Sé que nunca podre olvidar todo daño que él me hizo pero no quiero pensar más en eso, ahora estoy rodeado de calidez me siento seguro y amado.
Esa mañana ninguno de los dos se quedo a clases tomaron sus cosas y se retiraron con rumbo a la casa del japonés pues era obvio que después de todo lo que pasó ambos necesitaban un descanso. En el breve recorrido no se menciono palabra alguna pues no era necesario, iban tomados de las manos disfrutando del silencio y de los colores brillantes que les ofrecía el nuevo día.
Al llegar a su destino se despidieron con un afectuoso beso y un abrazo del cual no se hubieran querido separar nunca, dejando la promesa de verse al siguiente día.
Otabek estaba claramente cansado se podían notar unas manchas negras debajo de sus ojos resultado de lo poco que había dormido y lo único que quería era ir a descansar pero antes tenía que encargarse de un asunto.
-Director Feltsman, el joven Altin desea hablar con usted- anunciaba una joven castaña con su cabello recogido en un moño alto, maquillaje discreto y amable sonrisa.
-Dile que pase- indicó el hombre detrás de su gran y costoso escritorio.
Después de un saludo cordial ambos comenzaron a hablar de lo ocurrido, el director mantenía una postura que indicaba que las acciones de los menores eran indignantes y que el mayor afectado seria Yuuri por estar en el instituto gracias a una beca, Otabek escuchó todos los argumentos con una cara seria e indiferente hasta que fue su turno para hablar exponiendo de esta manera que todo había sido un malentendido y que el culpable era Jean Jacques Leroy por encerrarlos en la sala de música dejando claro que exigía que este fuera castigado de forma ejemplar.
Una vez que dejo en claro las cosas se retiro para buscar a J. J. lo cual no le llevo más que un par de minutos pues se encontraba en la cafetería con su grupo de amigos.
-¿Qué tal tu noche de pasión con Katsuki?- Dijo J. J. cuando vio al pelinegro aproximándose al lugar donde él se encontraba. - No tenias que venir a agradecerm...- no pudo terminar de hablar pues es ese instante recibió un fuerte golpe en la cara dejando ver un hilo de sangre en su boca.
-¿Qué te pasa idiota? solo fue una broma- gritaba enojado mientras que con su mano limpiaba la sangre.
Otabek lo tomo por el cuello de la camisa dedicándole una mirada severa sin rastro de compasión - No me gustan las bromas y más te vale no volver a meterte conmigo o con Yuuri por que no te dejare ir solo con un simple golpe-.
Después de todo lo que ocurrió no había nadie en todo el instituto que no supiera cual era la relación que mantenían los dos pelinegros pues ellos no se molestaban en absoluto tratando de ocultarlo, cada que tenían la oportunidad estaban juntos incluso por capricho de Yuuri ahora Otabek pasaba a recogerlo todas las mañanas en su moto y lo dejaba en su casa después de la escuela.
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Sabor a chocolate
FanfictionYuuri está atrapado en un amor unilateral ya que se enamoró de Viktor Nikiforov su mejor amigo ahora debe luchar cada día por ocultar sus sentimientos y pensar que hacer después de escuchar la dulce confesión de un chico malo -Desde que vi tus ojos...