a las madres, por lo cual lo más justo era ir al punto en cuestión y evitar que un niño agua y uno tierra nacidos en aquel año llegasen a conocerse. Los sabios aconsejaron al líder que debía deshacerse de alguno, aseguraron que el pueblo lo entendería, porque en algún momento de la historia la gente comenzó a pensar que ante todo estaba el orden, la comunidad, luego la familia y finalmente uno mismo. Los sabios sugirieron que los bebés nacidos como elemento tierra eran menor cantidad aquel año, que eran más fáciles de forjar y la pérdida no sería tan grande. Así fue como la decisión se tomó y el pueblo intentó entender. Los padres y madres Tierra entregaron con lágrimas en los ojos a sus hijos a mano de los elemento Fuego, quienes se deshicieron de ellos de la forma menos dolorosa posible y se los enterró y conmemoró como héroes. El orden entonces pareció equilibrarse una vez más y la paz reinó por sobre todas las cosas. 

El sacrificio de la mariposa: Metamorfosis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora