INK (Bendy x Boris)

cap 1 [heridas]

- Ay! Ten cuidado -se quejaba el lobo de color negro mientras su amigo terminaba de coser su pecho.
- Perdona, perdona -dijo Bendy dando la última puntada.

Ambos amigos se encontraban sentando en el suelo de madera gastada de la fábrica, al lado de Bendy se encontraba una pequeña caja en la que había hilos y agujas de coser. El silencio se hizo mientras el pequeño demonio observaba como había quedado la costura, solo pudo coser la carne, ya que, la piel parecía haberse encogido.

- habrá que hacer algo con eso -dijo Bendy pensativo.

Boris le miro curioso sin saber que planeaba su pequeño amigo, lo vio rebuscando en la caja de costura, de la cual saco unas curitas grandes y las coloco de forma horizontal sobre las costuras.

- ya esta -dijo el demonio y miro al lobo, quien tenia una expresión seria.
- gracias Bendy -dijo el lobo sin mirar a su amigo.

El silencio reino el lugar, solo se oía las gotas de tinta caer al suelo, estas, salían de un tintero volcado sobre una de las mesas. El lobo se levanto con una expresión molesta en el rostro, camino hasta la mesa y levanto el tintero, deteniendo así la caída repetitiva de gotas. Bendy solo le miraba, sin decir nada.

- Iré a investigar el lugar -dijo el pequeño demonio levantandose del suelo.
- Esta bien -respondió el lobo sin siquiera mirarle.

Bendy caminaba por los pasillos del extraño y viejo lugar, aveces la madera chirriaba bajo los pies del pequeño, había humedad, lo que provocaba algunas goteras en el techo, las telarañas se acumulaban en las esquinas.

Una tenia luz salia por debajo de las puertas, pero cada vez que Bendy intentaba abrirlas, la luz se apagaba, como si nada o nadie estuviera allí y todo hubiera sido producto de la imaginación del pequeño demonio.

- Por que no se abre? -se preguntaba Bendy.

Siguió caminando por los pasillos, los cuales eran iluminados con la tenue luz de las bombillas que colgaban del techo llenas de polvo. Después de un rato caminando, Bendy llego a una pequeña sala donde parece que se proyectaba películas, había unas pocas sillas colocadas de forma que estaban mirando a una pared, un proyecto antiguo sin rollo de película, y en la pared había un muñeco de cartón, pero no era un muñeco cualquiera, era de Bendy. El demonio se acercó lentamente hasta estar frente a frente.

- Soy... Yo? -dijo en un susurro mientras pasaba su mano por el recortado de cartón.

Bendy estuvo viéndolo durante unos segundos, hasta que la voz de su amigo le saco del trance en el que había entrado.

- Bendy? Donde estas? -decía el lobo buscando al demonio.

Boris entro en la sala en la que se encontraba Bendy y le vio observando el recortable. Boris solo se acercó.

- Se parece a ti -dijo el lobo mirando la figura echa de carton.

Bendy asintió con la cabeza y después, sin motivo aparente, abrazo a Boris, quien se sorprendió pero correspondió al abrazo.

- Bendy? -preguntó el lobo curioso.
- Me asusta esa figura -mintió el demonio.

Lo que Boris no había notado era que las mejillas de su pequeño amigo estaban teñidas de un leve color rojo. Bendy, se había sonrojado por el abrazo correspondido del mayor.