→Flashback, que le sucedió a Laffy Taffy después de enterarse de la aventura←
Lafayette no sabía que hacer con lo que se había enterado.
En ese momento estaba en casa de Hercules Mulligan, un cercano amigo suyo. Muy cercano.
Nada había pasado entre ellos realmente, pero siempre había cierta galantería. Pero oh, Lafayette estaba casado, y eso forzaba al francés a reprimir sus emociones y deseos.
Nadie merecía ser engañado.
Pero... ¿Y si lo vemos desde otro punto? No desde el de la víctima, por supuesto.
Es que la tentación es algo en el que uno cae fácilmente.
¿Y si es amor?
¿Si aquel sentimiento existió mucho antes de ese compromiso?
No es fácil contenerse. No es fácil superar tan fuerte amor. No es fácil decir que no.
Claro, él nunca vio las cosas de ese lado, nunca tuvo la necesidad. O el interés. Pero ahora mismo, de todo pasaba por su cabeza, estaba abrumado.
Se estremeció al percibir un par de manos frías deslizarse por su pecho. Quiso girar a ver, pero lo detuvo un peso sobre su cabeza.
"Laff, no haz escuchado nada de lo que he dicho hasta ahora, y te ves preocupado, ¿que ocurre?"
Su cuerpo se tensó cuando el otro comenzó a masajear sus hombros, cerrando los ojos de inmediato y soltando un leve gruñido. Se relajó, y Hercules separo su cabeza del otro.
Ladeó la cabeza, dejando su cuello expuesto. El otro estuvo tentando a morder aquella zona, pero se contuvo. Solo acerco su rostro lo suficiente para que su respiración golpeara su piel.
Debía provocarlo, ya no soportaba jugar a los amigos, necesitaba acabar con eso de una vez. ¡Era sufrimiento! Él ya se había dado cuenta de sus sentimientos, y sabía que el otro correspondía, ¿por que seguir así?
Lafayette frunció el ceño y soltó un leve gruñido ante eso, pero no lo separó. Hubo un par de minutos de silencio, hasta que Lafayette decidió hablar.
"Me enteré de algo... Sobre Hamilton.."
"¿Que sucedió?"
"... Uhm... "
Abrió los ojos, dudando en contarle, no sabía cómo decirlo.
Además, el aliento de Hercules lo ponía... ¿Nervioso? No sabía describirlo bien, pero era una sensación cálida.
"... Tiene un-Ah"
Mulligan dejó de masajearle, y reposó su cabeza en el hombro, sus manos recorriendo el cuerpo del otro hasta llegar a su cintura y pegarlo a él.
Oh Dios, oh Dios oh Dios oh Dios oh Dios oh Dios oh Dios oh Dios
Estaba sintiendo algo en sus posaderas, y sabía que era, pero le daba demasiada vergüenza siquiera pensarlo.
Y se sentía bien. Muy bien, maldición.
"Ngh... H-Herc.. I-Intento..."
"Continúa..."
Su rostro estaba completamente rojo, no quería separarse, y si le contaba, eso era exactamente lo que haría. Pero, debía seguir hablando, así que no haría más que alargar su mensaje original cuanto pudiese.
"B-Bien... ¿Recuerdas a L-.."
Comenzó a mover sus caderas. Oh, lo iba a volver loco.
"Qui se sent vraiment bon.."
Hercules no tenía idea de lo que el francés acababa de decir, pero asumió que era algo bueno pues no se escuchaba enojado o incomodo.
"U-Un chico... Mhf, c-cuyo padre posee esclavos..."
Mordió la punta de su oreja, y juro haber escuchado un gemido. Muy bajo, pero aún así.
"Y... A-Ayu..de a liberar algunos... Ngh.."
Ni siquiera notó cuando se empezaron a mover, aparentemente sus pies respondieron por su cuenta, pero pronto estaba pegado a la pared, y sus manos estaban en su abdomen bajo, dando caricias alrededor.
"L-Lo... Conociste... Hmff..."
Besaba su cuello. Ya no podía más, lo necesitaba, lo deseaba, no le importaba lo que pudiera pasar después de eso.
"Herc... Mhff... Por favor... Basta... Házmelo."
Logro decir en un murmuro, demasiado avergonzado para decirlo bien.
Lo quería, ahora, después de aguantar tanto tiempo.
Y lo obtuvo.
Pecaron sobre esa pared, ambos felices pues por fin se acercaron de la manera que habían anhelado desde hace tanto tiempo. Se dieron besos en todo momento, y aún culminado su acto, hasta que se quedaron dormidos, sobre el sofá.
En algún momento de la noche, Lafayette despertó. Y cayó en cuenta sobre lo que hizo.
No se arrepentía de nada pero...
Hamilton.
Intento levantarse pero dos brazos rodeando su cintura le imposibitaban eso. Se volteó para encontrarse con su amado, aún durmiendo, y sonrió un poco ante eso.
"Hercules..."
Soltó un gruñido en respuesta, y Lafayette río levemente para después llenar su rostro de besos. Se detuvo cuando el otro despertó por fin, su rostro iluminado con una sonrisa y un sonrojo. Se vieron durante unos segundos, como si tuvieran lo más preciado del mundo justo enfrente suyo. Y para ambos era así.
"Mon amour... Debo irme... Pero volveré pronto, lo juro."
"No te vayas, quédate conmigo por el resto de la noche... Puedes hacer lo que debas en la mañana."
"Mi asunto involucra a Hamilton, si no voy, probablemente haga algo... Sin pensar."
Hizo una pequeña pausa, besó al otro y sonrió al sentir que lo soltaba.
"Necesito ir, no me va a tomar mucho..."
Con eso se levantó, se vistió e intento arreglarse, pero la verdad estaba muy distraído como para hacerlo correctamente. Intento ocultar las marcas en su cuello también.
Se despidió con un beso en la mejilla, y durante todo el camino su rostro enrojecía más y más al recordar con detalle lo que hizo.
No podía evitar sonreír con torpeza, las cosas nunca serían lo mismo, y eso le encantaba.
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Este capítulo lo acabo de terminar, lo juro ;;;;
No hubo día en que no escribiera aunque sea una linea ;;;;
Pues ya ven como está mi tiempo, no se sorprendan si un capítulo se publica días después...
Anyways! Hope you liked it!
El siguiente cap volvemos con la historia, lo prometo hfbktfh(?
PastTomorrow out!
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Say No To This
Short Story[historia del 2017, hay ciertos estereotipos gay que mi yo joven no entendía que estaba mal] Era una noche fría, mas que nada solitaria para el pobre Alexander. El cansancio y estrés le habían impedido pensar con claridad, y solo se dejo llevar. Vay...