Capitulo 2 Parte 2

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-Lo lamento tanto, Marta -susurré al escuchar que la voz se le quebraba, alcancé su mano a mi boca y le di un beso.

-No te preocupes.

Pasó un buen rato, si pudiera verlo buscaría algún reloj. Mamá se había quedado a mi lado mientras Marta iba a bañarse y volvía. Le pregunté de nuevo a mamá por papá, pero sólo respondió que no me preocupara por él ahora y que luego me explicaría.

El doctor volvió a entrar unos minutos después, pidió hablar con mamá y Marta en carácter de suma importancia y me sobresalté, claro reflejo del miedo era el sonido del aparato encargado de registrar mi ritmo cardíaco a un lado de mi cabeza, que ya me tenía con una jaqueca terrible.

Llamé a la enfermera desde el botón bajo mi cama y le pedí un calmante. La mujer vaciló, insegura de hacerlo o no, musitó con voz dulce que debería esperar la palabra del doctor, ya que no estaba al corriente aún del resultado de los estudios que me habían practicado. Resignado, esperé a que el doctor Mayer volviera.

La mujer salió en completo silencio y me quedé solo. Mala idea. De sólo pensar la ola de problemas que tenía detrás de mí... no podía mover una pierna y tenía inmovilizado un brazo, de seguro debería usar silla de ruedas por un buen tiempo. Resoplé y una punzada de dolor me atravesó por la parte trasera del cráneo.

La puerta se abrió con un chillido frente a mí.

-¿Quién es? -pregunté, odiaba tener que preguntar, odiaba tener todo ese vendaje en la cara.

-Somos nosotros, Niall-musitó mamá con un extraño tono de voz.

-¿Todo está bien? - quise saber buscándole con la mano. Ella me la tomó enseguida -. ¿Y Marta? -pedí por mi novia pero no escuché su voz, ni siquiera algo que me indicara que estuviera en la misma habitación.

-Se fue -contestó sencillamente mamá.

-¿Volverá pronto?

-Eso no es lo importante -me interrumpió ella, ¿Qué podía ser más importante que el apoyo de mi novia? -. El doctor te quiere decir algo.

Agudicé el oído, esperanzado a que lo que dijera tuviera que ver con quitarme las vendas.

-Niall... -, empezó y lo escuché más cerca de lo que imaginé -. Te tienes que quedar unos días más para ver tu evolución. Ha sido un golpe duro y los estudios dicen que has sufrido un traumatismo importante en el lóbulo occipital del cerebro.

Incluso con mi escaso año de Medicina supe de inmediato qué era lo que pasaba. Corría peligro de perder la vista, si es que ya no la había perdido...

-¿Voy a quedar ciego? -escupí las palabras mientras un nudo se formaba en mi garganta, una nueva punzada relampagueó en mi cabeza y mamá me apretó la mano.

Contigo La Oscuridad No Existe |Niall Horan & (Tu)___|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora