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Un chico Pelinegro, ocupaba una camilla en aquella lúgubre sala de hospital, dormía plácidamente mientras unas cuantas maquinas monitoreaban su estado de salud.

A su lado, su hermano mayor rezaba porque abriera sus ojos, tenía que hacerlo.

- Vamos Hobi, yo se que puedes, solo mírame cariño- Pero el chico seguía inerte, hace dos años que se encontraba así, hace dos años que el chico no movía una sola pestaña o mostraba un solo cambio, hace dos años SeokJin había perdido su pequeña esperanza.

No la había perdido del todo, se decía para intentar esconder aquel dolor y la falta de su única familia.

Escuchó un sonido, era la puerta y tras ella, se abría paso el doctor de su hermano, Este saludó con una sonrisa cordial.- Señor Jin, ¿Puede darme unos minutos?- había dicho con aquella caracteristica voz suave y calmada, a lo que el nombrado asintió, saliendo al corredor y cerrando la puerta a sus espaldas.

- Dígame ¿Pasó algo? - el doctor negó.

- Ese es el problema Jin, no pasó nada - Sintió como su corazón comenzaba a latir mas rápido por las palabras del doctor - ¿Que... que quiere decir?- Preguntó con miedo de una respuesta que no quería escuchar.

- Los demás profesionales que han estado durante estos dos años monitoreando a tu hermano, informaron que probablemente no despertaría - Jin sintió como sus ojos picaban, exigiendo liberar las lagrimas que sus orbes reprimían.

- Eso no puede ser posible, él.. él va a volver, yo lo se, lo conozco, el es un gran luchador, lo hará - el médico negaba repetidas veces. - Señor... tiene que entenderme, no podemos estar dándole un soporte vital a un muchacho que tal vez regrese, no ha habido siquiera un cambio mínimo que indique su retorno- Jin negaba, no aceptaba las palabras que sus oídos recibían, las lagrimas comenzaron a escapar, empapando su rostro, dejando al descubierto cuan débil se encontraba en ese momento, toda su fortaleza escapó de su cuerpo, resbalando por su piel, hasta chocar en las claras baldosas del lugar.

- Debemos desconectarlo -.

Casi cruzando por completo el pasillo, se encontraba un jovencito junto a su madre, compartiendo palabras y risas con la misma.

Este día Taehyung había despertado de buen humor, algo bastante característico en él, algo que dos días atrás se había borrado al escuchar la peor de las noticias, pero tenía esperanzas, creía en las fieles palabras de su progenitora "Todo saldrá bien cariño" había dicho esta, consolándose más a si misma que a su hijo.

- Bien, es hora de irme - habló sin despegar la vista de su reloj de muñeca, lo cierto es que no quería ver la decepción el el rostro de Taehyung, sabia más que nadie que él necesitaba de su compañía, pero alguien debía trabajar para mantenerlos a ambos.

- Volveré en cuanto salga, lo prometo- Besó su frente cariñosamente, demorando el gesto más de lo común, siempre lo hacia con el pensamiento o temor de que ese sería el ultimo.

El paciente asintió, tomando el libro a su derecha y buscando la pagina macada.

La puerta se abrió, dejando paso a un par de enfermeras, creyó que tal vez vendrían por los controles diarios pero nada de eso pasó, ellas simplemente acomodaron la camilla a su lado y trajeron unas maquinas que conectaron ahí mismo.

Minutos más tarde desaparecieron.

Golpearon la puerta y dio paso con un leve"adelante", un señor canoso, con rostro calmado y vestido con una bata blanca se acercó, tomó una silla y arrastró para acomodarla, se sentó en esta.

- Buenos días jovencito ¿Amaneciste bien?- Taehyung afirmó, aún con el libro en manos, este repertorio lo conocía casi a la perfección, el doctor hacia las mismas preguntas, bromeaba un poco y se marchaba con la promesa de regresar al día siguiente, a veces variaba un poco, pero terminaba en lo mismo.

