CAPÍTULO 11

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Elena.

Después de ese día, lloré mucho.

Yo llegaba al colegio y lo veía tranquilo, feliz, parecía que no le importaba lo que me estaba pasando, el dolor con el que me había dejado.

Una semana después, el 24 de Noviembre de 2012 asistiría a la fiesta de cumpleaños de un compañero, fuí con la esperanza de hablar con Álex.
Sinceramente me había perdido a mí misma en esa última semana. No había vuelto a hablar con Álex y a él parecía no importarle mucho.


Rachel, mi compañera, básicamente me rogó para que fuera a la fiesta, ella sabía un poco de la historia entre Álex y yo y me había dicho "Arréglate para que se te quede mirando toda la noche y vea lo estúpido que es".

Ella ya me caía bien, aúnque apenas llevara menos de dos meses de conocerla.

Decidí ir.

Eran casi las 8:00pm, Rachel quedó de pasar por mi para que llegáramos juntas, me había puesto un vestido negro y unos zapatos de tacón alto, no tenía ganas de ir, me sentía mal y no sabía si sería buena idea ir pero ya había hecho compromisos y era muy tarde para arrepentimientos.

Rachel me envió un mensaje diciendo que estaba fuera de mi casa esperándome, bajé en seguida.

Cuándo llegamos a la fiesta, mi mirada no hizo otra cosa más que buscar a Álex pero no estaba, no sabía si sentirme triste o aliviada por ello.

Después de una hora, él llegó y yo baje la mirada incómoda, no le presté mucha atención a su llegada y continúe hablando con Rachel de películas y series y algunas otras cosas triviales.

A Álex no le importó el hecho de que yo me encontrara allí, se puso a hablar con una tipa, no sé quién era ella pero era bonita.

Más tarde, el salió a hablar con ella y caminaba a su lado, yo me hundía en sentimientos de tristeza por dentro y no dejé de pensar que nunca me quiso realmente y que pudiera que la chica con la que se había ido a no sé dónde, fuese a quien quisiera y por quien me había dejado de lado.

En el momento en que Rachel me preguntó si me encontraba bien, recuerdo que el entró nuevamente riendo con esa chica y no la dejaba de mirar, me estaba matando por dentro y ni siquiera podía darse cuenta del daño que me estaba causando, no eran celos, era decepción, era... no lo sé, pero sentía como se oprimía mi pecho.

Me disculpé un momento con Rachel para ir al baño, ella se ofreció a acompañarme pero yo le dije que estaba bien e iría sola.

Para cuando me levanté del asiento y me diriji al baño, sentía la mirada de Álex tras de mí pero eran alucinaciones mías puesto que él no dejaba de mirar a esa chica, entré al baño y las lágrimas que había estado conteniendo durante los últimos 10 minutos, empezaron a caer sobre mi rostro, me tomó un momento recuperar el aliento, me arreglé el maquillaje y me reuní con Rachel.

Ella me volvió a preguntar:

-Elena ¿Estás bien?

-No. - Respondí.

No lo estaba y no quería seguir disfrazando mi dolor con una mascara de felicidad, no quería y no podía.

-Ven, vamos afuera un momento - me dijo.

Salí y me concentré en no permitirme llorar nuevamente, respiré el aire fresco de aquella noche y cuando levanté la mirada al cielo, una estrella fugaz apareció en un destello por el cielo; al menos algo me hizo sonreír aquella noche, no pedí nada, mi corazón estaba lo suficientemente comprimido en ese momento como para poder desear algo.

Estaba completamente segura que si Alex la hubiese visto, se hubiese emocionado tanto como yo al verla pero era algo que ya no podría saber.

Regresamos adentro y él seguía ahí, con ella, hablando, riendo... feliz. 

 Mi mente estaba perdida en recuerdos de aquellas conversaciones que ya no volvería a tener con el.  

Después de un momento ella se fue y él se sentó en la misma mesa que Rachel y yo, con sus amigos, en el lado opuesto al mío. Rachel me dijo si ya me quería ir y le dije que si.

Me despedí de todos, menos de él, puede que haya sido algo inmaduro pero era justo lo que él hizo cuando llego, saludo a todos menos a mi, como si yo fuese un fantasma.

Cuando me despedí de mi ultimo compañero y dí un paso en dirección a la salida, escuché que Álex dijo:

-Por lo visto de mi no te vas a despedir.

-Estúpido. -dije en un susurro apenas audible y salí de ahí.

Cuando llego a mi casa, me despedí de Rachel y le pedí disculpas porque nos habíamos ido de la fiesta antes de tiempo

No te preocupes, de todas maneras, no estaba tan divertida esa fiesta, y él es un estúpido. - dijo y se alejó despidiéndose con la mano.

Entré a mi casa y mi mamá estaba en la sala con mi hermano

- ¿Cómo te fué?. - Preguntaron al unísono.

-Pues, no muy bien, estuvo aburrida. Mentí.

No hicieron más preguntas al respecto y fui  a la cocina a tomar un vaso de agua.

Luego de veinte minutos le deseé buenas noches a mi madre y me encerré en mi habitación, me recosté y sabía lo que vendría a continuación.

Abracé una almohada a mi pecho y lloré en silencio por horas, hasta quedarme dormida.

ELDANA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora