El viaje no fue tan largo como pensé que sería aunque también hay que ponerse a pensar que estuve durmiendo la mayor parte, la chica pelirroja no volvió a hablarme cosa que agradecí, en este momento no tengo ganas de escuchar a nadie y aún menos que me digan cosas que ya se.
Me encontraba sentada con mi mochica y mi reproductor de música más conocido como un ipod, literalmente muerto por haber escuchado toda mi playlist de música deprimente, Estaba empezando a darme hambre y aun no veía al amigo de Trevor por ninguna parte.
Dios, soy estúpida. Nose ni con quien se supone que me voy a encontrar.
Que tal si el ya está aquí y yo aun no lo e visto.
Una mano tocando mi hombro hizo que literalmente saltara del susto para encontrarme con un señor que aparentaba mas o menos la edad de Trevor con unas cuantas canas, una barba supongo de unos cuantos días a lo mucho, tiene una mirada risueña muy parecida a la de Trevor, pero nada mas.
—Lo siento tanto, ¿eres Rebbeca Du Pont? se lo notaba algo nervioso pero con una pequeña sonrisa, supongo para infundir seguridad y confianza.
—Si— levanté mi mano para estrecharla con la suya, al principio se vio algo confundido pero luego me devolvió el saludo con una amistosa sonrisa. —Usted debe ser el amigo de Trevor.
—Louis,pero llamame Peter.
—Un gusto Peter— le dedique una pequeña sonrisa para seguido colgarme la mochila al hombro y dirigirse a su auto.
Me corrijo, no es un auto, es una camioneta específicamente guinda a mi parecer muy bonita, aparenta haberle costado mucho.
No decimos nada en el camino, pero no hay ese silencio incómodo de suele haber cuando recién conoces a una persona, al contrario me siento a gusto con el silencio, a decir verdad no tengo muchas ganas de hablar y aprecio mucho que el lo respete.
Miraba el paisaje por la ventana cuando unas pequeñas gotas empezaron a caer, dándome indicios de que una pequeña tormenta llegaría,y al mirar el cielo no hizo nada mas que confirmar mis sospechas, estaba literalmente gris, no se podía ver ni un rayo de sol.
—Ya llegamos señorita Du Pont.
—Por Favor Peter, solo dime Rebecca— nunca me a gustado que me hablen de señorita, me hace sentir como una niña mimada, algo no muy fuera de la realidad para ser sincera pero de todas formas no me gusta.
—De acuerdo señ...perdón Rebecca.
Una pequeña carcajada se escapo de mi labios, pero intenté disimularlo mirando hacia otro lado.
Nos encontrábamos en el estacionamiento, y Peter buscaba un lugar en especifico, supongo que el de los empleados del hotel, una que otra vez Trevor había mencionado a un amigo que vivía en florida y trabajaba como botones, las veces que me contaba de su vida todo se me hacia fascinante, el había viajado por el mundo de joven, pero en un momento de desesperación acepto trabajo como chofer de la familia Du Pont y desde ese día a dedicado su vida a mi familia.
Entramos al hotel y estaba lo suficientemente distraída como para no darme cuenta de que era tan hermoso, era super amplio casi completamente blanco a excepción de que la pared donde esta el recepcionista es de madera, con muchas luces, al lado derecho había un espejo dorado enorme a mi parecer, una mujer rubia estaba quejándose con el recepcionista por nose que cosa, a medida que nos íbamos acercando pude escuchar sus quejas.
—¡¿Como es posible que no puedan decirme quien fue la ladrona que se robo mi bolso de mas de 2000 dolares?!— la mujer sonaba sumamente exaltada, tanto que el color pálido de su piel empezó a tornarse rojizo, supongo que por la rabia.
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Mi Pequeño Gran Amor [MPGA]
Chick-LitUn bebé era lo último que necesitaba en estos momentos, había conseguido una beca para Stanford, por primera vez en mi vida podría decirse que mis padres estaban orgullosos de mi, pero había metido la pata, la había metido hasta el fondo yendo a esa...