CAPÍTULO 13

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Ture miró la sangre que le goteaba por la nariz y la boca salpicando contra el blanco suelo junto a la silla en la que estaba atado. Le dolía tanto que no podía siquiera coger aliento sin que hubiera una explosión detrás de los ojos.

El oficial de la Liga le introdujo una mano en el pelo y le tiró de la cabeza hacia atrás para que Ture estuviera obligado a mirar hacia arriba y ver al bastardo.

—¡Dinos donde está o llámale!
—Jódete.
El soldado le abofeteó otra vez.
—¡Contesta a la pregunta, estúpido maricón! —Le golpeó de nuevo. Ture se rio.

—Puede que yo se homosexual, pero tú eres al que van a dar por culo cuando Maris llegue aquí. Os desgarrará a todos por lo que habéis hecho. —Y por primera vez en la vida, lo creía. No tenía ninguna duda de que Maris vendría a por él.

El soldado le golpeó una y otra vez. Finalmente, se retiró.

—¿Tienes bastante?

Ture se mofó.

—Golpeas como una niña. ¿Quién te enseñó a pelear? ¿Tu abuela decrépita?

Con un alarido, el soldado de la Liga dio una patada a la silla, derribándole. Ture gimió ya que el dolor le explotó por todo el cuerpo.

—Estoy cansado de esto. —El otro asesino abrió la puerta y se dirigió a alguien en el vestíbulo—. Haz entrar a su hermano.

Mientras esperaban, los asesinos lo arrastraron para incorporar la silla. La sangre le cubría la boca y la visión se le nubló. Habían estado haciéndole esto durante horas. Parecía estar de nuevo con Zarya, excepto que esta vez sabía la respuesta que buscaban.

Pero moriría antes que decirles nada sobre Maris.

La primera ronda de tortura había sido con agua y electrocución. Entonces se habían pasado a las drogas y las purgas. Ahogamiento.

Ahora, una paliza a la antigua.

Ninguna de ellas le importaba y entonces finalmente entendió cómo Zarya había logrado pasar por todo sin hablar. Y pensar que la había criticado por ello.

Se reiría de la ironía si no le hiciera tanto daño respirar.

Otro soldado de la Liga trajo a Bristol hasta la celda y le forzó a ponerse de rodillas delante de Ture. Sus manos estaban atadas a la espalda y alguien le había amordazado. Sus ojos ampliados por el miedo, trataba de decirle algo a Ture, pero no podía entender ni una sola palabra.

El soldado que había aplicado la mayor parte de los golpes, desenfundó su blaster y apuntó a la cabeza de Bristol.

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⏰ Última actualización: Mar 10, 2017 ⏰

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Encubierto y silencioso - 7o de la LigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora