¿Mellizos?

1.Comienzo

Una chica de no más de 17 años se encontraba desparramada en su cama, dormía plácidamente hasta que el despertador sonó.

— Argg~ — emitió un quejido, ella se sentó al borde de la cama, dejando ver sus cabellos oscuros revueltos y unos ojos grises somnolientos, se estiró y se levantó dirigiéndose al baño para prepararse e ir al instituto.

Unos minutos le tomo la ducha y salió ya lista con una ramera larga de color blanco con un dibujo de una carita sonriente, unos jeans negros y por último unas zapatillas de igual color.

— Es bueno no usar uniforme...— murmuró antes de tomar su mochila y salir del  cuarto.

  Alexis

Baje las escaleras y me dirigí a la cocina  a prepararme el desayuno, llevo haciendolo desde que tengo 10 años, no puedo decir si en realidad quiero a mi madre o padre, pero lo que si puedo decir es que odio a mi hermana mayor y se que el sentimiento es mutuo, en cambio mi hermanito  me quiere y yo a él.

Al entrar me encontré con mi padre, él siempre se levanta antes que todos, por lo que no se me hizo extraño.

— Buenos días...— dije, pero no recibí  respuesta, como todos los días. Me serví una taza de cereal y me dispuse a comerlo, al poco tiempo llego mi madre que sin dirigirme la palabra se puso a preparar el desayuno, un minuto después apareció Jane, mi hermana, detrás de ella apareció mi hermanito James.

Termine de desayunar, me levante y me dirigí a las salida, al pasar al lado de James le revolví el cabello cariñosamente, él se quejó pero sonrío.

— Adios Alexis— se despidió, le sonreí a modo de despedida.

Salí de la casa con la mochila al hombro, a pesar que mi familia me ignora la mayoría del tiempo, jamás me han levantado la mano, y eso lo agradezco, pero se que a mi madre se le ha pasado por la cabeza alguna ves, pero por alguna razón desconocida no lo hace.

El instituto me queda relativamente cerca, por lo que siempre voy a pie, el instituto se llama Yancy, lo se el nombre es anticuado, pero que se le va a hacer.

— ¡Alex! — escuche que un grito o más bien un chillido, volteé para a si encontrar a mi amiga peliroja que vení corriendo, me detuve y espere a que me alcanzará —Casi no te alcanzo — me dijo con la respiración entrecortada y con las manos en las rodillas, como ella estaba inclinada la mire desde arriba, ella es bajita de por si, y por si fuera poco le saco unos centímetros.

— Ya lo veo Lily — ella me dio una sonrisa que le devolví, se llama Lily Evans, es peliroja natural con ojos verdes y unas pecas en la cara, es bonita no lo niego, yo en cambio tengo la piel blanca como si nunca hubiera salido al sol, cabello negro y unos enigmáticos ojos grises, que según mi amiga son raros en Nueva York, no es por ser vanidosa, pero soy
hermosa — Vamos, si no llegaremos tarde como la otra vez.

—Esa vez fue culpa de Joe — bufó.

— Lo sé, pero yo se que no quieres pasar horas extras con la maestra Lorens, ¿verdad?  — la pique, Lily se estremeció y negó repetidas veces.

— No me lo recuerdes, ella me ve como sie fuera a matar. 

— ¡Oh vamos!, ella ya tenía esa mirada en su horrible y arrugada cara.

— ¿En serio?

— Yo que se, solo decía —conteste riendo, me pego en el hombro sin mucha fuerza — Llegamos... —dije en un suspiro.

—Hola chicas— nós saludo Joe, él ha sido nuestro amigo desde primaria, tiene descendencia coreana por parte del padre, tiene el cabello negro y ojos rasgados negros, su nombre completo es Joe Collins.