- Se lo que piensas, pero debo decirte que no vengo por tu control - esta vez, dejó el libro con cuidado sobre la mesilla y prestó atención, al parecer esto duraría más de lo pensado.

- ¿Entonces por que? - por la reacción del mayor, se percató de que su tono de voz había sonado mas severo de lo deseado, pidió disculpas por ello.

- Solo vengo a comunicarte que tendrás un nuevo compañero - Taehyung pensó en ventajas y desventajas que tenían compartir su habitación, las desventajas ganaron haciendo que su pequeña incomodidad se reflejara en una mueca.

- Tranquilo, el chico que vendrá no molestará, es más solo estará por un mes como mucho, no te preocupes- Eso lo tranquilizó un poco, no quería que alguien se entrometiera en sus asuntos ni mucho menos entablar una relación de amistad con otro enfermo, le gustaba la privacidad y silencio en la que se encontraba sumergida aquella habitación.

- Creo que no hay problema, ¿Cuando viene?- El hombre canoso iba a contestar pero un golpe en la puerta hizo que cambiara su respuesta. - Ahora mismo- sonrió, se levantó de la cómoda silla y abrió la puerta dando espacio a una camilla nueva, Taehyung pensó que el otro chico se encontraba invalido o algo por el estilo o tal vez salia de una operación, quien sabe, tampoco dio mucha importancia, tomó su libro y siguió leyendo mientras las enfermeras junto con el medico Trasladaban de camilla y terminaban de conectar al chico a la cantidad de aparatos.


Luego de lo que le parecieron horas -aunque solo hayan sido minutos- todos se retiraron del lugar, todos excepto uno.

- Hola - saludó un chico alto, acomodándose en el borde de la camilla ajena, el castaño lo observó con detenimiento, intentando encontrar algo fuera de lo normal, nada parecía desconfiable en el, devolvió el saludo. - Hola- El chico de cabellos rubios esbozó una sonrisa que a Tae, le pareció encantadora.

- Disculpa el alboroto, prometo que a partir de hoy, no te molestará - Taehyung quedó en silencio, procesando sus palabras, observó al chico de sentado y luego al que dormía en la cama.- ¿Como estás seguro de eso? Tal vez es hablador y ruidoso - Habló molesto.

El receptor bajó la mirada, observó al pelinegro unos segundos y sonrió triste, como si recordara algo, acarició la mano de este y sin soltarla respondió- Tienes razón, Hoseok es bastante hablador y ruidoso... -

- Ya ves, no puedes asegurar nada - interrumpió el menor abriendo el libro y clavando sus ojos marrones en el. - Bueno, yo no... pero los médicos dicen que no volverá a despertar- Al terminar la frase, Taehyung soltó el objeto, dejándolo caer sobre sus muslos cubiertos por la sabana, se arrepintió de su comportamiento tan hostil, se dio cuenta de que, ellos también tenían sus problemas y vaya, que problemas.

- Lo..Lo siento, yo no quise -

- No hay problema, debes estar harto del lugar, hace dos años que vivo aquí prácticamente, entiendo la situación - a pesar de las quejas, el chico sonreía de una manera cálida para Taehyung, este pudo observar a su madre reflejada, esa fortaleza que tenían solo aquellos que se quedaban a tu lado, sin importar que.

- ¿Dos años?- observó al chico en la cama, tan sereno, tan calmado, tan muerto. Volvió la vista al mayor ¿Que tan grave era para estar dos años aquí?- ¿Puedo preguntar... que le pasó?-

Apartó su mano de la ajena y tomó unas hebras negras de cabello que se colaban en el rostro pálido de su hermano, sonrió sin verdaderas ganas, siempre le sonreía aunque no lo viese, siempre le hablaba aunque no escuchase, porque el sabia que estaba ahí, por eso rogó para que le dieran un tiempo más de vida, por eso prácticamente se arrodilló frente a los médicos para que le otorgaran una segunda oportunidad y cuando oyó que le permitieron un mes, fue el hombre más feliz del mundo.

- Hoseok ha estado en coma, desde hace dos años -

Intermedio. {VHope}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora