Capítulo 4

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AAAAGHHHHHHH, PIDO DISCULPAS DE NUEVO. 

La verdad es que mi cerebro dejaba de funcionar de ratitos y me quedé sin inspiración e ideas, afortunadamente hoy les tengo el 4to Capítulo :s ¡Disfruten! 

Desperté en el sofá y Jotaro no estaba ahí, supuse que todo fue un sueño por lo cuál comencé a llorar, sentía un gran dolor en mi pecho:

— ¡W-Waaaaah! ¡Jotarooo! — Decía mientras me ponía de pie y me tallaba los ojos.

— ¿Ah? ¿Por qué lloras? Sigo aquí— Me dio un golpe en la frente— Eres una tonta si pensaste que me iría de aquí.

No sé cómo tomar eso.

— ¡N-No! ¡Tu eres un tonto si pensaste que lloré de verdad! — Intenté disimular mientras me ponía de pie y me dirigía al baño.

— ¿A-Ah? ¿A dónde vas?— Dijo siguiéndome.

— Las mujeres también tienen que hacer sus necesidades.— Dejó de seguirme al instante.

Me metí a bañar, era un buen día pero no tan bueno cómo para que mis padres vengan a visitarme, aún estoy pensando en que les voy a decir sobre Jotaro, además, Jotaro es muy directo, aunque con respecto al amor es algo tsundere, pero quién sabe, ojalá mi Dios Araki escuche mis rezos. Salí de la ducha y me cubrí el cuerpo con una toalla, abrí la puerta del baño y me asomé para ver si Jotaro estaba cerca.

Salí con con cuidado, y al entrar en mi habitación me topé con el sentado en mi cama, observando que la sábana de la cama había sido cambiada por una de Joseph de joven:

— ¿V-Viejo? — Dijo algo incómodo ante semejante figura.

— ¡H-Hey! ¿Q-Qué haces? ¡F-Fuera de mi habitación! — Dije mientras le lanzaba un peluche de el. 

— Cada día me sorprendes más...— Atrapó el peluche.

— ¡C-Ciera la bo...— Tocaron la puerta.

Lo que faltaba, mis padres son puntuales, demasiado, si llego 2 minutos tarde estaría muerta. Jotaro salió de la habitación y volvió con una carta la cuál me entregó.

— Creo que es de tus padres— Dijo seriamente y después la abrí comenzando a leer.

— Bla bla bla... blabla... blablablabla... blabla... Restaurante.... Cena...— Sentí cómo si me fuera a morir, sentía que mi destino sería como el de los Zeppeli.

— ¿Qué dice? — Me miró fijamente.

— Prácticamente es una cena formal, quiere que hablemos sobre nuestra relación y esas cosas... ¡P-Pero! Primero debes aprender a comportarte, no seas directo ni grosero, tampoco llames a mi madre perra escandalosa.

 Tomé las bolsas de ropa que compramos ayer, se las entregué demasiado nerviosa.

— T-Toma un baño y vístete.... T-Te esperaré...— Lo saqué de mi habitación y cerré la puerta.

Aún sigo preguntándome de dónde sacó tanto dinero, según yo no traía nada, digo, digo, no es por que haya revisado sus bolsillos mientras duerme.

Busqué en las bolsas de ropa que compramos aquella noche, y recordé que compró un vestido muy bonito, ah.... ¡Lo encontré! ¡Ains, es demasiado lindo! Me lo puse en unos instantes, me miré al espejo y suspiré:

 ¡Lo encontré! ¡Ains, es demasiado lindo! Me lo puse en unos instantes, me miré al espejo y suspiré:

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10 días con Kujo Jotaro | JotaroXLectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora