Mis sentidos se vuelven un completo caos. Mi sangre hierve y mi corazón palpita dentro de mi pecho. Besarlo es tan fácil. Sólo me dejo llevar como una barca a la deriva por el movimiento danzante de sus labios. No supe hasta que lo besé, cuanto lo deseaba. Sólo quiero perderme en él, olvidarlo todo. Mis ojos se cierran y me imagino lejos. En un bosque, una montaña o en el tejado de un edificio destruido donde la luna es la única testigo de nuestros besos. Pero estoy tan lejos de aquellas cosas que la realidad me golpea cuando escucho a Yesung dejar escapar un pequeño quejido. Nos separamos como si nuestros cuerpos quemaran. Me arden las mejillas y cuando me volteo agradezco que la luz sea tan suave que apenas se alcance a ver mi rostro.
Yesung está despierto y tengo que sostenerlo para que no se levante.-Tienes que descansar - le digo y rápidamente me siento. Lo examino con un rápido vistazo. La vendas estan blancas, casi intactas. -En un par de horas podré ponerte el ungüento, estarás bien mañana.
-Me duele - Dice Yesung y yo sé que realmente lo hace.
-No tengo nada para el dolor, lo siento -Murmuro - Pero intenta volver a dormir, anda. -Él cede y su cabeza cae sobre mis piernas. Me quedo inmóvil, pero la imagen me enternece tanto que cuando reacciono me doy cuenta que mis manos le acarician el cabello. Yesung, lentamente, se vuelve a dormir.
-Creo que no soy el único... - Dice Hyukjae. Está tumbado junto a mí con su cabeza pegada a mi muslo. Él sonríe porque lo que sea que dice le hace mucha gracia. - Si muere ahora seguramente lo hará feliz - agrega, toma mi mano y se la lleva al cabello - Hazme feliz a mi también - murmura y yo sonrío como puedo. Los acaricio a ambos, pero Hyukjae se niega a dormir. Me mira con aquellos ojos hermosos, oscuros, profundos... me hipnotizan. Quiero besarlo.
Despierto asustado. No sé cuánto he dormido ni cuándo caí preso del agotamiento. Estoy acurrucado junto a Yesung, él está despierto, hablando con Hyukjae sobre alguna cosa. Estoy como aturdido y me cuesta entender lo que dicen. Me remuevo, me siento y ambos se callan. Hyukjae está de pie, bajo el foco amarillento de luz.
-Buenos días - Dice Hyukjae. En las manos tiene algo así como un mapa, creo.
-¿Ya amaneció? - pregunto alarmado.
-Oh, claro que no, sólo dormiste unas horas, quizás ni siquiera haya anochecido.
Yo me levanto y me preparo para atender a Yesung, él parece estar mejor de ánimos y cuando le reviso las heridas confirmo que éstas estan listas para el ungüento.-¿Cuando crees que estaré bien como para caminar? - Pregunta Yesung. Sus palabras son apenas entendibles, su voz se entrecorta porque hablar le debe ocasionar dolor - No podré protegerte si estoy así, y tengo que sacarte de aquí. Prometí dar mi vida por tí.
Sus palabras me sonrojan y evito dar alguna respuesta, incluso oculto mi rostro tras la máscara de oxígeno. Cuando busco a Hyukjae, encuentro su mirada fría sobre nosotros. Es como si nos analizara, luego sus ojos vuelven al mapa.-No lo sé, pero en unas horas estarás mejor. - Le respondo y, cuando vuelvo a vendarlo, lo recuesto y lo ayudo a beber un poco de agua. Luego bebo yo y finalmente me levanto para ofrecerle un poco a Hyukjae.
Cuando me acerco me doy cuenta que tiene en las manos un mapa de la escuela, es un plano de evacuación.
-¿De donde lo sacaste? - Hyukjae me mira un segundo, sonríe un poco y vuelve al mapa. Estar junto a él revive mis sentimientos, aquellos que me abordaron sin aviso mientras nos besabamos.-Mientras dormían salí de aquí, sabía que debía haber algún plano de éstos cerca de la salida de emergencia. Como estaba tras una lamina de vidrio no sufrió tanto el pasar del tiempo. Es bastante legible. Nosotros estamos aquí - me dice y su dedo señala un rectángulo enorme en el ala izquierda. - Ésta es la puerta de emergencia, está cerrada pero puede abrirse de una patada. Como habíamos supuesto, la puerta da al campo de deporte, pero, puntualmente, da a la puerta de lo que creo que es un gimnasio. No saldremos por allí, pero lo usaremos de escudo. Entre el gimnasio y las rejas perimetrales hay un espacio. Yesung tendrá que caminar solo, porque no entra más de uno. Además, saltaremos las rejas. Lo ayudaremos tú y yo a saltar. Una vez que estemos fuera sólo tendremos que correr una calle hacia el norte, hay una boca de subterráneo. Sólo es cuestión de seguir el camino para llegar a casa. No importa si estamos a horas de allí, nosotros conocemos todos los caminos bajo la tierra; los soldados del otro lado del río no.
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El sacrificio de la mariposa: Metamorfosis.
FanfictionDonghae, nacido bajo el régimen de una sociedad golpeado por las guerras y sumergida en el miedo a la libertad, decide huir del refugio donde ha nacido y vivido durante toda su vida luego de saber que una serie de sueños que ha tenido pueden llevarl...