Elena.
12 de Octubre de 2012
No sabía exactamente hasta donde llegaría lo que había empezado con Alex, no quería una relación. En esos instantes solo quería estudiar y estudiar y estudiar.
Creía que lo de nosotros simplemente quedaría en un gusto.
Y así fué.
Estaba bien conmigo misma y no quería que mi poca dicha y armonía se fuera a la mierda por cosas como una relación.
A Álex no lo conocía mucho aunque su personalidad no era muy difícil de descifrar.
Tenía que empezar a alistarme para ir a clases.
Era viernes otra vez.
Siempre recuerdo lo que sucedía los viernes y no es porqué sean mis días favoritos, no lo son.
"I feel so alone ever friday night"
En la escuela, cuando llegué, Alex me saludó de lejos como siempre.
Comenzaron las clases y no podía dejar de notar su mirada tras de mí, a veces yo volteaba hacía donde él se encontraba, me sonreía y no podía explicar la emoción que había dentro de mi ser cuando lo hacía.
Me gustaba y me daba miedo saber que tanto podía llegar a gustarme en algún futuro; que no estaba muy lejano.
Mi relación con Alex tomó un giro totalmente diferente a lo que yo creí que sería al principio, esos sentimientos eran tan fuertes y entre más los experimentaba más temor me daba de sentirlos.
Sabía que a la edad de nuestra adolescencia, no tomamos las cosas muy en serio, sólo jugamos por decirlo así; a amar.Luego de un tiempo, a pesar de que tenía menos de un mes de haber entablado conversación con él, no podía negar que me estaba dando sueños futuros que nunca creí que yo fuera a tener con respecto a la palabra "relación".
Me encantaba su forma de ser.
No dejaba de sonreír cuando un mensaje suyo aparecía en la pantalla de mi celular.
En la escuela intercambiamos miradas de complicidad pero hasta ahí, nadie más sabía de eso y me gustaba así
A veces me daban ganas de acercarme a él y hablar bien, tener una de aquellas platicas como las que teníamos por chat, hablamos en persona pero eso era solamente durante...se podría decir de 3 a 5 minutos y hasta ahí.
Me gustaba y me gustaba demasiado, quisiera saber cuanto es que yo le gusté a él.
A mi por ejemplo me gustaban sus diferentes formas de expresión.
Amaba su amplio sentido de humor y la pasión con la que hacía las cosas pero sobre todas las cosas, sobre todas aquellas virtudes había algo que más sobresalía a la hora de sacar conclusiones de las cosas que me gustaban de él, ese algo es su sonrisa.
Y es algo que nunca podré sacar de mi mente.
Un mensaje suyo interrumpió mis pensamientos.

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ELDANA
Short StoryHay raíces de amor que por más que pase el tiempo no dejan de crecer. Durará tanto como lo quieras, incluso una eternidad. Ninguno de los dos sabe lo que pasa por la mente del otro, Elena refleja la seguridad que Alexánder nunca pudo sentir y Alexán...