7.

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Renjun le dio un empujón a Mark, quien se rió y le devolvió el mismo.

—Ya déjame.—Renjun volvió una vez más a su fase triste luego de reírse un rato.—Vámonos ya.

Mark asintió y le pasó un brazo por los hombros a su mejor amigo.

—El hospital.—Mark habló más para él mismo que para Renjun cuando divisó el gran edificio de paredes blancas. Escuchó a Renjun suspirar antes de que ambos pasaran por las puertas de este.

Renjun habló con la mujer detrás del escritorio de la recepción.

—Sí, venimos por Na Jaemin.—Mark escuchó como al final de aquella oración la voz de su mejor amigo se cortó un poco. No escuchó nada más hasta que Renjun estuvo parado junto a él diciéndole el número de habitación en la que se encontraba Jaemin.

—Deberías, ya sabes,—vaciló.—ir tú solo ahora. Yo puedo ir en un rato.

Renjun asintió vagamente, pero Mark sabía que no lo estaba escuchando. El rubio no lo culpaba, Renjun venía a ver al amor de su vida internado en un hospital.

—Te traeré café. —prometió y luego de eso ambos se separaron. Luego de que Mark fuese a preguntar en dónde estaba ubicada la cafetería pasó por las distintas habitaciones. Incluso se encontró con la de Jaemin, sólo pudo ver la espalda de Renjun mientras entrelazaba su mano con la de Jaemin y le decía algo.

Mark suspiró de alivio al ver que Jaemin estaba despierto. Jaemin había cruzado la calle la tarde del día anterior y un conductor se había distraído y no lo había visto. Provocando que la parte delantera del auto golpeara a Jaemin. Por suerte, no se consideró un atropello como tal, pero no dejaron ni a Renjun ni a Mark ver a Jaemin. Puesto que era la primera noche y sólo la familia podía verlo.

Mark incluso se tuvo que llevar a rastras a Renjun, quien se negaba a dejar la habitación hasta que Jaemin abriera los ojos.

Mark se sentó en la silla, café en mano, mirando hacia la nada. Pensando en cómo Renjun amaba a Jaemin, sin importar su género, su aspecto, sin importarle nada. Mark a veces se creía cobarde.

Alzó una ceja y salió de su ensoñación al escuchar una voz familiar.

—Chenle, tienes que comer.—okay, en definitiva tenía que ser la voz de Donghyuck. Sacó su celular, y se puso sus audífonos, fingiendo escuchar música cuando en realidad estaba escuchando la conversación.

El otro chico, según asumía Mark, se mantuvo en silencio y por el gruñido casi lamento que soltó Donghyuck se había negado.

Mark pensó en que realmente no debería interesarse por aquello, por el hilo de la conversación, incluso por Donghyuck. Pero Donghyuck era como el polo opuesto del imán de Mark, y los polos opuestos siempre se atraen.

Tuvo que voltear la cabeza (seguramente otros también lo hicieron) y mirar hacia donde estaba Donghyuck cuando escuchó a alguien golpear la mesa.

Mark tragó duro. No podía ver el rostro del chico porque este miraba fijamente a Chenle.

—Comerás, te guste o no.

—J-Jisung...—Donghyuck tartamudeó.

—Ya me oíste.

Salió de allí, dejando la cafetería en un completo silencio. Donghyuck suspiró.

—Ya lo oíste.—fue cuando Donghyuck pasó por su lado que notó el uniforme que llevaba. ¿Donghyuck era un practicante?

Le tomó de la muñeca.

—Necesito hablar contigo.

Donghyuck lo miró fijamente a los ojos, ambos se quedaron así por minutos.

—Está bien.—al final aceptó. —Nos vemos en la sala de espera.

N/A:

SE PRENDIÓ ESTA MIERDA BAI, YO ME VOY

Rose♡´・ᴗ・'♡

No Homo ❀ markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora