Capítulo 35

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  Logré darme cuenta a tiempo de que Raiza y Matthew ya se acercaban, así que dejé de besar a Evan, pero esto no había terminado.

  —Tenemos la llave— dijo Raiza.

  —Genial, entremos— dije.

Posteriormente, Raiza y Matthew volvieron a aturdir al guardia y entramos a la oficina. Nos dirigimos al cajón de archivos y cada uno buscaba en un bloque diferente. El que encontró mi archivo fue Evan, e inmediatamente Raiza lo reemplazó por el archivo falso, y aunque no debía también tome el de Julieta, volví a cerrar el cajón y salimos de la oficina rápidamente. Entonces, Evan borró la memoria del guardia.

Nos reunimos en el mismo lugar de antes y nos dispusimos a abrir mi archivo. Esto iba a ser algo incomodo pues en ese sobre se encontraba prácticamente todo lo que soy.

Al abrirlo, habían varias páginas de información. Decidimos leerlo todo, por si acaso.

  —Nombre completo: Avril Denise Reyes Steele— era vergonzoso que ahora supieran mi segundo nombre —, Edad: 18, Fecha de nacimiento: 09 de septiembre, Elemento: agua, Providencia: sur de Balmett, Responsable: Victoria Harrison, Familiares: Sarah Julieta Reyes Steele...

  —Detente— le pedí a Raiza —, ¿hay algo importante sobre mí, que sea realmente necesario de saber?

  —¿Tu segundo nombre es Denise?— preguntó Raiza ignorando por completo mi pregunta.

  —Sí, si, responde— miró el archivo y comenzó a leer rápidamente.

  —Aquí hay algo: se requieren pruebas, la estudiante ha estado actuando sospechoso y no asistió a la prueba de identificación de la mezcla, inspección inmediata, se solicita discreción. Más adelante dice esto: la estudiante pasa demasiado tiempo con gafas oscuras en interiores, señal de ocultar algo— leyó Raiza.

—Demonios— dije.

—Bueno, ahora nosotros tenemos el archivo y ellos no, eso es una ventaja. Ahora que Daniel no tiene con qué acecharte ni culparte podemos averiguar más a fondo que es lo que en realidad está buscando.

—Es verdad, ¿eso quiere decir que debemos esperar hasta mañana para seguir con el plan?— pregunté.

—Supongo— respondió Raiza.

Deje que Raiza y Matthew tomaran su propio camino, para yo tomar el mío con Evan. Sin un rumbo definido empezamos a caminar, nos manteníamos muy cerca. Me sentía tan culpable al no haberlo dejado explicar, solo me hundí en mis pensamientos y no deje si quiera que se acercara, fui tan torpe, sentía que debía recompensarlo de alguna manera.

—Y...— comenzó a decir Evan —¿Qué quieres hacer?

—No lo sé, ¿tú qué quieres hacer?

El ambiente era tenso pero calmado a la vez, no sabía bien cómo explicarlo. La verdad por mi parte tenía muchas ganas de lanzarme encima de él y besarlo hasta el cansancio, pero temía que él no quisiera lo mismo así que me contuve. Llegamos al cuarto de Evan.

Me quedé admirando la decoración unos minutos, fotos de su hermano, su madre y supongo que algunos otros familiares. No duré mucho, Evan me tomó por los hombros y me giró, me besó apasionadamente, me alegraba que pensáramos en lo mismo. Pero recordé algo. Detuve el beso.

  —Oye, debes tener un compañero— le recordé.

  —Oh sí, Scott. Probablemente vuelva más tarde.

  —No planeo arriesgarme— dije.

  —Bien y ¿a dónde quieres ir?

Algo dentro de mí recordó vagamente la escapatoria del instituto que me había enseñado Evan, y la verdad me pareció un estupendo lugar.

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