Aquí encontrarás One Shots del sensual, hermoso y papasito del modelo Stephen James.
ADVERTENCIA! Contiene escenas sexuales, así que si no te agradan este tipo de escenas. No leas!
Estas pequeñas historias son sacadas de mi imaginación, no copies...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•••
Stephen, tú y algunos del grupo de amigos estaban en un muelle esperando al resto del grupo para partir rumbo a Tenerife en el yate de Esteban, el anfitrión de la fiesta. Stephen se encuentra sentado en una banca y tú estabas de pie hablando con una de tus amigas, pero no podías prestarle atención porque sentías la mirada de Stephen desde hace varios minutos, lo cual te ponía nerviosa.
En dado momento, Esteban, desde el yate llama a Nathaly, tu amiga con la que hablas y ella se va no sin antes disculparse contigo. En ese momento Stephen aprovecha para llamarte.
—Dime.—hablas en cuanto llegas a él.
—Ven, siéntate—palmea sus piernas.
—Hoy estás hermosa.—expresó con una sonrisa burlona.
—Es que otras veces estoy fea ¿Ó qué?—ríes dándole una palmadita en su pecho.
—Es broma.—pellizcó levemente tu barbilla.—Pero hoy estas más hermosa de lo normal.—se te queda viendo unos segundos.—Noto un cambio ¿Qué te hiciste?
—Vaya, me sorprende que te des cuenta.—reíste por lo bajo.—No sabes qué, pero algo notas. Ustedes los hombres no suelen notar los cambios de nosotras.—sonríes divertida.—Me he aclarado un poquito más el cabello y estoy usando una ropa que antes no había usado.—abrazas su cuello con uno de tus brazos.—La ocasión lo ameritaba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Pues te queda espectacular este cambio.—te miró fijamente a los ojos.
—Gracias.—tragas saliva nerviosa.
Los dos son muy amigos desde hace ya algunos años, hay mucha confianza y una que otra vez han habido coqueteos pero muy sutiles e inocentes. No obstante, en esta ocasión había una tensión distinta.
—Quiero hacerte una pregunta.—habló.
—Dispara.—tratas de sonar relajada.
—¿Puedo besarte?—hizo la pregunta viendo tus ojos y después miró tus labios.
—¿Q-ué?—no lo podías creer.
—Creo que has escuchado bien.—sonrió divertido.
—Si.—respondiste en medio de un leve sonrojo.
Lo siguiente fue ambos estrellando sus labios en un beso rítmico y perfecto. Mientras, sus amigos empezaron a chiflarles y tú te separaste un poco avergonzada por el espectáculo, mientras que Stephen soltó una leve carcajada.
—¿Por qué fue este beso?—te animas a preguntar.
—Porque me gustas.—respondió honesto.—¿Por qué dijiste que sí?
—Porque me gustas también.—contestaste.—¿Desde cuando te gusto?—querías más detalles.
—Desde que te conocí en realidad.—respondió mientras tocaba suavemente tu cabello.—Pero antes no tenía muy claro lo que quería y hacerte daño de seguro que no.
—¿Por qué ahora sí?—continúas.
—Vaya, que interrogativa.—rió.
—Lo siento.—sonreíste un poco avergonzada.—Pero quiero saberlo, me gustan las cosas claras.
—No te preocupes, lo entiendo y eso me gusta.—llevó un mechón rebelde tras tu oreja.—Porque ahora sé lo que quiero. Te quiero y quiero hacer las cosas bien contigo, eres una buena mujer, una candidata para ser la madre de mis hijos.—ambos rieron por lo último.
—Bueno, tú también eres un buen candidato para ser el padre de mis hijos.—sonreíste pasando ambos brazos por su cuello.
—¿Quieres ser mi novia?—preguntó.
—Si, si quiero, claro que quiero.—respondes con una gran sonrisa y lo besas.
¡Hola bellezas! Veo que mis primeros One shots son cortos. Después vendrán los largos. Chau, babes!