10 días con Kujo Jotaro | JotaroXLectora

Trufa de Ron [+18]

Weno, festejando que la historia llegó a 500 leídas pues aquí tienen su lemmon, espero que lo disfruten y que sigan leyendo UuUr Las quiero. Créditos de casi todo el capítulo alv a Yokilemi.

*Narra Jotaro*

Denme un respiro... ¿Cómo empezó todo esto?

—Estás ebria, demasiado... 

—L-lo sé... Pero tú... U-un momento, J-Jotaro...— La miré fijamente, se controlar muy bien mi alcohol y el efecto no era muy fuerte. 

— ¿Dónde está mi plátano?— Dijo torpemente mientras intentaba zafarse de mi agarre. 

—Tu plátano? No será que quieras, ahora...

—Yo hoy quiero soñar con Dio-Sama!!—La muy tonta al intentar zafarse se había caído de la cama. 

Con una expresión de boba en el rostro se le estaba cayendo la baba de su boca. Realmente parecía una chica ebria. Me pare de la cama para sentarme en el suelo al lado de ____. Ladeó la cabeza, ella tenía su cabello alborotado desde que llegamos al departamento. 

—Si fueras Dio... —comenzó a hablar.— Te dejaria dormir conmigo en este estado.— Me apuntó con su dedo medio con una sonrisa mirándome desde pies a cabeza. —De todas formas, estás viviendo en mi casa y ya no te importa dormir en mi cama con tanto poster tuyo— se acostó en el suelo nuevamente.— Y ahora haces lo que quieres. 

Mordí mis labios en frustración, escuchar el nombre de Dio me hacía molesto. Ese hijo de perra tenía calcetines en su paquete, estaba seguro. Miré a ___, que tenía la mirada en el techo del cuarto donde había un poster del tío Josuke. 

—... Imagina que soy Dio esta noche. 

—Pero Zhi tú er-— Sus labios ya estaban juntos con los míos antes de completar la frase.

____ devolvió el beso sin moverse aún con los ojos entreabiertos. Coloque mi cuerpo encima del suyo acorralando sus movimientos encerrandola entre mis manos. Los besos se hacían cada vez más lascivos y húmedos dentro, con un sabor a alcohol y pizza. Mi lengua acariciaba su boca con cada movimiento. ____ empezaba a retorcerse debajo de mi cuerpo. Se movía demasiado. Coloque mis manos en sus muñecas y mi pierna entremedio de las suyas y profundicé más el beso soltando gruñidos y suspiros en su boca. Cuando se quedó quieta baje por su cuello entre lamidas y caricias, ahora bajando mis manos por su cintura subiendo la falda de su vestido. La miré por un momento y su rostro estaba rojo y sus ojos dilatados, respiraba pesada. Me desabotoné la camisa mientras la observaba como ella seguía quieta. Tire la camisa a un lado y tome su cintura. Ella había abierto más los ojos y su mano se abalanzó para tocar mi pecho. Solté un suspiro a su tacto. Bajo su mano por mi abdomen remarcando unas cicatrices. Bajó más hasta los dos cinturones de mi pantalón. 

—Todavía no, chica mala.— Dije interrumpiendo su tacto tomando su muñeca —Ya vamos muy rápido.

—Pero tú dijiste que ibas a ser mi Dio—con un puchero aún arrastrando sus palabras.— Y quería comprobar si tú paquete... Si tú paquete...— Comenzó a babear. 

—Chica sucia.— Puse su mano directamente en mi entrepierna. 

Sentí recorrer una electricidad en mi espalda. Ella no hacia nada, y su expresión se hacía de sorpresa. Su mano hacia círculos mientras mi agarre se hacía más débil hasta soltar su muñeca, dejé mis ojos medio abiertos. No había tenido esta atención hace mucho tiempo. Viendo como ____ se acomodaba apoyándose en uno de sus brazos mientras que con la otra acariciaba mi creciente erección. No pude evitar dar un suspiro e interrumpiendo mordiendo mis labios, moviendo lentamente mis caderas.