Capítulo 12. ¿La última vez?

243 32 0
                                    



¿Ya está todo listo, hija?

Hoy nos íbamos, nos alejaríamos de todo esto, mi corazón se arrugó como una pasa en solo pensar que dejaríamos esta pequeña etapa de mi vida atrás, mi tristeza no se manifestaba con llanto más bien era como una nostalgia, todo el sentimiento se concentraba en mi corazón palpitante y en mi estómago, era similar al de "mariposas en el estómago" pero este era poco agradable, era un gran vacío.

______, te acabo de preguntar si ya tienes todo listo— La mano de mi madre se agitó delante de mis ojos, parpadeé aludida, ella llevó su mano hasta la mi frente, la miré y sus ojos reflejaban preocupación, le sonreí para que supiera que todo estaba bien pero ignoró mi sonrisa.

—¿Te pasa algo?— Se arrodilló delante de mi tomando mi cara entre sus manos, con sus pulgares acarició el hueso de mi mandíbula para darme confort.

Solo que voy a extrañar Miami— Era verdad pero no era únicamente por eso que estaba del todo ida.

Oh, cariño...— Se inclinó hacia a mí y no dudé ni un segundo en abrazarla —Yo también voy a extrañar todo esto pero no hay mejor que el hogar y nuestro hogar esta allá, en Venezuela, junto a tus abuelos, tu hermano, tu padre, tus amigos, junto a Arena y junto a mí.

Sé que quería reconfortarme, darme ánimos para que me sintiera mejor pero lo único que hizo fue lograr que volviera a sentir mi corazón arrugarse, suspiré asintiendo lentamente en el momento que ya no sentí la calidez del cuerpo de mi madre.

¿Realmente aquel país era mi hogar? Dicen que el hogar está junto la persona que amas y Camila no estaba en Venezuela. Odié por un momento a los imbéciles que no aprobaron mi estadía por más de seis meses amenazando con que si me quedaba más de eso me deportarían a mi país sin derecho de regresar, les pondrían una multa a mis padres y se encargarían de que yo no pisara el suelo americano otra vez, obviamente no puedo darme ese lujo.

Te quiero— Murmuré, Yuvanna sonrió apretándome la punta de la nariz con su dedo pulgar e índice actuando como pinzas.

—Te quiero más, hija— Se levantó con algo de dificultad debido a los altos tacones que lucía ese día —Termina de arreglarte que saldremos en 10 minutos al aeropuerto— Y con eso se alejó, salió de la habitación dando pasos cortos, elegantes; tantos años de práctica en el modelaje nunca la dejaban mal.

Miré mi pulsera, la apreté con fuerza en mi muñeca, de alguna forma esa pulsera me hacía sentir que Camila estaba a mi lado.

Me levanté tomando mi bolso, metí los brazos por ambas cintas, con ambas manos me saqué le cabello que estaba siendo pisado entre la mochila y mi espalda. Cogí mi celular metiéndomelo en el bolsillo delantero del jean negro que me había puesto aquel día, observé las maletas que tenía, eran 3 en total pero todas eran inmensas para mi gusto y pesadas, bajé a la sala no sin antes echarle el ultimo vistazo a la habitación, esa que por estos meses me había acogido, me hacía sentir en casa; papá estaba de espaldas así que aproveche para llamar su atención, cuando la obtuve le indiqué que yo no podía bajar las maletas, él me sonrió amable yendo a la búsqueda de ellas me ordenó que fuera al auto donde ya se encontraba el resto de mi familia, lo obedecí.

Justo cuando estaba por cruzar la calle siento una mano suave, pequeña tomar mi muñeca, giré la cara y allí estaba Lauren mirándome como si estuviera esperando algo.

—Laur, hola.

Hola— Me sonrió, le devolví el gesto —Escuché que ya se iban, mi padre me lo dijo anoche y pues no quiero que te vayas sin antes despedirme de ti, digo no hablamos mucho pero cuando lo hacíamos eran unas conversaciones interesantes, probablemente las más interesantes que he tenido con alguien— Se quedó callada unos segundos, sus ojos verdes estaban mucho más claros que de costumbre —Buena suerte...— Supe que su pequeño discurso había culminado cuando se acercó mas a mí y me abrazó por el cuello con fuerza, le devolví el abrazo a la mayor de los hermanos Jauregui estrechándola contra mí con cariño, después de todo serian el ultimo día que nos íbamos a ver.

Enamorada de una venezolana (Camila Cabello y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora