Lo que escribió sobre su amorío lo quemó. Laurens volvió a su hogar, ambos acordaron que sería mejor. En cada encuentro suyo, se aseguraban de ser más cuidadosos para no volver a tener el mismo incidente.
El día de hoy, Hamilton había recibido una carta, y suponiendo que era de Laurens la dejo a un lado, para leerla al final del día.
Ya habiendo llegado el momento, en donde todos se hallaban dormidos a excepción de él, en medio del silencio profundo de la noche, leyó la carta.
En efecto, era de Laurens, pero... Algo no estaba bien. La hoja estaba manchada, la escritura apenas era entendible. La letra era temblorosa, no había ni una linea recta.
Con cierto temor, comenzó a leer la carta entre murmuros.
Alexander, siento carta tan mal presentada, pero no tengo tiempo para escribir mejor. Siento haberle hecho caer en esta enfermedad mía, siento haber hecho que engañes a su esposa.
Paro de leer un momento, ¿que estaba diciendo? Laurens... Nunca había llamado a su gusto una enfermedad... Definitivamente algo estaba muy mal.
Mi padre, lo averiguó todo, lo lamento tanto. No se qué hará, le pido que tenga cuidado.
".... Qué..."
...No podía ser posible... ¿Como...?
Oh no...
¿Y ahora que haría?
Los días pasaron, no había podido dormir ni un poco, intentando pensar en qué hacer, qué le pasaba a John. No sabía nada de él, e ir a su casa le daba cierto temor.
Recibió otra carta, de nada más y nada menos que Henry Laurens. Básicamente amenazándolo con decir sobre su aventura si es que no le pasaba dinero.
Soltó un suspiro, lo tenía entre la espada y la pared. No podía pensar en algún escape. Así que aceptó, y le envió el dinero que creyó suficiente para mantenerlo callado.
De nuevo, días de silencio. Hamilton no podía estresarse más, entre el gobierno y esa carta, sentía que se iba a ahogar.
Su esposa, preocupada, intento sacarlo de la oficina alguna vez, pero él se negaba a siquiera verla a los ojos. No lo merecía.
Cuando por fin pudo ver a John, el apareció en su puerta, todo su cuerpo estaba cubierto de golpes, cortadas y vendajes.
Estaba parado en frente de él, la poca piel que se lograba ver con toda la ropa que el otro llevaba puesta se veía maltratada. Sus ojos lo evitaban, en cambio Alexander buscaba su mirada. Lo invitó a pasar, con sorpresa de verlo así, y lo primero que hizo fue abrazarlo. John empezó a sollozar en su hombro, sin corresponder.
"Lo siento, lo siento..."
No dejaba de repetir una y otra vez, y eso rompía su corazón. Lo abrazó con más fuerza aún, queriendo protegerlo de todo lo que le sucedió.
"Sh... Ahora estás bien, amor..."
Murmuraba, sin importarle ser escuchado en lo absoluto. Acariciaba su espalda intentando consolarlo, beso su mejilla y siguió. Lo único que le importaba en ese momento era Laurens, que estuviera bien y que sonriera de nuevo.
Ojalá hubiera estado para él, ojalá se hubiera animado a ir a su hogar antes.
Pero ya estaba hecho, y ahora debía atenerse a las consecuencias.
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¡Hola! ¡Capitulo temprano!
¿Hu-rray?
¡JA!, los hermosos comentarios de
Aboxlover y de A_One_Girl llamándome senpai y cantando/escribiendo Hamilton me hicieron querer publicar esto antes~.Ahora, si eso es bueno o malo depende de cada uno xD
No worrys, subiré uno más el miércoles o el jueves, cuando lo termine ❤
No sé si lo sepan, ya publiqué el libro de One-Shots, trabajo en otro... ¿Les gusta el Jeffmads?
Hah! Anyways! Hope you liked it?
PastTomorrow out!
P.D: Huns, les quiero un montón, y les voy a pedir un gran favor...
No asuman mi género.
Es algo que no diré pero... No lo hagan, ¿si? Me incomoda bastante.
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Say No To This
Short Story[historia del 2017, hay ciertos estereotipos gay que mi yo joven no entendía que estaba mal] Era una noche fría, mas que nada solitaria para el pobre Alexander. El cansancio y estrés le habían impedido pensar con claridad, y solo se dejo llevar. Vay...