Capítulo 4: El show.

232 50 28
                                    

Me despierta el sonido chillante de la puerta, luego la escasa luz que entra lentamente en una diagonal naranja desde la otra habitación me deja ver a Hyukjae de pie frente a mí. Yo estoy acurrucado sobre una de mis tres mantas mientras me cubro con las otras dos. Él me observa intentando encontrar mi rostro entre el menjunje de mantas y cabello, cuando lo hace creo que la sombra de una sonrisa se asoma por sus labios, pero no puedo estar seguro con la oscuridad espesa que se torna alrededor de nosotros.

-Levántate - me dice en un tono que me hace saber que no es una orden. De cualquier modo sé que no tengo manera de negarme aunque me pesan los ojos y me arden. Estoy agotado. Me pregunto qué hora es, no puedo haber dormido más de cuatro horas, no puede siquiera haber amanecido.

Cuando salgo, Hyukjae ya está reunido con los demás. Todos, excepto Heechul que no se encuentra aquí, están vestidos con abrigos negros tan largos que le llegan pasadas las rodillas. Están desperdigados por varios lugares de la sala; Henry está sentado en el sofá restregándose uno de sus pequeños ojos, Sungmin está en la mesa recargando cuatro armas enormes y por otra esquina están Hyukjae y Yesung. Todos se voltean a verme cuando mi presencia interrumpe la continuidad de la conversación, pero luego de un segundo ésta se vuelve en sí y todos continúan lo que están haciendo.

-Henry, tú llevarás la mercancía y te encargarás de hacer el trato. Yesung irá contigo porque es tu primera vez.
Henry parece emocionado y yo recuerdo que es la segunda vez que oigo el término "mercancía", me pregunto qué comercian, luego la mirada de Yesung me distrae por completo. Sus ojos oscuros y penetrantes están sobre mí y siento que queman como el fuego. Su abrigo trae una cubierta de pelaje animal alrededor que, en la oscuridad, parecen espinas saliendo de su cuerpo. Así vestido parece más grande, más fuerte y más feroz. No puedo evitar pensar en su figura bajo el marco de la puerta, las mantas en el piso, las mismas que me mantuvieron caliente durantes las horas que logré dormir. Por alguna razón aquel recuerdo aparece dentro de mi cabeza conflictuado con mi temor hacia él, y por algún motivo me resulta incómodo. Me obligo a dejar de mirarlo.
-Donghae - Hyukjae me está hablando y bajo su mirada me siento aliviado - Heechul despertó, ¿puedes ir a verlo? -Yo asiento entusiasmado por sentirme útil, aunque muy en el fondo de mí sólo quiero volver a mi depósito, a mi rincón y a mis mantas.

Cuando entro al cuarto, Heechul me recibe con una mirada viva y ágil. Luce muy distinto al chico moribundo de unas horas atrás. La venda que rodea su pecho desnudo está impecable, no ha sangrado durante estas horas.

-Así que eres tú - me dice cuando rodeo tímido la cama. Me siento tan ajeno a todos ellos que no puedo evitar imaginarme como un prisionero siguiendo órdenes. Todos, menos Henry, me intimidan hasta algún punto, incluso Sungmin. Sin embargo Heechul me observa sin la menor reticencia, supongo que es porque he salvado su vida.
-Creo que debería decir Gracias. - Me dice cuando me siento junto a él en la cama. Su presencia me recuerda a la última vez que vi a Kyuhyun, a la explosión y el miedo de que su cuerpo haya quedado bajo los escombros me llena de angustia. Pero me obligo a ser fuerte, Kyuhyun debe estar vivo, tiene que estarlo.

-Voy a quitarte la venda - le digo con la voz tan baja que debo repetirlo una vez más para que me entienda y coopere. Él levanta los brazos y yo desenvuelvo su torso. La herida está perfecta. El ungüento ha hecho su efecto y el hueco sanguinolento de horas atrás, es ahora una mancha roja de piel en pleno proceso de cicatrizado. En increible la velocidad de su efectos.
-Luce bien - le digo - ya no necesitas la venda. Dime como te sientes tú - Mientras él me relata una serie de síntomas yo tomo su presión tomando su muñeca y sintiendo los latidos de su pulso. Por un momento me dejo llevar por el recuerdo del refugio y los pacientes que atendí en mis prácticas de medicina. -Creo que tu presión está un poco baja, pero es normal. Necesitas descansar unas horas más.

El sacrificio de la mariposa: Metamorfosis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora