Gracias a Scarlett por Betear este capítulo.
Capítulo 7: Prudence.
No podía ocurrir.
Ni siquiera podía estar pasando.
Pero era cierto, Regulus había hecho la prueba con seis pociones distintas de los mejores pocionistas ilegales que vendían en Knockturn y todas sedimentaban un color amarillo intenso, todas y cada una de ellas.
Rojo escarlata es No.
Amarillo sedimentado es Si.
Estaba embarazado.
Intentó evitar aquello desde que tuvo sexo con Sirius por primera vez, ambos aprendieron hechizos anticonceptivos muy eficaces, estaban siempre con un pie delante de la situación debido a que darse el lujo de quedar embarazado y explicarles a sus puristas padres que se amaban no era una opción. Pero no recordaron los hechizos después de reconciliarse; no, por supuesto que no. ¡Tenían que ser un par de idiotas enamorados!
¿Y ahora qué harían?
El simple hecho de no hacer su relación oficial en todos aquellos años siempre radicó en la antipatía de Sirius por las creencias de la familia y por la importancia que Regulus les daba a las mismas. Orión Black no creería que el mayor de sus hijos pasó años convenciendo al menor de escapar de la familia con él, mucho menos que el menor rogó mil veces porque hicieran su relación formal y cumplieran las fases de cortejo como una pareja sangre pura común. Ambos eran Black después de todo y la terquedad corría por su sangre al igual que la magia.
Regulus se paseó inquieto por la habitación antes de sentarse sobre la cama y hundir su rostro entre sus manos. ¿Qué le diría a su madre? Ella estaba entusiasmada con la propuesta oficial de Barty Crouch Jr. Walburga era la que mejor conocía a Sirius, tan pronto le dijera que estaba embarazado de él, haría el drama más grande que se haya visto en su familia por generaciones.
Sostuvo una fuerte discusión con Sirius un par de días atrás, mucho antes de que las pociones estuviesen listas, sobre el futuro que tenía su relación si de verdad un niño estaba de por medio. El tiempo correría rápido como para tomarse el lujo de pensar con detenimiento.
—Aún no creo que pueda ser verdad—Regulus gimió, su rostro bonito empapado de lágrimas. Un gignere adecuado no tendría un desliz como aquel, un gignere adecuado esperaría a la propuesta oficial de un hombre en edad de casarse para empezar un cortejo. No debía revolcarse con su hermano rebelde y concebir un hijo.
El picotazo insistente de un ave colorida interrumpió su lloriqueo, era la mensajera de Sirius. Regulus se enjugó las lágrimas y con fingido orgullo caminó hasta la ventana para recibir a la avecilla, venía con una carta gruesa.
Era la respuesta de Sirius, el menor de toda la casta Black besó la solapa del sobre antes de abrirlo, una esperanza impresa en el gesto.
La carta aún tenía prendado el olor de Sirius.
-AprenderAVivir-
La segunda semana de Agosto Harry arribó a la casa de los Weasley, Hermione llegó treinta minutos después como lo acordaron en un desastroso correo alrededor de toda la semana. Fue una sorpresa para todos saber que James y Lily le dejaron ir de vacaciones por una semana a la casa de los Weasley, toda la familia pensó que ambos se negarían rotundamente. Para Harry fue en cambio una sorpresa agradable.
Lily tampoco podría creer que estaban permitiendo tal cosa, pero supuso que todo era por el bien de Harry, una vez que su condición fuera expuesta toda su libertad se iría, quería que su hijo disfrutara de la niñez sin prejuicios, sin El Ministerio tras su mano y sus modales de etiqueta o sus posibles pretendientes. Entretuvo sus inquietudes en explicarle a Molly cada una de las medicinas que Harry podría necesitar, a que era alérgico y que pociones no podía ingerir con mucha frecuencia, dejando una canasta con todas las medicinas etiquetadas.
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Aprender a vivir
FanfictionEn un mundo donde Voldemort nunca existió, donde Harry fue feliz con sus padres y los prejuicios de la sangre limpia son lo más importante en la sociedad. Es allí donde Harry conoce a Draco Malfoy, un chiquillo egocéntrico con el cual comienzan una...