CAPÍTULO 1: Wakanda.

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 PRIMERA PARTE. 




   Hera estaba en la sala donde se contenía la cápsula de criogenización donde Bucky Barnes descansaba congelado. Su mente aún funcionaba como si estuviera consciente, y la chica Osborn en un intento de explotar sus habilidades, hablaba con él dormido creando imágenes y paisajes que solo ellos podían ver. En el tiempo que Hera llevaba conversando de esa extraña forma, le había servido para conocer al verdadero Bucky, no al soldado asesino mensajero de la muerte demasiado ocupado en mirar enojado a todos, si no a James, el adorable vecino de Brooklyn.

    Osborn sonrió cuando se conectó al hombre congelado. Este estaba acostado en la arena en el confín de su mente, donde una playa se proyectaba tan infinita como el universo.

-¿Cómo estás hoy? – preguntó la chica sentándose junto a él

-Igual que ayer, tonta – se rió el moreno empujándola levemente con el brazo.

-Eres tan gracioso – rodó los ojos la joven.

     Mientras ambos hablaban, Steve Rogers entró en la habitación sin esperar encontrarse a su amiga ahí tan temprano. La chica se desconectó de repente al sentir la presencia y le sonrió al rubio. Cuando la joven se levantó de la silla un habitante de Wakanda entró en la habitación, avisando a la joven que el rey la buscaba.

-Eres muy solicitada al parecer – dijo Steve riendo cuando el hombre se fue.

-No sé de qué hablas – asegura la joven buscando su chaqueta.

     Riendo, la chica salió del laboratorio y bajo las escaleras, caminó por el gran lugar hasta salir fuera del complejo. Luego se dirigió por los senderos selváticos de Wakanda cantando una canción de Pink concentrada mientras bailaba. Muy pocas veces tenía momentos en lo que disfrutaba la música realmente o no le importaba quien la mirara y cantaba y bailaba como un demente. Al fin y al cabo, era libre, era como el fuego y podía hacer lo que deseara.

     El teléfono en su bolsillo sonó y miró que era Natasha. Hablaban a veces, pero no era igual. La extrañaba mucho.

-¿qué tal cabeza de fósforo? – saludó la chica siguiendo su camino por el sendero a donde se encontraba siempre con T'Challa, cerca de la escultura de Pantera Negra.

-¿Qué tal, agua de pantano? – replicó la mujer al teléfono.

-¿Esa es tu mejor broma? Por Dios, eres muy mala – una voz se escuchó del otro lado y Hera frenó su andar.

-Parece que Rhodey está mucho mejor – dijo la morena mientras miraba el paisaje a su alrededor, entonces algo le llamó la atención. Había humo en el horizonte, casualmente donde ella debía ir. – Nat, te llamaré luego.

    La morena corrió rápidamente y en el claro donde estaba el monumento vio como parte del grupo peleaba contra hombres armados que Hera no tardó en reconocer.

    HYDRA.

    Osborn se unió a la pelea con una furia incontrolable mientras su energía verde la rodeaba espesamente mientras sus ojos brillaban del mismo color.

-¿qué es lo que quieren? – preguntó a los gritos la chica mientras los soldados eran derrotados.

-Vibranium – gruñó T'Challa enojado mirando por donde había llegado el enemigo. – algunos escaparon con un poco de lo que extrajimos estas últimas semanas.

La Chica Osborn: La Cacería. -PAUSADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora