One Shots de S.J #1 [EN EDICIÓN]

♡Stephen James♡

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Habías escuchado mucho de él en la universidad, de aquel chico misterioso que únicamente hablaba con sus dos amigos y era de pocas palabras con sus maestros. La única información que tenían los estudiantes sobre su vida es que es hijo de un magnate empresario de Europa.

El interés en él no solo era por parte de las mujeres por su aura misteriosa e innegable atractivo, sino también por los hombres a causa del misterio que rodea su persona. Algunas habían hecho el intento de acercarse a él, pero todas fracasaron en lo que querían conseguir, pues él pasaba de ellas olímpicamente. Tú, por tu parte no podías negar la atracción irresistible que causaba en ti, sin embargo, nunca te interesó acercarte a él.

Su nombre es Stephen James y entró hace poco a la universidad a la carrera de finanzas y negocios internacionales al sexto semestre, pues todo indicaba que se trataba de un traslado. Lo curioso y a la vez extraño es que lleva más de un mes observándote mucho. Al principió pensaste que no te miraba a ti y podía ser tu amiga Alana, que siempre estaba contigo, la cual es bastante guapa, pero después de ver que estando sola también sentías su mirada, te empezaste a cuestionar el porqué.

Justo en estos momentos vas caminando por el pasillo mirando si llevas contigo todas las copias de la presentación, pero te detienes en seco cuando escuchas su voz (que por cierto pocas veces la escuchaste y fue cuando algún profesor le hacía una pregunta en clase, por ello la reconociste), había dicho tu nombre.

—¿Por qué sabes mi nombre?—te das la vuelta. Hasta el momento ningún maestro había mencionado tu nombre en voz alta como para que él lo supiese.

—Ven conmigo ahora y lo sabrás.—su expresión es neutra.

—¿Contigo a dónde?—preguntas precavida.

—No tengas miedo que no muerdo.—por primera vez notas en él una expresión divertida y burlona a la vez. Siempre se le ve parco, frío.

—No es miedo, solo es que no te conozco.—desvías tu mirada gracias a que la suya es intimidante.

—Ajá, como digas.—se dio la vuelta empezando a caminar.—No te conviene desobecerme.

—¿Perdona?—abres la boca en forma de "o".

Continuó su camino mientras le mirabas con molestia, aún así decidiste seguirlo. En seguida te diste cuenta que te llevaba hacia las canchas de entrenamiento, las cuales se encontraban desoladas. Stephen, se detuvo cerca de las gradas, recostando el costado izquierdo de su cuerpo en una de las columnas y se cruzó de brazos en una pose totalmente relajada.

—¿Qué quieres y por qué eres tan capullo?—te cruzas de brazos.

—Necesito una chica para que se haga pasar por mi novia y lo finja muy bien.—respondió como si se tratase de algo normal.