Ya había pasado una semana y Sunhee aún evitaba a Jimin a toda costa. Trataba de no cruzarse con él y más de dos veces había tenido que salir de su instituto por un lugar que no fuera la salida principal, ya que él solía esperarla ahí.
Se encontraba en su habitación tranquilamente. Era fin de semana, lo cual significaba que estaría en su cama la mayor parte del día.
Sunhee gruñó al oír que su celular comenzaba a sonar. Sin ganas, estiró su mano hasta alcanzarlo y contestó la llamada.
—¿Diga?
—¿¡Aún estás durmiendo!?—Youngmi habló alterada.
La pelinegra no duró ni dos segundos en chillar como una niña regañada.
—¡No puedo creerlo, Im Sunhee!—gritó su mejor amiga a través del teléfono—Es domingo y tu estás haciendo nada. Te perdoné que no vinieras ayer a mi casa pero hoy no. Ve a vestirte.
—Pero...
—¡Nada!—la interrumpió—Iré a tu casa en un rato y saldremos.
Sunhee soltó un gritó para lanzar el celular en alguna parte de su cama y hundió su cara en la almohada.
Toda su semana se había basado en múltiples estrategias para evitar a Jimin. La vergüenza la comía viva y no podía imaginar en qué demonios le iba a decir si se lo encontraba, así que prefería no correr con ese riesgo.
Sí, la chica estaba escapando de la realidad.
El pobre chico también le había dejado mensajes que ella solía ignorar y Youngmi la regañaba hasta más no poder por ser una cobarde, y vaya que estaba en lo cierto.
Sunhee se decidió de una vez por todas en levantarse de la cama. Al hacerlo, comenzó a arrastrar sus pies para ir al baño.
—Tonta Youngmi.
[...]
—¿Dónde se supone que está esa niña?—Sunhee se dejó caer en el sofá.
Se había arreglado y vestido para ir con la castaña a quién sabe dónde; pero habían pasado más de cincuenta minutos y Youngmi no mostraba señales de vida.
La pelinegra bufó y revisó el celular. Youngmi estaba por fin comunicándose.
"Ni se te ocurra cerrarle la puerta en la cara"
El sonido del timbre resonó en toda la casa. Ella se levantó rápidamente y caminó hacia la puerta, sintiéndose aliviada.
De seguro la castaña había llegado, así que se apresuró a abrir la puerta para preguntarle el porqué de su mensaje; no había entendido nada.
—Oye, ¿por qué me enviaste e-
Su vista se posó en una cara que no era precisamente la de Youngmi y dejó de hablar al instante. Se quedó congelada.
La chica sintió como los nervios comenzaron a invadirla, su cuerpo se tensó y tuvo que morderse la lengua para no gritar en ese instante.
—Hola. Eres algo cruel, ¿sabes?—se apoyó en el porte de la puerta—¿Por qué me ignoraste toda está semana, Sunhee? Lastimaste mi corazón—el chico bromeó mientras llevaba su mano a su pecho y cerraba fuertemente sus ojos, como si de verdad le doliera.
Sunhee soltó una pequeña risa y desvió su mirada a otro lado, tratando de no tener contacto visual. Definitivamente iba a tener un ataque de nervios ahí mismo.
—Lo siento...—la chica se escuchaba apenada; después de todo, ignorarlo por mas de una semana era cruel, muy cruel—Es que estaba tan avergonzada, fui muy idiota.
Él frunció el ceño. No le había agradado nada que se llamara así a sí misma.
—No eres idiota.
Ella sólo suspiró.
—Lo siento por haber hecho una escena así aquel día.—Sunhee mordió su labio—No tenía el derecho, además de que no tenía razones de ponerme así.
—¿No tenías razones?
Sunhee le regaló una mala mirada rápidamente. Él lo estaba haciendo a propósito, claramente sabía el porqué, pero quería que ella lo dijera.
—Bueno... Sí.
—¿Y cuales eran?—el chico hablaba con cierta inocencia, como si no supiera nada. Idiota.
Ella volvió a mirarlo mal.
—¡Está bien! Estaba celosa y enojada porque abrazaste a esa chica.—admitió—Realmente pensé que era tu novia.
Él sonrío satisfecho. Ella comenzó a mover su pierna desesperadamente, se sentía abrumada y miraba al chico tratando de saber qué debía hacer con él.
—Bueno, no es por ser grosera o algo así pero... ¿Planeas estar aquí por mucho tiempo?
—¿Por qué?—Jimin se asustó. ¿Acaso la chica lo estaba corriendo? ¿O acaso estaba enojada con él?
—Youngmi vendrá en cualquier momento, quiere salir conmigo y bueno...
Él se relajó al instante, la chica estaba hablando era de eso. Una risa se escapó de sus labios.
—Ah, sobre eso...—soltó otra risa nerviosa—Le dije a Youngmi que te convenciera, para que te arreglaras... En realidad, la idea es que tu salieras conmigo, ella sólo me ayudaba.
—Así que fue tu idea.
—¿No fue ingenioso?
—Traidores...—la chica ignoro lo que Jimin había dicho anteriormente.
Jimin rió fuertemente y se acercó a ella, dándole un abrazo. Sunhee se mantenía con los brazos cruzados, así que su amiga había sido parte de ese plan.
—¿Entonces sí aceptas?
Sunhee rodó los ojos y soltó un bufido. Quería ir, obviamente quería ir con él, ¿cómo se iba a negar?
—Bueno, no me queda más qué hacer, ya estoy vestida—trató de sonar desinteresada, aún cuando no era cierto—Pero no podremos ir a ningún lugar si no me sueltas.
Jimin notó que estaba abrazando un poco fuerte a Sunhee y se separó rápidamente de ella, algo apenado. El calor comenzaba a concentrarse en sus mejillas.
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Subway↠p.jimin
Fiksi PenggemarDonde Jimin suele dejar sus cosas en el metro y Sunhee siempre se encarga de regresárselas. ❁Prohibida su copia, plagio o adaptación.