t r e c e.

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Habían pasado aproximadamente tres semanas.

Sunhee y Jimin se habían hecho realmente cercanos. Todos los días, después de que sus clases finalizaban, se iban juntos hasta la estación del metro y, en el camino, no paraban de hablar y reír. Incluso habían salido juntos unas cuantas veces más y la habían pasado de maravilla, hasta solían frecuentar la misma heladería a la que fueron la primera vez, convirtiéndola en su lugar preferido. 

Sunhee se sentía feliz al respecto, no paraba de encontrar cosas que le gustaran del chico, pero, aún así, trataba de no emocionarse y se hacía creer que esas sólo eran salidas entre amigos y nada más.

Estaba volviéndose completamente loca por ese chico, y le frustraba muchísimo. Le molestaba que el chico la inquietara tanto sin siquiera intentarlo o poner esfuerzo en ello.

Soltó un suspiro por pensar tanto en eso y mordió su labio desesperada para concentrarse mejor en lo que estaba pasando.

Jimin estaba tardando más de lo que normalmente tardaría. Ella comenzaba a pensar que algo le había pasado o que simplemente había tenido un inconveniente en su instituto, por lo cual no podía venir a la hora.

El instituto de Jimin no quedaba muy lejos, así que después de pensarlo tanto, comenzó a caminar para ir a ese lugar.

Después de todo, no tendría nada de malo que yo lo haga, ¿cierto? 

Ir a buscar a Jimin no le incomodaba para nada, si el chico era capaz de esperarla a fuera de su instituto por largos minutos sólo para irse con ella, Sunhee por lo menos debía hacer lo mismo por él.

Ella apresuró sus pasos hasta que se detuvo enfrente de una gran estructura, sintiendo que sus nervios aparecían. Ya había llegado.

Observó como habían pocos estudiantes que ya salían del instituto, y trató de ver si reconocía a alguno, lo cual fue un intento fallido. No veía a Jimin por ningún lado, y mucho menos a alguno sus amigos.

A ella no tenía mucha paciencia, así que luego de esperar unos minutos, observó entre las pocas personas que habían y escogió a un chico al azar para acercarse tímidamente.

—Disculpa—llamó la atención del desconocido. El chico posó sus ojos en ella, como esperando a que hablara—De casualidad, ¿sabes dónde está Park Jimin?

El chico pensó por unos segundos, y luego chasqueó con los dedos, plasmando una sonrisa en su cara. La chica había corrido con la suerte de que ese chico era uno de los compañeros de clases de Jimin, por lo cual, lo conocía.

—Sí—afirmó—Está en las gradas de atrás, con su novia—después de decir lo último, soltó una risa, como si aquello fuera gracioso.

Sunhee sintió como su corazón se detuvo por un instante y parpadeó múltiples veces al analizar mejor lo que había oído. Le agradeció rápidamente para ir al lugar que le había indicado. 

Su cabeza comenzó a recibir miles de pensamientos. ¿Jimin tenía novia? ¿por qué ella no sabía eso? ¿había estado saliendo con un chico que tenía novia?

Comenzó a caminar lentamente, como si no quisiera llegar al lugar indicado y confirmar lo que había dicho aquel chico. Ya estaba acercándose al patio del instituto y, al llegar a el, lo primero que notó fue al pelinegro junto a una chica.

Es muy bonita.

Veía como el chico le decía unas cosas a la muchacha con el ceño fruncido, como si estuviera reclamándole algo, mientras que ella sólo miraba al suelo asintiendo con la cabeza. Parecía que estaban discutiendo pero igual Sunhee no lograba entender de qué estaban hablando ya que estaba algo lejos como para escuchar algo o leer sus labios.

La chica que estaba con Jimin subió la mirada rápidamente y comenzó a hablar de manera animada, interrumpiéndolo. Al finalizar, pudo ver como se sonreían mutuamente.

A pesar de que ese chico desconocido le había dicho a Sunhee que Jimin estaba con su novia, ella se estaba obligando a pensar lo contrario. En su cabeza se repetía la frase de "Sólo es una muy buena amiga" 

¿Por qué tendría que sacar conclusiones de una manera tan apresurada y sin estar segura?

Sunhee mordió su labio y colocó su mano en cadera mientras que la apretaba un poco con sus dedos. La verdad es que no sabía que pensar y, ahora, su mente estaba hecha un lío.

Mordió su labio aún más fuerte cuando vio que Jimin se acercó a la chica y la abrazó. 

Sunhee notó que ellos eran realmente cercanos, sólo que no sabía que tipo de cercanía era la que los unía. Se sentía tan confundida en ese momento, que sólo quiso irse a su casa y pensar en la situación muy bien de manera calculada.

Sintió como sus mejillas comenzaron a mojarse.

Ella estaba confundida, no entendía por qué estaba llorando. Las lágrimas simplemente salían y ella no sabía como detenerlas. Desde cierto punto, se sentía realmente avergonzaba y culpable al haber salido con un chico que, al parecer, tenía novia; eso para ella era caer bajo.

La chica que abrazaba a Jimin la miró por unos segundos con las cejas elevadas. Sunhee no estaba en un lugar muy oculto, a decir verdad, se encontraba de pie en un lugar que revelaba su presencia.

—Demonios—comenzó a secar sus lágrimas rápidamente, mientras que se regañaba a si misma por haber sido descubierta.

La pelinegra se dio vuelta rápidamente y comenzó a caminar dando largas zancadas para retirarse de aquél lugar. Su pecho estaba apretado y se sentía el doble de avergonzada.

—¡Sunhee!—la chica dio un respingo al oír que Jimin la llamaba y, sin saber muy bien el por qué, comenzó a correr rápidamente para irse, sin mirar ni una sola vez atrás.

Se estaba molestando con ella misma por hacer tanto drama.

Subway↠p.jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora