Recordar aquellos días no me hacen precisamente feliz, más bien, me duele mucho volver dos años atrás y socavar aquellos recuerdos que si pudiera los hundiría en el mar, atrapados dentro de un cofre y con la llave echada. Sin embargo, siempre están allí y cuando los invoco vuelven tan nítidos como si los estuviera viviendo todos de nuevo.
- ¡¡Niall!! ¡Ven aquí! -gritó mi madre cuando yo intentaba escabullirme por la puerta delantera.
Era una mañana en casa, todo normal para alguien que lo viera desde afuera, pero nadie sospechaba lo que en verdad pasaba entre esas cuatro paredes. En el comedor, a minutos de que el almuerzo fuera servido, mamá y papá intercambiaban ideas de modo poco ortodoxo. Mientras yo lo escuchaba todo desde mi cuarto escaleras arriba.
Estaba harto de tener que soportar sus discusiones, era una escena que se repetía casi a diario. Los "Casarme contigo fue lo peor que me pudo haber pasado" y sus derivados eran siempre parte del problema.
La mayoría de las veces intentaba ignorarlos, no dejaría que me afectaran sus discusiones. Después de todo, eran problemas entre ellos, yo no tenía lugar allí, por suerte. Aunque, muchas veces me metían en medio.
Pero ésa había sido la gota que rebalsó el vaso. La paciencia llega hasta cierto límite, y yo tenía paciencia de sobra ?o eso era lo que creía?, sin embargo, debía poner un punto final a esa ira que se amontonaba en mi pecho.
Respiré hondo para no dejar que me afectaran sus gritos como todas las veces anteriores.
La línea que hasta entonces estaba trazando en otro de los retratos que solía hacer de mi novia se salió de su lugar a causa de los nervios. Solía dibujar o componer cuando me sentía acorralado, normalmente conseguía calmarme, pero no esa vez. No lo soporté.
No me arruinarían la existencia con peleas donde yo no tenía nada que ver, no echarían a perder mi usual buen humor con otra de sus rencillas estúpidas.
La discusión de ese día había empezado con la frase de siempre: "¿Qué quieres decir con eso?" por parte de mamá respondiendo a algún comentario sarcástico de papá, lo que le continuaba oleadas de frases que me sabía prácticamente de memoria. Papá pensaba que mamá pasaba demasiado tiempo en su pequeña librería en las afueras de Boston, y mamá le respondía que si le pasara más dinero no tendría que trabajar horas extras... Así empezaba y así también podría pasar toda una noche y no llegarían a un acuerdo. Simplemente se cansaban o uno de los dos recordaba qué hora era y se iba a dormir en el cuarto de visitas.
Estaba cansado de escucharlos por lo que tomé mi abrigo y me decidí por dar un paseo en el auto que me habían regalado por mis veinte años -foco también, muchas veces, de esas discusiones-. Afuera era invierno crudo y oscuro a pesar de ser mediodía.Invierno que voy a odiar toda mi vida.
- ¡Niall! -volvió a gritar mamá, ahora detrás de mí, que ya tenía la mano sobre el pomo de la puerta.
- ¿Qué pasa, mamá? -intenté modular la voz, me habían enseñado a no levantarle la voz a los mayores.
- ¿Dónde vas? Quédate.
- ¡¿Quieres que me quede?! ¿A qué? ¿A presenciar como se atacan el uno al otro, otra vez? - no pude evitar explotar, algún día lo haría- ¡Sé sus diálogos de memoria, mamá! Puedo recordarlos cada vez que quisiera si lo que quiero es torturarme. Pero no más, ¡estoy harto! Harto de escucharlos, harto de tener que soportar sus escenas. ¿Sabían que se los escucha desde la otra cuadra? No es muy agradable saber que mis compañeros se enteraron de los problemas maritales entre ustedes. De hecho, no sé por qué sigo hablando. Me voy -anuncié ante la mirada perpleja de mi mamá que se había quedado paralizada a un metro de mí. Me giré para abrir la puerta.
- ¡Niall Horan! ¡Vuelve aquí! - ese era mi padre con aquel tono de autoridad suyo, que hacía su aparición en escena dando zancadas desde la cocina.
- Mírame hacerlo- le desafié lleno de sarcasmo, y salí.
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Contigo La Oscuridad No Existe |Niall Horan & (Tu)___|
FanficSipnosis: La vida es dura, te quita todo hasta que la escuchas reír maquiavélicamente en tu cabeza, disfrutando de tu dolor. La vida es injusta, difícil, cruel y vacía... lo es cuando una oscuridad te cubre de pies a cabeza expandiéndose a todo c...