Soy un ser que posee conocimientos superiores. No lo tomen a mal, y no, no soy Dios, ni tampoco una sabelotodo. No descifré los secretos del universo ni sé explicar con claridad qué es la materia oscura y la espaguetización. ¿Pero saben qué? Si me dices que tienes un moretón feo en tu pierna o si te salieron muchas ronchas, inmediatamente te haré un montón de preguntas. Y sí, me mirarás como si estuviera loca, pero tengo esa maldita y bendita obsesión de tener que saber que estás bien. Tengo la necesidad de ser tu médica para diagnosticarte una única enfermedad, porque tú no la conoces, y el doctor que te atendió sin preocupación, tampoco. Siempre es algo más, algo 'normal', pero no importa, siento que ese es mi deber.
Sé que no me entiendes; nadie puede hacerlo. Excepto que seas uno de dos mil. ¿Saben lo difícil que es encontrar a otro como uno entre el montón cuando uno ya está ocupando veinte centenares de personas?
ESTÁS LEYENDO
Érase una vez... una enfermedad poco frecuente
No FicciónUna enfermedad poco frecuente es aquella que afecta a una persona de cada 2000. Existen más de 8000, pero todas coinciden en ciertos aspectos, como las causas inciertas, los tratamientos poco efectivos, la falta de medicamentos, entre otros. Estas s...