Esa primera semana de vacaciones después de año nuevo me sirvió para muchas cosas, entre ellas, recuperar mi alma, como si le hubiera pedido un préstamo incalculable a la vida y hubiese tenido que pagarlo con la felicidad que tenía en mi. Varios años de mala suerte y de atentados en contra mia y de mi autoestima hasta que la balanza se acomodó en la equidad.
Fuimos con Renzo y Marta a un pueblito que nos recomendó mi jefe, varios kilómetros de montañas y rios con cabañas que dejaban contemplar la majestuosidad de las formaciones de la naturaleza, era arte puro, no queríamos volver, pero tenía cosas que hacer. Debía pelear por la custodia de Renzo, pagar mi auto, ayudar a Marcelo -mi jefe- a organizar la empresa desde un lugar más privilegiado que antes, en fin, tenía que esforzarme para seguir viviendo de la forma en que vivía, estaba demasiado feliz! No quería perder la racha..
Renzo volvió a su casa la siguiente tarde en la que llegamos a mi dpto. y aunque se fue, me escribía todas las mañanas, no recordaba cuándo había sido la última vez que tuve dialogos tan prolongados con mi pequeño hombrecito. Quiénes también me hablaron por Whatsapp en esa semana, fueron varios papás de los chicos que iban al cole con Renzo, habíamos organizado una gran salida a un bar, solo los padres y madres, nada de niños.
Llegó el día miercoles de mi última semana de vacaciones, eran las 8 de la mañana y yo estaba en la recepción de tribunales bien vestido, esperaba por mi abogado y por Katy, llegó primero ella, y cuando me vió me tocó desde atras con la palma de su mano, giré le dije "hola" y me fuí a sentar. Trataba de esquivar sus ojos, porque eran los más bellos que había tenido hasta el momento, era perfecta, pero nos hicimos tanto mal, lo peor de todo fue que fuí yo quien había dado el primer paso al vacío en ésta relación, casi todo era mi culpa, por eso no quería mirarla ya que venian miles de recuerdos a mi cabeza, no quería dar el brazo a torcer. Llegó el Dr. Freire, mi abogado, y me dijo que hoy ganabamos si o si... Lo conocí cuándo fué a la empresa donde trabajo por un problema con los cortes de luz en el centro de la ciudad donde tiene su propio restaurante de comida nacional, había tenido que cerrar dos veces en esa semana sin ganancia y yo le hice el favor de mandar gente para arreglar transformadores en mal estado... El accedió a defenderme en este caso al 50 por ciento del precio real, es un muy buen hombre, trabajador y honesto.
En medio de la audiencia katy y yo nos mirábamos todo el tiempo, por mi parte ya no sentía rencor, pero eso si, el dolor de tener que quitarle a Katy el niño que pudimos conseguir por medio de la adopción era letal, cuándo el juez me hacía una pregunta, no podía responder con facilidad, no estaba cómodo ni seguro con todo lo que tenía que decir. Al final del juicio, el Juez Sevilla, falló a mi favor con la tenencia de mi hijo hasta la mayoría de edad, a partir de los 18, Renzo podría quedarse con quien quisiera.
Salí de trubunales llorando por dos razones, estaba feliz de poder criar a mi hijo en un ambiente mejor para su desarrollo, y a la vez estaba muy mal por hacerlo. Desde que conocí a katy, habían pasado millones de cosas en mi vida, en muchas estuvo para mi, y luego de unos momentos a otros, estabamos disputando la tendencia de nuestro chiquito. Es fugaz y extraña la vida, ningún filósofo jamás va a acercarse a una teoria ni conjuntos de conceptos de cómo tener una vida digna, o sana, o feliz... Es devastador saberlo.
Llegué a mi casa, y como un regalo del destino me sonó el celular... Emma.
- Lazaro, buen dia, Estás ocupado? Me dijo con una voz tan tierna, que volví a caer en sus brazos.
- Recién llego a casa, vengo de una audiencia en tribunales. Contesté, en mi voz había cansancio.
- Quería saber si tenías un tiempo, necesito hablar con vos, si puede ser ahora es mejor... Por favor decime que si. Me dijo, su voz estaba rasgada porque quería llorar, y de hecho, eso me asustó, le dije que si y me pasó una dirección que estaba en el centro, pero, cuando llegué, no era un bar, ni una cantina, ni un restaurante, ni nada por el estilo, era un departamento muy bello con balcón.
ESTÁS LEYENDO
Una vida
Romance¿Como seguir adelante con tantas piedras en el camino? Es una de las preguntas que muchos se han hecho a lo largo de su vida, y que en esta ocasión Lázaro deberá responderla solo y afrontar toda situación de angustia, poniendo ante todo al amor.